No pude seguir mis pasos, ya que la pared me lo impidió. El aire a mi alrededor se pudo denso. Estaba tan cerca. Él podía hacerme daño sin ningún problema ¿Qué iba a hacerme? ¿Qué era lo que estaba pasando? ¡Oh, por Dios! Por un minuto me gustaría poder tener poderes. Colocó sus brazos a mis costados, impidiendo mi escape. Lo mire fijo a los ojos. Era tan poderoso y fuerte. De verdad podía lastimarme.
-¿Qué...qué sucede?- le pregunte apenas.
-Debo irme- dijo. Lo mire bien.
-¿Qué?- dije sin poder creerlo.
Apretó los dientes con fuerza y golpeó la pared con la mano.
-Tengo que irme, Estef- me dijo serio.
-¿Por qué?
-Volveré en 3 días, si aún no sabes que quieres por tu alma, te daré 2 días más, piénsalo bien.- dijo. Lo mire bien.
-No quiero que te vayas- dije.
-Debo hacerlo, preciosa- se alejó de mí y camino hasta la habitación.Sentí una ligera presión en el pecho. Él no puede irse. No quiero que se vaya. Pero mientras esta sensación está en mi pecho, me doy cuenta de algo. ¿Qué pasará cuándo ya no lo vea nunca más? ¿Qué va a ser de mi? Sin pensarlo más corrí a la habitación y abrí la puerta. Él ya no estaba.
-¿Theo?- lo llame.
Nadie me contesto. Por alguna razón mis ojos se llenaron de lágrimas. Había un gran vacío en mi interior. Se había ido y no me dejo abrazarlo antes de irse. ¿Por qué se fue así? ¿Habré hecho algo malo? Comencé a llorar. ¡Oh, por Dios! ¡Esto no tiene sentido! ¡No debo llorar, no tengo motivos! Me dijo que iba a volver dentro de 3 días. Solo debo esperar y pensar qué es lo que quiero a cambio de mi alma.
-¡Estef! ¡Estefanía!- me llamo alguien. Rápidamente abrí mis ojos para encontrarme con mi mejor amiga.
-¿Qué pasó?- pregunte de repente.
-Es casi la una de la tarde, Estef. ¿Estuviste llorando?- me preguntó al ver mis, seguramente, hinchados ojos.
-No, no- dije poniéndome de pie. Entre al baño y fue detrás de mí.
-Estefanía, te conozco y mucho. ¡Dime por qué Diablos llorabas si no quieres verme molesta!- me exigió.Diablo... Theo. Mire a mi alrededor y él no estaba. Pensé que cuando despertara lo iba a encontrar de nuevo aquí. Otra vez mis ojos se llenaron de lágrimas, se humedecieron. Karla me miró bien y sin pensarlo se acercó para abrazarme.
-Oye, oye, no llores- dijo sin dejar de abrazarme.
-Lo siento, es que estoy algo sensible- dije y me aleje de ella. Me miró bien.
-¿Te hizo algo aquel hombre?- me preguntó. Sonreí levemente al recordarlo.
-No. Él no sería capaz de lastimarme. Solo que tuvo que irse, vuelve en 3 días y eso me pisó un poco triste- le dije. Karla arqueo una ceja.
-Estef, ni siquiera lloraste cuando Austin Ames se fue a Londres- me dijo divertida. Y lo recordé a él. Había quedado de llamarlo y no lo hice.-¡Austin!- dije y corrí al teléfono.
-¿Qué sucede?-me preguntó mi amiga y se acercó a mí. Tome el teléfono y marque el número.
- ¿Hola?- me contestó.
-¡Austin, hola!
-¿Estef? Pensé que lo habías olvidado- dijo y río por lo bajo.
-Lo siento, estaba tan cansada que me olvide de todo y me quede dormida. Acabo de despertar.
-Tranquila, no pasa nada.
-Si quieres podemos salir a cenar mañana en la noche.
-¿De verdad?
-Claro que si- dije y sonreí levemente.
-Pasó por ti a las 10 de la noche ¿está bien?- preguntó entusiasmado.
-Mejor imposible- le respondí. Intercambiamos direcciones y colgué. Karla no me quitaba la mirada de encima.
-¿Acabas de hablar con Austin?- me preguntó.
-Si, si. Me lo encontré ayer en el centro comercial y me pidió mi numero. Ayer en la tarde me llamo y me invitó a cenar. Y como me quede dormida no le conteste. Por eso llame ahora.
-¿Así que volvió?- preguntó sorprendida.
-Si así es- dije y me dirigí al baño.
-¿Y cómo está, igual de guapo que siempre?- dijo siguiéndome.
-Si, bueno creo. No ha cambiado nada- le dije mirándome en el espejo y yendo a la cocina.
-Estef- me dijo sería ya sentadas en el comedor de la cocina. La mire.
-¿Estás enamorada de nuestro nuevo Jefe?
-No lo sé Karla- dije dudosa.
-¿Y él, lo está de ti?
-No lo se amiga.
-Me preocupas amiga.
-A mí también me preocupa esto, y mucho- me giré hacia la ventana.Necesito que vuelva. Necesito verlo. ¿Qué ha hecho conmigo? Creo que quiere llevarse algo más que mi alma. Él quiere llevarse mi corazón y creo que lo va a lograr. Cuando él se aya definitivamente, no sólo se llevara mi alma. Sino que también todo el amor que temo para dar. Necesito hacer algo. Necesito cambiar esto que siento. Tal vez mañana en la noche saliendo de nuevo con Austin, lo logre.
Tal vez, aún esté a tiempo de salvarme.
Dios quiera que esté a tiempo de hacerlo.