Capítulo 10: Con una novia.

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-¡Vamos chicas, vamos!- se escuchaba en las gradas.

-¡Ganen chicas, ustedes puedes!- aclamaban animando a ambos grupos.

Era un juego voleibol un domingo, era la inauguración de Akane como parte del equipo de voleibol, todos estaban haciéndole barras a las chicas, junto a mi estaban Ami, vestida con un suéter manga larga de cuello de tortuga marrón, se le ajustaba mucho al cuerpo al punto de verse sexy... muy sexy, con una falda de tubo negra abierta hasta casi la cintura por un lado y unas botas altas marrones también, por otro lado, Tenma por otro lado iba todo de negro (creo que no tiene más ropa) camisa, pantalón y zapatos negros ¿y yo? Iba con una chamarra a cuadros marrón abierta con una camiseta amarilla adentro, unos jeans azul marino y unas botas negras y el estuche con la espada de torneo de mi abuelo, yo también tuve una competencia esta mañana antes que la de Akane y terminó cuando ellas ya llevaban un cuarto de juego, por suerte llegué para la mitad.

Akane se ve increíble, no me di cuenta de lo rápido que se hizo la estrella del equipo.

-Increíble- dije por lo bajo, maravillado por como jugaba Akane cuando algo me tapa la visión completamente -¿Mmmm?- apenas pude decir, cuando toco lo que tengo al frente son... ¡PECHOS!

-Si, si, si, increíble ¡increíble!- decía Ami ¡abrazando mi cara a su pecho!

-¡Ammmi, AMMMMI!- gritaba desesperadamente mientras le daba golpecitos ¡esas montañas que tiene por pechos me cortaron la respiración!

-¡¿Eh?!- escuché como se daba cuenta de lo que hizo y me soltó ¡aleluya y pude respirar! Dios, si es que no sobrevivo para ver como termina de jugar Akane –Lo sien... ¡Oh mira!- me golpeó la espalda y caí de cara en las gradas ¡mala! –Akane anotó otro punto ¡si!- gritaba histérica.

-... ¿Estás bien?- me preguntó Tenma dándome la mano para levantarme.

-S-si- le dije parándome con su ayuda.

-... La señorita Akane... lo hace muy bien- dijo viendo con detenimiento el juego.

-Si... es increíble- susurré -¡Vamos Akane, tú puedes!- le grité animándola.

-... ¿Me volvió la psicosis... o pareces más maduro?- me preguntó sorprendido.

-¿Y eso?- le pregunté inquieto.

-... Pues porque si la señorita Akane hubiese jugado... hace un mes... estarías pensando cochinadas... ó brincando como lo hace la señorita Ami- dijo señalando a nuestra amiga enfermera que parecía un conejo brincando y gritando como loca sin parar, me hizo reír un poco.

-¿Tan mala impresión daba?- pregunté avergonzado rascándome la cabeza.

-...En cierta forma... no, pero si... lo hacías- me dijo Tenma volviendo a ver el partido, oh ya anunciaban el final y como decía... ganó el equipo de la escuela.

Toda la barra de nuestra escuela se levantó eufórica mientras nosotros dos también lo hacíamos, yo en verdad festejé y Tenma bueno, él fue un "ehhh" de lo más apagado y Ami, bueno con decir que ¡hasta sacó un megáfono y nos dejó sordos, A TODOS!

A pasado un mes desde que mi papá murió... y todo va de maravilla, Haru ya no se comporta como chiquillo de siete, ja, si hasta se la pasa leyendo una y otra vez el diario que le dejó mi papá. Mamá está un poco más animada, a veces la veo muy triste y melancólica pero basta con que Haru y yo le preguntemos si está bien para que se recupere, por otro lado, el mejor amigo de mi papá, Mitsumoto, viene tres veces por semana a visitarnos, al principio solo yo hablaba con él pero después a las dos semanas Haru se unió y a los dos días mi mama lo hizo, ahora las cosas están muy bien para mí, por cierto, entre al club de kendo de la escuela, ahora me imagino que se preguntarán "¡¿Cómo lo hiciste si tu visión a larga distancia es igual que la de un topo por favor?!"... la respuesta es que mi mamá y yo decidimos mandar a hacer unos lentes de contacto, los uso solo para las prácticas, por otro lado, para entrar en el equipo, pues cuando me presenté ahí ¡todos me querían asesinar! Sin mentir, veía como todos los chicos me miraban con odio, pese a eso, el entrenador del equipo lo pensó bien, él no tomó en cuenta la estupidez de lo ocurrido de los vestuarios y decidió enseñarme lo básico una semana para ver si tenía talento o por lo menos si lo podía hacer bien, resultado... después de esa semana ¡vencí a la mitad de ellos! Yo en ese momento estaba que no cabía de la alegría, pensé que me tomarían en serio pero... solo lo empeoró, ahora soy la mano derecha del entrenador porque si me quedo solo con ellos... ocurren roces.

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⏰ Última actualización: Sep 14, 2015 ⏰

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