Capítulo 2

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Yandere-chan había podido observar a Senpai esa mañana. Ese miércoles hacía un clima horrorosamente frío, y para colmo todavía tenían que usar el uniforme de verano. Aun así, Yandere-chan se había levantado temprano para poder mirarlo desde lejos en el camino a la escuela.

"Podría quedarme aquí todo el día...", pensó, sonriéndose mientras se ocultaba detrás de un árbol. Se quedó ahí por un largo rato, hasta que los demás estudiantes comenzaron a llegar. "Todo de él es perfecto; su rostro, su cabello, su---"

-Buenos días, Yandere-chan –la saludó Pippi, sacándola de sus pensamientos.

-A-ah, Pippi-chan, buenos días... –saludó.

-¿Distraída?

-Míralo, ¿no es hermoso? –preguntó, mirando a Senpai soñadoramente.

-Oh, claro –dijo Pippi, mirándolo con algo de desdén-. Debemos ir a clase.

-... ¿Q-qué hora es...?

-Casi las ocho. Apúrate o llegaremos tarde –agregó yendo a su salón apurada.

-¡P-pippi-chan, espérame...! –Yandere-chan la alcanzó, y ambas fueron caminando al edificio.

-Hoy hace un clima horrible, ¿no es así? –preguntó la pelirrosa.

-Sí, y además es verano... –acotó, mientras un escalofrío recorría su espalda.

-Tenemos suerte que haya calefacción en los salones, de otra forma la pasaríamos peor... –respondió antes que tocara el timbre-. Debo irme a mi salón.

-Te acompaño –dijo Yandere-chan.

-No, está bien, llegarás tarde si vienes conmigo –Antes que su amiga respondiera, Pippi había comenzado a subir las escaleras al segundo piso, dejándola sola.

"¿Qué le pasa...?", pensó, mientras caminaba a su salón. "Ayer fuimos juntas allí... Sí, llegué tarde, pero ella no se preocupó por eso... Creo que se alegró mucho cuando caminamos allá...¿Está intentando evitarme...? Ayer ni siquiera me saludó..."

-Uh, disculpa, ¿vas a entrar...? –preguntó una chica de cabello verde frente a ella.

-¿A-ah? Oh, claro, debo ir adentro... –dijo antes de entrar al salón. "No debo distraerme... Aunque creo que es importante, es decir, Pippi-chan es como mi única amiga... No creo que Info-chan cuente."

-Yandere-san, por favor, despiértese –le llamó la atención la profesora-. No es hora de soñar despierta.

-¡A-ah...! –dijo sobresaltada-. Lo siento...

-Concéntrese en mi explicación, no en la ventana, por favor. Ahora, como explicaba antes...

Las horas pasaron y las clases de la mañana acabaron. Por suerte, logró quitarse el tema de la cabeza por un rato, hasta que buscó a Pippi a la hora del almuerzo. Solían encontrarse en el tejado, pero, con ese clima, nadie iba a subir allá.

Luego de subir las escaleras a su salón, la buscó con la vista pero no la encontró por ningún lado.

"Qué raro... ¿habrá ido al salón de computación?", pensó, mirando para todos lados. Bajó de nuevo, y caminando por el pasillo encontró una chica de cabello negro corto de espaldas a ella yendo al salón de computación.

-¿Pippi-chan? –la llamó.

-Oh, Yandere-chan... –respondió, girándose para verla.

-¿Por qué no me avisaste que ibas a venir aquí? Te busqué en tu salón y no estabas –preguntó preocupada.

-Bueno, es algo obvio que no vamos a almorzar arriba con este clima... Así que pensé que podríamos comer en la sala de computación –agregó rápidamente.

-¿Segura que puedes comer en una sala de computación...?

-Tengo mis métodos. Puedo usar una mesa vacía y limpiarla y nadie se dará cuenta –Pippi entró a la sala de computación.

-¡Hey, espérame! –Yandere-chan corrió dentro de la sala antes que su amiga cerrara la puerta-. ¡Yo también quiero almorzar aquí!

-Oh, lo siento –respondió, casi sonando indiferente-. ¿Qué vas a comer?

-Traje algo de ramen instantáneo que sobró de mi cena de ayer –dijo-. ¿Quieres?

-No, gracias, traje arroz –dijo mientras se acomodaba en uno de los escritorios.

-Oh, bien... –dijo Yandere-chan, sentándose junto a ella.

"¿Qué le pasa a Pippi? Siempre compartimos el almuerzo...", pensó.

Durante el almuerzo ambas estaban muy calladas, lo cual sorprendió aún más a la yandere. Ella y Pippi charlaban muchísimo, pero ese día la pelirrosa parecía querer evitarla a toda costa. Finalmente sonó la campana del fin del almuerzo, y Pippi se levantó rápidamente de su asiento.

-Hasta luego –dijo antes de irse-. Debo irme a clases. Nos vemos por la tarde en el salón de informática.

-Espera--- La pelinegra tampoco logró alcanzarla entonces. Sólo se limitó a guardar sus cosas y dirigirse a su salón, y lamentándose un poco de no poder espiar a Senpai cuando iba a su salón.

Las clases transcurrieron sin ningún inconveniente, salvo por la mente de Yandere-chan, la cual estaba preocupada por el comportamiento de su amiga. Cuando menos lo habría esperado, la campana sonó, y entonces salió de su salón para encontrarse con Pippi en el salón de computación para la reunión del club de videojuegos.

Al llegar, se encontró con ella de espaldas a la puerta, usando la última computadora de la fila, detrás de todo. Al parecer estaba muy concentrada en ganar su partida de osu, pero cuando Yandere-chan se acercó a ella, pudo ver que había uno de esos carteles de Game Over que le aparecían tan seguido cuando jugaba.

-¿Te fue mal en un mapa fácil...? –preguntó preocupada, mientras Pippi miraba la pantalla.

-Parece que me desperté manca... –acotó, frunciendo el ceño-. Oh, Yandere-chan. No te oí entrar.

-¿Te sientes bien, Pippi? –volvió a preguntar.

-Estoy bien –respondió malhumorada-. Sólo tengo un mal día en osu... ¿Qué quieres jugar hoy?

-Vamos, estoy segura que vas a mejorar –dijo sonriente-. Podemos practicar osu.

-Como quieras. Veré si mejoro un poco...

Yandere-chan esperó que su amiga encendiera su PC como siempre lo hacía, pero en su lugar se quedó jugando en la suya, por lo que ella tuvo que ocuparse de prenderla, cosa a la que no estaba muy acostumbrada. Usualmente su computadora ya estaba lista cuando llegaba a la sala. "¿Qué se supone que le pasa?", se preguntó por enésima vez.

Ese día fue la primera vez que la pelinegra le ganó a Pippi en una partida multijugador. Solían jugar en modo cooperativo, pero a veces Yandere-chan quería probarse a sí misma jugando contra ella, y nunca obtenía más de una C o D, por no contar que casi siempre perdía el juego antes de terminar. Pero esa tarde había durado más que Pippi en el juego, y eso la alarmó incluso más de lo que estaba antes.

-Oh, felicitaciones –dijo, claramente desanimada. Ya era la quinta ronda e incluso entonces no lograba hacer un buen combo.

-Nunca te había ganado antes... –acotó sorprendida.

-No quiero jugar otra ronda... –respondió Pippi acostándose sobre el teclado-. Juega sola si quieres...

-Vamos, duraste más en esta partida. Estoy segura que lo lograrás –dijo Yandere-chan intentando hacerla sentir mejor.

-... Oh, está bien –dijo en voz baja-. Elige el mapa tú.

Justo después de haber dicho eso, un fuerte trueno retumbó en la sala de computación, haciendo que Yandere-chan soltara un gritito. Acto seguido, las luces se apagaron.


Ella sí me nota [GL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora