Capítulo 7: Llega mi papá con un fin de semana de locos.

3 0 0
                                    

Viernes, hay, el primer día del fin de semana, desde la mañana se siente muy bien pero cuando se acerca la hora del fin de clases es mejor y para cuando salimos, es como si alguien invisible te diera masajitos en la espalda susurrándote "lo hiciste bien, es hora de descansar" y cosas por el estilo, durante la semana no paso más nada, nada de nada, si hasta diría que fueron aburridos, pero no puedo teniendo de amigos a Ami, Temma... y Akaneee (inserte voz enamorada), pero algo que pueda decir, no, y es que, aún si eres un intrépido aventurero, la vida no puede estar todo el tiempo en modo drama, suspenso o cualquier carga emocional, si fuera así, creo que las personas morirían más rápido, no lo soportaríamos o simplemente nos aburriríamos de tanto sube y baja brusco (NO, no lo digo de forma sexual ¡que conste, eh!) por eso se necesita paz, para luego poder sufrir y saborear mejor, todos los momentos.

Al fin llegué a casa, me sentía realizado, cosa que todos deben sentir siempre, cuando llegué de repente me gruñó el estomago y era algo raro, generalmente jamás me da hambre a esta hora, pero por cosas del destino, hoy si, era eso o porque cuando salimos Akane y Temma no paraban de hablar sobre postres y cafés maid, con todas esas señoritas, vestidas de sirvientas y, y... ¡NO! A mi me gusta Akane, fuera malos pensamientos ¡fuera!... Con ese debate moral-pervertido llegué a la cocina.

-Hola hijo- me dijo mi mamá.

-Hola mamá- le dije agarrando un emparedado de la nevera y un jugo de naranja.

-¿Cómo te fue hoy? pareces hambriento, eso es raro- me dijo sin verme, estaba leyendo una revista de moda, cosa de chicas.

-Pues tengo hambre porque mis amigos y yo comenzamos a hablar de comida y se me antojó- le expliqué.

-Amm...- me dijo con tono de que entendía –Ah por cierto a tu papá, mi querido, se le retraso el vuelo y pues ahora llega a en la madrugada- me dijo tranquila y yo... casi boto el jugo que había tomado.

-¡¿Qué?! ¿Hoy, mi papá llega hoy?- le pregunté incrédulo, no, no, no, esto no pasa ni en mis peores pesadillas.

-¿Oh?- me dijo ahora viéndome ¡¿Qué les dio a todas las mujeres de mi vida por decir "oh"?! -¿No te lo dijo Haru el lunes? Juraría que le pedí que lo hiciera- me dijo algo confundida.

Entonces pasó, mi mente rebobinó hasta el día lunes cuando bueno, ya saben... "Por cierto ¿recuerdas que papá venía dentro de dos semanas? Pues viene dentro de cuatro días"... ¡Nooooo, y no le creí al tonto de Haru!... le dije a mi mamá que si me dijo y me fui directamente a mi cuarto, esto es malo, muy malo ¿Por qué lo digo? Sino mal recuerdo una vez hablé sobre él y expliqué que era alguien muy estricto, obsesionado con el ejercicio ¿adivinen con qué está decorado mi cuarto? Si bien tiene anime y juegos, también tiene posters del gimnasio al que voy y pesas por todos lados, si papá me consigue con esto, se ensañará conmigo este fin de semana que esté ¡y si el entrenamiento de Shun me dejo hecho polvo, el de mi papá me mandará al otro mundo! Comencé a recoger todo apresuradamente pero de repente.

-Bum- la puerta se abrió de repente y de golpe.

-¡No me violes!- grité asustado y cuando vi bien quien era... -¡Maldito mocoso te profanare en estos días TENLO POR SEGURO, ME ASUSTASTES!- le grité al desgraciado de Haru.

-Je, je, je...- rió malicioso -Así te quería ver hermano ¡muerto del miedo por culpa de papá!- me señaló y todo el descarado –Pero no puedes guardar nada, mamá escuchó el ruido de tu cuarto y me mandó a decirte, que no puedes guardar nada, que papá merece saber que ahora entrenas y que si guardas algo, esta noche, estés o no dormido, ella entrara a poner todo en su sitio de nuevo- me dijo con una cara... que parecía que gozaba el momento.

The NerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora