Perdida en el Horizonte

Nadie huye sin ninguna razón

Cap.8 Nadie huye sin ninguna razón

N.Harry

Busque en el bolsillo de mi chaqueta el regalo que compre a Nienor, no podía esperar a dárselo, la mire estirada en la cama con la cabeza hundida en la almohada, decidí despertarla, era capaz de seguir durmiendo durante toda la tarde, no se me ocurrió nada hasta que me acorde de lo que me hacia Liam cuando éramos pequeños, cogí un mechón de su cabello.

- ¿Qué?, ¡PARAA! - se quejo mientras se rascaba la nariz con un dedo,

-Despiértate de una vez, duermes demasiado, acabaras pegada a las sabanas- Dije mientras me reía

-Me da igual, nunca me dejas dormir por tus ronquidos- Al terminar, me tiró una almohada, la cual no llego a darme por la falta de fuerza con la que la tiro.

-Levántate, es un aviso- Le di una oportunidad

-¡NO!- dijo tapándose con la sabana esta chica nunca se levantaría y yo moría de ganas por darle el regalo.

-Esta bien, esta vez te quedas sola-

Fui hacia la cocina, cogí un vaso de agua, esto lo pagare caro, pensé, pero me lo perdonara después de todo. Iba acercándome con el vaso en la mano.

-Nienor, último aviso!- Grite antes de llegar a la puerta.

-TOMAA!-

- ¿Pero qué?- Estaba todo empapado- ¿Se puede saber desde cuando estás despierta?

- Te he seguido hasta la cocina, he visto tus intenciones y me he adelantado- Dijo riendo mirando mi vaso de agua.

-Esta te la dejo pasar, porque quiero darte algo, pero primero quiero cambiarme y por cierto ten- vertí mi vaso de agua por su cabeza.

-¡AHH!! idiota esta fría- Dijo dándome un golpe en la espalda, algo que no era nada para mí.

Después de secarnos se sentó a mi lado, intente sacar la pequeña caja frunció el ceño, era un típico gesto suyo cuando tenía curiosidad.

-¿Qué es eso?- dijo mas confundida cuando le mostré la caja pequeña plateada.

-Solo ábrelo por favor-

-Está bien- dijo mientras cogía de mis manos el regalo.

Un suspiro de sus labios salió, mirando aquel colgante.

-Se que no sabes cuál es el día de tu cumpleaños y me destroza no saber eso, no poder celebrarlo nunca contigo, pero aunque te suene lo más estúpido, lo compre pensando que te lo daría cuando se cumpliese un año del día en que te encontré-

-Es precioso- Dijo dándome un beso al que yo agradecí.

Lo cogí y se lo puse alrededor del cuello, el color plateado de la cadena le quedaba perfecto en su piel clara, una pequeña gota de cristal adornaba ahora su cuello.

-Me encanta esa idea que se te ha ocurrido, celebrar el día en que me encontraste, es perfecto, pero ¿Por qué me lo has dado ahora? - dijo mientras tocaba el colgante

-No lo sé, no podía esperar la verdad, quería dártelo ya-

-Me alegro de ello- Note su cálido abrazo, adoraba cuando sus brazos me rodeaban.

-Tengo que ir a recoger a Liam, nos vemos después, será mejor que te quedes esta vez, solo hablaremos y Marie vendrá como siempre, así que no estarás sola-

-Sí, no hay problema, te veo esta noche- Me sonrió

Cogí mi chaqueta y me dirigí hacia mi coche, por primera vez me sentía mal por dejarla.