Vuelve

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# Tú no tienes la culpa de que mi hermana solo salga con lunaticos, que todos pasan por la carcel.
+ No, pero tengo la culpa de no hacer nada, tu hermana no me merece.
Mientras en mi hacitación...
* Mamá pasame el movil.
% ¿Donde está?
* En mi bolso, ¡corre!
% Tranquila hija, ni que fuera de vida o muerte.
* Algo parecido...
% Toma, toma.
Cojo el movil y busco a Melen en WhatsApp.
Yo: ¿Mi hermano está contigo?
Melendi: Sí...
Yo: Por favor, vuelve, te necesito a mi lado, necesito que me acaricies como solo tú sabes, que me beses como nunca me han besado y que no me hagas caso como siempre haces. Te quiero, pero te quiero a mi lado.
Melendi: No puedo...
Yo: Sí puedes, por favor ven ya.
En la casa de Melendi...
# Venga, mi hermana te quiere de verdad, le da igual que no hicieras nada, pero te necesita a su lado.
+ No puedo, no puedo ir junto ella y mirarle a la cara sabiendo que casi muere por mi culpa.
# No digas bobadas anda tira para el coche.
+ No puedo.
# Sí, sí puedes, ¡venga!
Jose le obliga a montar en el coche y lo trae al hospital. Antes de entrar por la puerta.
+ No puedo Jose.
# Entra...
Melendi entra en mi habitación.
* ¡Melen, cariño!
+ Hola...
* ¿Que te pasa?
+ No puedo, no puedo verte así y pensar que es por mi culpa.
* Sí, es por tu culpa que Mario se volviese loco, fuiste tú quien se peleo con él y eres tú el que le dijo que estaba loco.
+ Vale, pero no me grites.
* Es que no quiero tener que volver a estar insegura de que mi pareja me haga daño.
+ Nunca te haré daño ni volveré a dejar que te lo hagan, te lo prometo.
* Gracias.
Le beso.
+ Tengo que decirte una cosa...

Malú y Melendi: todo puede salir mal en un giro de tuercaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora