Aquella mañana decidí levantarme muy temprano, a pesar de que me había pasado la mitad del día anterior en el baño por culpa de ellos- mientras disfrutaban de mi piscina- y una pésima noche por la misma razón, quería madrugar. Y esta claro porque: _________. Sé que hoy debe ir al hospital a las ocho de la mañana y quiero estar a su lado. Así que ya completamente listo salgo de casa en dirección a la suya.
- ¿Justin?- me pregunta ella confusa abriendo la puerta y sale de casa bostezando, yo le sonrío
- Hola bonita- la saludo y doy un beso
- ¿Qué haces aquí ?
- ¿No tienes quimio hoy?- le pregunto frunciendo el ceño, ella asiente- pues vengo a acompañarte.
- Justin…- ella hace una mueca y me confundo- no creo que te guste ir
- ¿Por qué?
- La quimio no es algo agradable. Siempre termino sintiéndome muy mal y vomitando- y hace una mueca de asco
- Bueno ¿y qué? Tú ayer estuviste conmigo mientras yo estaba cagando- digo y ella ríe divertida
- Esta bien- dice no muy convencida
Cuando llegamos veo que algunas personas la saludan. Ella parecer tener tanto tiempo viniendo aquí que todas la sonríen al verla e incluso la abrazan. No sé muy bien como sentirme con eso, quiero decir, ella tiene tanto viniendo a esto que parece que forma parte de ellos. Y no quiero eso porque me recuerda que ella esta en la recta final. Siento un corte de digestión por esos pensamientos. Es como si me gustara torturarme a mi mismo. Pero son cosas que no puedo evitar, ella es mi chica ¿Cómo no darle vueltas cada día, cada noche? ¿Como no pensar en que demonios pasará? Nuestro pasado, nuestro presente. En nuestro futuro.
- Justin- me llama _______ sacándome de sus pensamientos, al mirarla veo a su lado a un niño en una cama, lleva un suero y su piel luce pálida y no tiene pelo. Enseguida lo entiendo- acercarte- me pide y lo hago
- Hola campeón- le saludo con una sonrisa, no creo que tenga más de ocho años y eso es algo que me rompe el corazón. Es un niño maldita sea. No debería estar aquí.
- Él es un gran admirador tuyo, Justin- me cuenta _____- ¿a que si, Jefferson?- este sonríe
Me abre sus brazos, yo no dudo en acudir a su abrazo. Se siente tan pequeño y frágil. Me enternece y sólo me apetece cuidar de él y de todos los niños que pasen por algo así. Es algo demasiado jodido y cruel.
- Eres increíble- creo entender que dice y logra emocionarme solo con eso
- No, tú si que lo eres. Yo te admiro a ti- le sigo sincero, él me sonríe y es tan gratificante
- Yo tengo que ir a quimio ahora- dice haciendo una mueca- si quieres quédate aquí con él, estoy segura que Jefferson estará encantando, eh- dice mirándole sonriendo, él asiente feliz
- ¿Vas a estar bien?- le pregunto pues la idea era que yo estuviese con ella, _______ solo asiente y sale de la habitación, yo miro al chico.- ¿Qué quieres hacer?- le pregunto sonriendo
- Que me cantes- yo le sonrío encantado
- Usted manda, sólo dime, ¿Cuál quieres primero?…
Y sin darme cuenta me quede allí, con aquel niño. Ya lo tengo grabado en la memoria, como a tantos niños que conozco que pasan por este tipo y otras enfermedades terminales. Ellos son un gran ejemplo de fuerza. Y quizás por eso ahora pueda entender a _________, ella es feliz porque tiene a las personas que la aman a su lado, porque viene aquí cada día y ayuda a estos niños a sentirse mejor aunque ella se pueda llegar a sentir peor a veces. Ella también es un gran ejemplo. Y es mi chica.