-¡Oh Dios mio!¡no!- grito Clary llevándose inmediatamente las manos a la boca para intentar cubrir el sollozó que desgarraba su garganta, de repente se sintió realmente sola, en ese momento se dio cuenta de su realidad, su vida sería una lucha constante por sobrevivir, pero su pensamiento se desvaneció rápidamente al escuchar los gritos del herido frente a ella, el gritaba he intentaba cortar el flujo de sangre que salia de esa enorme herida, Simón ya estaba ayudando, haciendo un torniquete para intentar parar la hemorragia...Pero Clary sólo podía pensar algo.
Porfavor.. Porfavor no te mueras, quedate conmigo.