3. Cinco minutos de vida

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Cierra tu mente durante los próximos cinco minutos.

Atención, esto es solo una reflexión que, mientras la escribo, disfruto

Olvida tus ideas y creencias, estés feliz o estés de luto,

no hay necesidad de pensar, solamente rinde tributo.


Rinde tributo a tus ojos, la razón de que estés leyendo,

valora que más nunca volverás a ver lo que ahora estás viendo

valora a los dos testigos de tu universo en movimiento,

valora el poder abrirlos cada vez que esté amaneciendo.


Rinde tributo a tu piel, tu abrigo y compañera fiel,

valora sentir calor y frío, y al baúl de todo placer

valora sentir las caricias del viento por más que no lo puedas ver,

valora el refugiarte en un abrazo y que un beso te haga estremecer.


Rinde tributo a tu lengua, partícipe de tus palabras,

valora su capacidad para hacer que múltiples puertas se abran,

valora saborear la amargura, déjate envolver en la dulzura

valórala y úsala con precaución, cuando influya en tu temperatura.


Rinde tributo a tu nariz, protagonista de tu respiración

valora cada suspiro, valora cada inhalación

valora el aroma del café y cada mañana habrá inspiración

valora que el olor de un perfume despierte en ti la pasión.


Rinde tributo a tus orejas, oradores de tu realidad,

valora escuchar palabras que te llenen de vitalidad,

valora esa música que al oírla, habla de tu personalidad,

valora cada minuto de silencio y piérdete en su inmensidad.


Todo lo anterior es temporal y aplica en todos por igual,

es un tesoro llamado "vida", una campana hecha de cristal

que recibe miles de golpes, lo importante es hacerla sonar.

Todos tenemos una diferente, pero todas se van a quebrar.


Cada mañana respira profundo, llénate del sol y su resplandor,

atesora cada victoria, aprende y aplica de cada error.

Multiplica tu motivación, haciendo uso del corazón,

no del que bombea tu sangre, sino del que guarda cada emoción.


El tiempo que usaste para leer esto es un tiempo que no recobrarás,

aunque sólo sean cinco minutos, ya no volverán jamás,

queda en ti si fueron perdidos o si los multiplicarás.

Esto es otra semilla sembrada, que espero pronto ver germinar.


Zoran Stojanovich (2010)

Crear, Luego ExistirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora