{Adele. Turning Tables}
Me siento en el banco esperando a _____, la cite hace una media hora y aun no llega, como no, lo peor de ella es que siempre llega tarde, resoplo, me pongo la chaqueta, esta comenzando a refrescar a pesar de que el sol brilla, me pongo las gafas de sol y espero todo lo paciente que puedo sin perder los nervios al sentirme observado. Por fin la veo llegar por la esquina, ella me mira y sonríe con vergüenza y cuando llega hasta mi se sienta en mi regazo y me da un beso largo para ganarme por llegar tarde.
- Mmm perdonada- le susurro contra sus labios y muerdo su labio inferior, ella suelta una risita
- ¿Por qué me pediste que viniera aquí tan de repente? Pensé que nos veríamos esta noche, en la cena que organizaron mis padres- dice todavía en mi regazo, yo paseo mis manos por sus muslo- ¿Qué pasa? Estas muy serio
- Ya, baby es que… no podré ir esta noche- digo haciendo una mueca, ella me mira confusa
- ¿Por qué?
- Yo… es que, bueno tengo mucho aquí ya, tengo cosas que atender, ___*. Estuve hablando con Scooter, Alfredo y… tengo que ir a Los Ángeles. - ella lo asimila y se baja de mis piernas sentándose a mi lado en el banco- yo… no quiero separarme de ti y los chicos, ya sabes, pero es mi trabajo, tengo que hacerlo.
- Pero…
- No será mucho tiempo, de verdad. Hago unos cosas, y en cuanto pueda vengo a visitarte, ya sabes, como antes, siempre hablaremos te llamaré cada día y nos veremos por Internet ¿vale?
- Pero…
- Y… tú podrías venir unos días a verme también- digo en un intento desesperado por no escuchar sus palabras de que no me vaya y me mira con los ojos cristalinos- baby…
- No quiero que te vayas- susurra
- Baby, podrás venir a visitarme- digo acariciando su mejilla
- Sabes que no puedo, tengo que ir cada día al hospital - susurra- no te vayas, por favor
- No __*, no me lo pongas más difícil. Yo vendré cada vez que pueda a verte, de verdad.
- Pero…
- Estaré pendiente de ti, te juro que esta vez no sentirás que te dejo de lado, pero por favor, no llores- digo al ver como baja una lagrima por su mejilla
- Tú no entiendes…
- No, tienes que entender tú, mi amor no es la primera vez, nos veremos estaremos en comunicación siempre.
- Es que… Justin…
- Por favor, no llores- digo secando sus lagrimas- me rompe el corazón verte llorar. No es tan grave hermosa, en unas semanas vendré, te lo prometo.
- Joder, Justin… es que… no puedes.
- _______ …
- No puedes irte, no puedes joder. Por favor, yo… necesito estar contigo. Puede que sea egoísta, pero… quiero serlo, necesito serlo ahora, nunca lo he sido y tú… joder yo… necesito pasar este tiempo contigo- solloza
- Mi amor, no te estoy entendiendo, pero de verdad que debo ir.
- Yo… quiero pasar lo poco que me queda contigo- susurra entre lagrimas y siento mi corazón acelerarse
- ¿A que te refieres?
- A que… no tengo unas semanas, no puedo esperar a que te desocupes, Justin. Yo… estoy muy enferma y…
- No… no quiero saberlo- digo poniéndome nervioso y los ojos comienzan a picarme y sé que… esto me dolerá.
- Tengo leucemia, Justin. No me quedan más que unas semanas de vida- susurra agachando la cabeza. Y mi corazón se detiene.
No se cuanto tiempo pasa, ¿segundos? ¿minutos? ¿horas? No lo se, solo me quedo allí, sentado a su lado con la cabeza agachada y siento mis ojos arder, las lagrimas se agolpan en mis ojos, queriendo salir todas a la vez, quiero contenerme pero cada segundo que pasa se siente más doloroso. Comienzan a caer, como si fuese en cámara lenta, yo solo estoy allí sentado junto a mi chica y ella me dice que se esta muriendo. Así, sin más. Me dice que en pocos días se irá de mi lado y nunca más la veré. ¿Alguien se llega a imaginar lo jodido que se siente eso? Siento como si no fuera capaz de levantar la cabeza y mirarla, de decirle algo, lo que sea. No puedo. No reacciono. No soy capaz de sentir nada a mi alrededor, escucho sus leves sollozos mientras yo lloro en silencio. Perdido. Así me siento en este mismo momento.
Comienzo a negar con la cabeza cuando termino de asimilarlo, comienzo a creerlo. Eso explicaría tantas cosas, como sus padres se muestran siempre tan preocupados con su alimentación o con que ella este sola o lejos de ellos, como los chicos han sido tan sobre protectores, sus mareos, su pérdida de peso, como su pelo esta tan corto cuando tenía una larguísima melena. Y aquel día en la playa, ella no podía meterse con ellos a disfrutarlo. Y yo fui tan idiota. Pienso en cada momento con ella, bueno o malo. Y simplemente no puedo asimilar el hecho de que vaya a perderla para siempre.
No lo merezco. No ahora. Estoy siendo feliz, maldita sea estoy con ella, estamos bien ahora, no puede pasar esto. No… solo no. De repente siento tanta rabia, ella me lo ha estado ocultando tanto tiempo, y los chicos, su familia, puede que incluso mi madre lo supiese. Joder, me siento un idiota. Todo este tiempo ella me ha necesitado y yo… no he estado para ella.
Y entonces veo que no lloro silenciosamente, que mis sollozos son fuertes, que siento que duele realmente, ella sigue aquí a mi lado y siento su calor, siento sus brazos rodearme dándome consuelo cuando quizás tendría que ser al revés. Pero no puedo consolarla. Necesito que ella lo haga conmigo. Necesito que sea ella quien me diga que todo irá bien aunque sea mentira. Solo la necesito a ella. Pero no unas semanas.
La necesito toda mi vida.