Capítulo 11.

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Los días comenzaron a pasar. Lentamente. Demasiado. Sentía que llevaba un mes aquí, pero no, tan solo una semana. Lo bueno, es que solo me quedaban dos. Lo malo, es también eso mismo, ¡dos malditas semanas aún! Siento que moriré. He vuelto a reencontrarme con los chicos en el parque, ¿Qué si hemos hablado? No. ¿Qué si _______ y yo nos matábamos con la mirada? Si. Y no precisamente en el buen sentido.


Con Alice las cosas iban igual, ella montaba dramas porque dice que solo la quiero para follar, pero vamos a ver, ¿es que acaso ella nunca se lo imagino? A pesar de eso, me gustaría tenerla aquí, al menos me haría compañía. No he podido salir a ligar, porque para ser sinceros, es bastante patético salir de fiesta solo. Y más si lo hago yo, y encima sin seguridad. No, ni loco. He llamado a Alfredo, quizás él se apuntaría… pero ¡Oh! Esta del otro lado del mundo, del continente o que se yo. Todo el mundo sabe que no se Geografía. La cosa es que esta lejos.


Para completar mis días, ya los paparazzi saben que estoy aquí en Canadá, apenas y he querido salir a la calle por esa segunda razón, siempre hay unos cuantos detrás de mi culo, pero a diferencias de en USA, ellos parecen haber respetado mi espacio y mantienen distancias. Parece que ver como le puse los frenos a uno de ellos los hizo ver que no soy ningún ****a que se deja. Y eso que tuvo suerte de que no le rompí la cara.


Mientras bajo por las escaleras, pienso en porque demonios, si tan mal estoy, no he decidido irme, a fin de cuenta, puedo hacerlo por más que mi madre, y quien sea se oponga, pero entonces la veo hablar tan animada con sus antiguas amigas, que no me sentiría bien teniendo que “obligarla” a venir conmigo. Bueno, obligación no tiene pero sé que vendría porque no estaría tranquila estando lejos de mí. Sin controlar lo que hago a pesar de que yo ya vivo solo, ella tiene incluso llaves de mi casa para ir cuando quisiese. En definitiva, volvería conmigo a Los Ángeles, y no porque yo no este disfrutando esto ella tiene que pagar.


- Hola mama- la saludo, al menos nuestra relación estos días ha estado mejorando, discusiones no faltan, pero intento no ser tan grosero como antes
- Amor, arréglate. Nos vamos a la playa. 
- ¿A la playa?
- Si, hemos quedado todos de ir, tenemos días planeándolo. Se viene la familia de Ryan, de Chaz, los Beadles… 
- ¿Qué? No, no pienso ir con esos. 
- Pues es tarde. Porque ya hemos quedado con ellos, así que sube arriba a por tus cosas
- No pienso ir. Estoy harto de que hagas planes sin contar con mi maldita opinión- le grito
- Justin…
- ¡No! Primero lo de la cenita con ________ y su familia, luego ella viniendo aquí cuando se le da la gana y yo no poder decir nada cuando esta es mi puta casa- sigo gritando - y ahora esto… 
- Justin Drew Bieber Mallete, que sea la ultima vez que me hablas en ese tono
- Tú te buscas que te hable así- le digo enrabietado, escucho un tos falsa tras de mi y me encuentro con la mirada de los padres de Ryan y a él detrás mirándome con desaprobación, bufo y ruedo los ojos con desinterés, pero en el fondo siento vergüenza. ¿En que momento llegaron?
- Si queréis os dejamos solos… veo que hay problemas.- habla el padre de Ryan
- No, no te preocupes, Germán. Justin- me habla con dureza- ve arriba a por tus cosas, te quiero en menos de cinco minutos aquí.
- Pero…
- ¡Nada! Han venido a recogernos, los demás están apunto de llegar para partir, así que vístete y baja con tus cosas.-


A regañadientes subo las escaleras, siento la mirada de Ryan clavada sobre mí pero no le doy ni la más minima importancia. Mientras me cambio y cojo lo que necesitaré para la playa, pienso que quizás fue demasiado maleducado allí abajo. Ni siquiera me moleste en saludar. Pero sacudo la cabeza y saco esos pensamientos de mí.


Vamos en el coche de el padre Ryan, (y no entiendo porque no en un coche nuestro, conducido por mí, creo que mi madre lo hace apropósito) pues es el más grande, de cerca nos siguen los Beadles, los Somers y como no, Garber. Todo el camino voy callado, con Ryan a mi lado y no puede ser algo más incomodo, cuando antes no había quien nos callara o haciendo bromas. Cuando por fin llegamos, una media hora después, los chicos salen corriendo a la playa, se quitan sus bañadores y se meten al agua entre risas y juegos. Todos salvo _______ y yo.


Mientras nuestros padres cogen un sitio y van acomodando las cosas, ________ permanece callada, mirando a los chicos con ganas de ir, con tristeza en su mirada, la misma que, aunque joda admitir, tengo yo también. Porque sí, desearía estar con ellos.


- ¿Tu no vas o qué?- le pregunto cuando me le acerco
- No. 
- ¿Por qué?
- Porque no y punto- dice y comienza a caminar, conciente de que voy siguiéndole los pasos
- Al menos podrías haberte puesto algo más… veraniego
- ¿Te molesta mi ropa?- dice a la defensiva mirándome, yo la miro de arriba bajo, lleva unos vaqueros azules, unas sandalias y una camiseta que le llega hasta los codos. ¿Dónde esta la ________ que hubiera sido la primera en quedarse en bikini para meterse al agua? 
- No, es solo que… ¿no tienes calor?
- No, es un tela fina y muy fresca, gracias por el interés, Bieber- dice sarcástica y reanuda su camino.


La voy siguiendo con tranquilidad, con las manos metidas en los bolsillos y tarareando una canción, ella de vez en cuando resopla con fastidio provocando que sonría por provocarla. Siempre me ha gustado tanto cuando se enfada. Ella termina sentándose en pocos minutos, su respiración va más rápido, casi que parece acelerada y cansada. Me siento a su lado y recuerdo lo que me dijo mi madre de que ella esta “un poco enferma”.


- ¿Estas bien?
- Si. - responde a los segundos- ¿Qué tanta preocupación hoy por mi, Bieber? 
- No es preocupación, es solo que nos hemos alejado del resto y si te da algo no quiero tener que correr contigo en brazos. 
- Oh, vaya que lindo
- Lo se, hermoso. - digo pícaro, ella intenta disimular una sonrisa- Guau, ¿estas sonriendo? 
- ¡Claro que no!- dice ahora sin evitar sonreír
- Oh si, _______ Garber me sonríe. - y suelta una pequeña risita. Mi corazón late fuerte, cuanto extrañaba verla reír a mi lado. Sacudo fuerte la cabeza, me niego a caer en ella de nuevo. 
- Será mejor que volvamos- digo serio
- Hum… estoy cómoda aquí
- Bueno, pues quédate tú, yo me voy- digo borde, ella me mira confusa por mi repentino cambio de humor. Y sin más me voy dejándola allí sola.

Die In Your Arms|Justin & Tú|Adaptada|Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora