Capitulo 13

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Narra __:

- Buena elección.-dijo tomando mi mano y parándose de la silla.

Eleve la vista en cuanto él se paró, presione fuerte su mano y acerque su rostro al mío. Él se puso serio enseguida y yo puse una mirada que si las miradas mataran el ya estaría muerto.

- No quiero sorpresas Italiano, recuerdalo.

- No recibirás ninguna, lo prometo.-dijo nervioso. Solté su mano y la apoye sobre el enorme escritorio de madera-

- Acompañen a nuestro amigo afuera...-murmuré.

Pascualini se retiró de la habitación, hasta que no cruzo por la puerta no dejamos de vernos fijamente con la mirada clavada en los ojos del otro.

Por fin salió.

- ¿Que fué eso?-preguntó Matt

-Temor a nuestro poder Mattew...

- No se para que me preocupo por ti, al final parece que te gustase matarme del susto pensando que puedes morir.-dijo Louis saliendo de la habitación enfadado.

- ¿¡Quieres enojarte!? ¡Enojate!, ¡Al cabo que ni quería darte explícaciones!.-grité antes de que saliera por completo.

- __... ¿puedo ir a buscar a la chica que te dije?

- Como quieras...-bufé.

- Bien.-sonrió.

Una hora después baje a la cocina, allí estaba Louis almorzando sólo. Miré el reloj y eran las 12:35 del mediodía. Me sirvieron un plato y me senté frente a él.

Ninguno de los dos miró al otro en ningún momento, no me agradaba estar así con él pero yo, no me disculpare. Estire la mano para tomar el cuchillo pero desvié la vista hacía él y me corté.

- ¡Ah!...-dije alejando mi mano y tomando mi dedo.

Louis se paró inmediatamente, corrí al lavabo y lave mi dedo que empezó a sangrar. Louis vino y sin decir nada, tomó una servilleta de papel y la enrosco en mi dedo. Luego sacó de uno de sus bolsillos una bandita y la colocó alrededor de mi dedo, le dio un leve beso en dónde la herida y se volvió a sentar en el mismo lugar para continuar comiendo.

Sonreí mirando la bandita, pasé por detrás de él palmeando su espalda lo que hizo que el también sonriera y antes de salir de la cocina me gritará.

- ¡Te amo!.

-¡Yo igual tonto!.-reí.

Tomé mi teléfono en la recamara y salí, me asuste al ver a Kenay parado frente a mí.

-¡Me haz asustado joder!.-reí.

- Perdona... mañana a primera hora traeré a quién quería que conocieras.-dijo extremadamente nervioso, fruncí el ceño.

-¿Hay algo que quieras decirme Kenay?

- N-no nada...-volteó.

Tome su hombro con mi mano, el con sumo nerviosismo la miro y su respiración se volvió pesada.

- ¿Sabes que puedes contar conmigo no?.

Él trago gordo y miro mi mano sin verme a la cara. Asintió y casi salió corriendo de dónde yo estaba, dejándome parada y extrañada por su comportamiento.

Hijos de la Mafia 2 | louis tomlinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora