Capítulo 8

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Capítulo 8

Durante la noche, Antony estaba en su taller, acostado en su cama, escuchando una suave melodía.

Era de noche, él vivía en el taller, todo ello para reducir el gasto.

Estaba a gusto, sin camisa, pantalones cortos y zapatillas.

De repente, oyó un ruido en la puerta de acero, luego se levantó y fue a abrir la puerta para ver de quién se trataba. En silencio, dedujo que era alguno de sus amigos.

En ese momento, él estaba desconcertado por saber quién era. Sus ojos se estrecharon, se abrieron y salieron corriendo hacia un lado.

-¡Tú! ¿Qué estás haciendo aquí?

-Yo iba a la casa de Helena, y de pronto se cortó la electricidad en la calle estaba completamente a oscuras, me asusté y luego recordé el lugar más cercano y seguro... estaría aquí.

Antony la miró seriamente.

-Divertido, aquí no falta la energía.

-¡Extraño! - Ella respondió sonrojada y bajó la cabeza.

Un silencio vino y se fue poco después.

-¡Adelante!

Antony le dijo con educación y miró hacia atrás, hasta el interior de su taller.

La joven caminó lentamente, con los ojos fijos en las paredes. Se sentía un poco perdida allí.

-¿Cómo es vivir sólo?

Dijo caminando desde atrás.

-Es bueno y malo al mismo tiempo.

-¿Dónde está su familia?

Antony hizo una mueca. No esperaba oír esa pregunta.

-No quiero hablar de mi familia.

-¡Discúlpame!

Lany se disculpó mirándolo a la cara. Se dio cuenta de que parecía aturdido. Evitó mirar en su dirección con frecuencia.

-¿Aceptas un refresco?

-Sí.

-¡Ven! - La llevó a un viejo sofá.

Mientras que estaba tomando el refresco, Lany miró el lugar, cómo él vivía en ese entorno sin comodidades.

-¿Acostumbras trae muchas mujeres aquí?

-¿Cuál es la razón de la pregunta? - Preguntó mientras traía en la mano el refresco y se lo entregaba.

-Me disculpo, yo no debería haber preguntado eso. - Bajó la cara, mirando avergonzada.

-Ya que me preguntaste, yo te responderé.

Se sentó en un taburete de madera, frente a la joven y la miró a los ojos.

- Cuando yo quiero, yo traigo.

Una vez más los ojos del Lany recorrieron todo. -¿Y qué piensan ellas de eso?

-Lo adoran... Ellos piensan que es exótico.

-¡Hay gusto para todo! - dijo Lany y bebió el refresco en silencio.

Él continuó diciendo.

-¡Eres muy curiosa!

-¡Todos dicen eso! - Lo miró a la cara. - Mi hermano dice que la curiosidad mató al gato.

-Y también le dio siete vidas. - Bromeó.

Amor Ilusorio (Completo)Where stories live. Discover now