(Capítulo 35) /Penúltimo./

209 6 1
                                    

*NARRA ALI*

-Hermosa, hermosa...-Dijo un hombre barbudo.

-¿Qué ha pasado?-Pregunté extrañada. Me dolía la cabeza. Un golpe quizás. Es verdad, mierda, el accidente. De repente recorde cuando el coche venía de frente a nosotros. Cuando Harry y yo íbamos cantando. Espera, ¡Harry!

-Ha...Harry.

-Tu chico está ahí, con mi mujer. Está inconsciente.

-Voy a verlo.-De repente, un inesperado pinchazo en la espalda y en el tobillo.

-Mierda...-Susurre.

-Es mejor que espere, la ambulancia está a punto de llegar.-Aparte la mano del señor que impedía levantarme y fui hacia Harry, coja.

-Perdón...-La mujer inmediatamente se fue y me dejó a solas con mi novio.

-Ha...Harry.¿Cómo estas?-Él abrió un ojo, con el que me vio. Luego lo volvió a cerrar.

-Ali, te amo.-Consiguió decir al fin.

-Harry, espera.¡No! Osea no. Esto no...No es una despedida.

-Ali, me muero.-Una herida que sangraba estaba en la cabeza de Harry.

-No joder no. Harry, tu y yo estaremos siempre juntos. No puedes dejarme.-Empecé a llorar desconsoladamente.

-Ey, princesa, no llores,aprovechemos los minutos que tenemos.

-¡Nooo! Minutos no. Años, nos quedan años. Tienes que seguir conmigo hasta que llegue la ambulancia.

-No puedo. No tengo fuerzas.-Su voz se fue apagando.

-Piensa en tu y yo paseando por la montaña.

-Por la playa, me encanta la playa.

-Si, vale. Por la playa entonces. Harry no me dejes, te amo. Si te pierdo me metere monja.

-Ali, por favor. Tienes que seguir adelante. Volverás a amar.

-No. Sólo te puedo amar a ti. Eres mi vida.Eres único.-Lloré y seguí llorando.

-Ali, no me perdonaria que estuvieras triste por mi culpa.

-No te vayas, aguanta. Sigue pensando en la playa.

-Si...-Cerró los ojos.-Te quiero.-Sonrio. Una sonrisa forzada para que me sintiera mejor. Para que supiera que él es fuerte. Y sonrio con las pocas fuerzas que le quedaban.

-No Harry, Dios no quiere esto para ti. Ni para mi. No podré seguir adelante. Necesito recuperar el tiempo perdido.

-A...Ali.

-No por favor Dios. Harry te amo, eres mi vida.

-A...Ali, te quiero.-Suspiro. Su último suspiro.

-Nooo, no, no.¿Harry? Harry, te necesito.-Lloré encima de su pecho. La respiración se me cortó unos sengundos. Ojala no hubiera vuelto. Él amor de mi vida había muerto en mis brazos. Hubiera dado mi vida por él. Por su vida. Yo le amaba de verdad. La mujer vino por detrás. Me agarró del hombro y yo la di un abrazo. Necesitaba un hombro en el que llorar. Normalmente quería el de Harry, pero el ya no estaba. Sus venas, su sangre, su corazón ya no funcionaban. No me lo perdonaria nunca. Él era mi todo. Gracias a él yo sonreia. En ese momento recordé momentos a su lado, momentos únicos. Como la primera vez que me habló: "Hola, soy el amor de tu vida, pero puedes llamarme Harry, Harry Styles." o cuando el día de la sorpresa: "Si tiramos la toalla será para ducharnos juntos." o simplemente cuando me dijo: "Ali, te quiero." Todos y cada uno de esos momentos formaron un Nosotros. Un Nosotros que él y yo completabamos a la perfección. Y las peleas eran lo mejor, ellas no hacían más fuertes, más grandes. Él me hacia grande. Su pelo moreno rizado, sus ojos azules verdosos y su preciosa sonrisa formaban al Harry por fuera. Pero el Harry de dentro era un persona tierna, amable, complicada de entender,pero yo le entendía. Cariñosa, buena persona, agradable. Mis amigas decían que murió pensando en que me quería. Pero yo, estoy segurisima en que murió pensando en un él, un yo, un nosotros, un paseo, una playa. Todo unido. Porque eso unido hacia un día perfecto. Él era perfecto. Cada una de sus sonrisas me gustaba un poquito más. Hoy me quería más que ayer pero menos que mañana. Este era el final de nuestro libro, en el que él era cada página, cada palabra, cada letra. Pero esto ya no era ni un punto y a parte, ni un punto y coma. Esto era un punto y final. Uno que duele, pero es así. Como ese final del libro que llevas leyendo meses y se acaba sin dar explicaciones de todas tus dudas. Que en cuanto se acaba notas que te falta algo que hacer todas las noches antes de dormir. Duele como cuando te clavas una astilla en el dedo cuando eres pequeño y no se puede sacar. Pues este recuerdo era lo mismo para mi. Un pequeño palo, molesto, difícil de sacar. Ahora en adelante debería vivir la vida como el me dijo. Sólo que no podía imaginar todo lo que venía después.

Le odio, pero le necesito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora