Bullying {Andy Biersack y tu}

Capítulo 8

La música suena con fuerza por toda la casa. No me sorprendería recibir quejas de los vecinos.

—Hey—dice mi hermano en la puerta—quédate aquí, que no pase lo mismo que la otra vez.

—De acuerdo—digo y se va.

No pienso hacerle caso, si cree que me quedaré en esa habitación toda la noche, esta equivocado.

Me levanto de la cama de un salto y busco en el armario algún atuendo para la fiesta sin ser muy atrevido.

Me decido por una falda negra hasta la mitad del muslo, una blusa blanca y unas medias negras al igual que las botas.

Me apliqué un poco de máscara para pestañas y delineador, dejando mi piel natural.

En cuanto al cabello lo dejé suelto como siempre.

Cuando veo que ya la mayoría de las personas deben estar ebrias para notarme, bajo las escaleras ignorando ruidos que provienen de las habitaciones.

Tengo que perder la costumbre de que me lleve la música, no se si me entienden.

En lo que me lleva llegar a meterme entre la multitud en la pista de baile, una mano se posa en mi cintura y me apega hacia si.

—No esperaba encontrarte aquí abajo— susurra una voz gruesa en mi oído—te ves muy bien.

—volteo a verlo—Andy, nos volvemos a ver—digo enroscando mis brazos alrededor de su cuello.

—Por si aún lo dudas, lamento lo de ayer.

—No importa, no me sorprende viniendo de Rachel.

—Vamos a tomar algo, ¿no?—dice agarrando mi mano.

-Sabes que no puedo decir que no.

Fuimos a la barra por unos tragos. Me encontré a Kellin de bar man otra vez, lo cual me ponía incomoda.

—______, ¡hola!—dice el detrás de la mesa.

—Kellin—sonrió—¿Que tal todo?

—Bien, tranquilo. Me alegra de que no te hallas comido el resto del helado, que por cierto estuvo riquísimo-dice frotando su panza.

— ¡Hey! ¡Lo había reservado para más tarde! Ahora me debes otro.

—Claro, pero solo si volvemos a repetir lo de las películas— me guiña un ojo-estuvo divertido.

—Trato hecho—digo y le extiendo mi mano la cual acepta con gusto.

—Ajam—tose Andy. Parece como si nos hubiéramos olvidado de que estaba allí.

—Bueno chicos, los dejo solos—dice Kell y se va.

Apenas se fue, el ojiazul me agarra la muñeca y nos dirigimos al jardín.

Al llegar, siento el frió de la noche penetrando mi piel. Andy lo nota y me da su campera(chaqueta o como le digan).

—¿Cómo es eso de "repetir lo de las películas"?—dice ¿enojado?

—Em...bueno, es que después de que te vi con Rachel me vine a casa y él apareció con películas y un helado...aparte me ayudó a limpiar—digo mirando el suelo.

— ¿Y?

—Y ¿que? Además no te tiene que importar lo que hago ¿o si?

—Claro que me importa, o ¿tengo que dejarle en claro que solo eres mía?

—¿Qué? Yo no soy de nadie.

—me acorrala con sus brazos a la pared—¿Estás segura de eso?—se va acercando lentamente y yo embobada mirando sus ojos-Ya veremos.