Capítulo 11

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Pov Jason:

Amanda Cherry se gira en cuanto escucha la voz de mi gemelo, y saboreo su mirada de pánico cuando se percata de que no es solo Damon quien está aquí. Si no los dos. Mis labios se curvan en una sonrisa lenta y cargada de satisfacción cuando sus ojos encuentran los míos. Sabe que está jodida. Y sabe que yo también lo sé.

—No. —Responde Megan con una rapidez admirable, y puedo ver la mano de Amanda apretar la suya. —Vamos a hacer una sesión de fotos nocturna.

Los labios de mi hermano tiemblan a causa de aguantarse la risa, mientras que yo asiento despacio con la cabeza como si me hubiera creído su patética excusa.

—Interesante. No sabía que eras modelo, Cherry. —Mi voz acaricia su apellido como un cuchillo envuelto en terciopelo, y puedo ver la sorpresa en sus ojos.

—No lo es. —Megan se apresura a volver a hablar, salvándola de nuevo. Es muy buena para improvisar bajo presión. Ni siquiera le tiembla la voz. —Pero en una de sus reuniones, el señor Thorne le dijo que era importante tener una buena presencia online. —El silencio se instala entre nosotros, hasta que ella vuelve a hablar, aparentando normalidad. —¿Vosotros sí vais de fiesta?

—Oh, no. Por semana hay que madrugar demasiado para poder permitírnoslo. —Finjo un tono tan casual como el suyo. Mis ojos vuelven a posarse en Amanda. Está rígida. Tiene prisa. Alguien la está esperando. Cada segundo es una silenciosa tortura para ella. —¿Necesitáis ayuda con las fotos? Tal vez podríamos haceros alguna a las dos.

—No es necesario. Gracias. —Responde Megan con una sonrisa fría. No ha dejado hablar a Amanda en toda la conversación, pero tampoco ha soltado su mano. —No voy vestida para la ocasión. Esta noche es para Amanda.

Damon, a mi lado, levanta una ceja, esbozando una sonrisa torcida.

—No sabía que te dedicabas a la fotografía. —Dice con la burla impregnada en su voz.

—No lo hago. —Responde de manera automática.

—Pues tal vez sería mejor que tengáis a alguien profesional. —Continúa Damon, y sus ojos se deslizan poco a poco hacia Amanda, disfrutando tanto como yo de la impotencia que se respira a su alrededor. —A Jason se le da de maravilla hacer fotografías. —Miente sin pestañear. —Podríamos pasar por nuestra mansión un momento. Las fotos quedarán mejor con una cámara profesional. 

—Tal vez en otra ocasión. —Por fin Amanda se digna a decir una palabra, y lo hace de manera cortante, dando un paso atrás con las obvias intenciones de irse.

—¿Y qué clase de fotografías vais a hacer? —La detengo antes de que pueda dar un paso más, apretando más la situación. —¿Artísticas o...? 

Veo como se gira de golpe, dedicándonos una mirada que pretende intimidarnos. 

—Haremos las fotos que nos salgan de los ovarios. Nos estáis haciendo perder el tiempo. No queremos estar toda la noche con las fotos. Así que si nos disculpáis... 

Damon suelta una carcajada, disfrutando de su atrevimiento, mientras que yo continúo sin dejarla marchar.

—Vaya, Cherry. Así no habla una señorita. —Me burlo, negando con la cabeza con una sonrisa que sé que la irrita aún más. —¿Qué pensarían tus amiguitos, tan elegantes, si te escuchasen hablar así?

Vuelve a frenarse en seco, y puedo ver como aprieta con más fuerza la mano de su amiga. Tras debatirse entre girarse o no hacerlo, parece decidir optar por salir huyendo como la cobarde que es, no sin antes dedicarme unas últimas preciosas palabras:

Velvet DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora