Hijos de la Mafia 2 | louis tomlinson

Capitulo 30 Último

Narra __:

La todoterreno avanzaba velozmente a pesar de la carretera congelada, a mi lado otro oficial de la DEA conducía y en el asiento de atrás se encontraba otro. Ellos iban a ser los encargados en trasladarme hasta aquí y sin embargo todavía no se habían dado cuenta de que no era una de sus colegas.

-Bardley me dijo que este domingo hará una comida para ver el juego –comentó el que iba manejando

-Si, me lo ah dicho. ¿Tu irás con Liby? –preguntó el de atrás

Mientras tanto, bajé la ventanilla de mi lado un poco y extendí la mano para sentir el aire helado correr libremente entre mis dedos, el paisaje era completamente blanco a causa de que la nieve lo había cubierto todo. Se sentía bien estar fuera, bueno, aunque siga viajando con policías y todavía no esté libre del todo. Se sentía bien.

-Seguramente lo haga, y tú Sam ¿qué harás? –dijo mirándome, mie-rda

-¿Sam, que vas a hacer? –volvió a repetir

-¿Sammanta te encuentra bien? –dijo presionando mi brazo el de atrás

- Necesito que detengas el coche y bajen de él –comenté

Mi mano desabrochó el seguro del pantalón en el que llevaba mi arma, el chaleco anti-balas de la DEA me molestaba pero aun así logré girarme para mirarles a los dos que retiraron sus cascos y pasamontañas

-¿Qué? –pregunto confundido el conductor

- Sólo hazlo, te aseguro que si lo haces. El fin de semana estarás con Bradley felizmente cenando y no tu propio funeral.

Pude notar el terror del rubio de ojos grises en cuanto su rostro se desfiguró completamente, por favor, que no intente hacerse el héroe realmente no quiero acabar con su vida. Mientras tanto, el oficial en la parte trasera aún no entendía la situación. La todoterreno se detuvo en medio de la carretera y entonces retiré mi casco pero dejé mi pasamontañas puesto

- Sólo baja del coche sin hacer preguntas, y por favor, no intentes hacerte el héroe

-Connor bájate del coche –dijo él

-¿Qué? –preguntó aquel

-¡Que te bajes del puto auto Connor! –le gritó y tras esto los dos lo hicieron

Lentamente me pasé al lugar del conductor y cerré la maldita puerta, retiré mi pasamontañas y miré a los dos oficiales. No intentaron nada, simplemente levantaron sus manos y esperaron a que el motor se pusiera en marcha.

- Tú familia te lo agradece –le dije antes de acelerar

Me detuve dos kilómetros más adelante, encendí la radio y todo el alboroto ya había comenzado en las noticias. Mi escape ya era público, tomé mi teléfono y llamé al malnacido de Miller.

- Sorpresa –dije en cuanto sentí su respiración

- ¿Que hiciste? –apenas pude oírle

- ¿No lo recuerdas? Tú me lo dijiste, "vete, vete ya" –tras esto arrojé el teléfono por la ventana

Aceleré aún más cuando recordé a Louis, no me importó que la autopista estuviera congelada. Para cuando pude darme cuenta de que iba demasiado rápido me encontraba a unos cuatro kilómetros de mi almacén, había realmente recorrido aquel camino a una velocidad realmente alta.

Era tiempo de deshacerme del vehículo, si continuaba con él, rastrearían la placa y me encontrarían muy fácilmente así que en la primera desviación que encontré en la carretera doblé sin dudarlo adentrándome en un bosque. Para cuando encontraran el vehículo y comenzaran una búsqueda unos veinte kilómetros a la redonda ya estaría más que lejos.