Prueba de mi existencia

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Versos destinados a despedir al presente poemario, en los cuales se mencionan a cada uno de los poemas que lo conformaron. A ti, que lees estas palabras, gracias por acompañarme en este gratificante recorrido.


Tú, que lees esta, mi obra, mi recuento vivencial;

tú, que regio has navegado esta, mi laguna mental;

te agradezco profundamente haber llegado hasta el final,

concluyendo esta travesía entre memorias de un mortal.


Aquella voz que se escuchaba, un álter ego que llamaba

en la mente de un joven que su primer verso plasmaba;

imaginaba que en un mundo paralelo ingresaba,

dedicando cinco minutos de vida a aquello que pensaba.


En silencio escuchó a Cruz y Cara discutiendo,

estableciendo cada uno la promesa de seguir viviendo.

Casi a punto de caer, halló el equilibrio a tiempo;

muchas señales vio, él las siguió por un camino incierto.


Ese joven fui yo, el mismo de la incertidumbre,

el mismo que tras un reinicio halló una nueva cumbre.

Al subirla me envolvió una calidez atrapante;

mi alma entera suspiró como en un juego de amantes.


Con mi mano coloqué un punto en una línea que proyecté en trazos,

elegí con terquedad el primero que marcó mi brazo

Cada verso elegido de mi alma es un retazo

y ahora las siguientes líneas marcan el último paso


Viva inspiración me guió en cada parte de esta secuencia;

firme decisión me llenó de fuerzas y consistencia;

vasta reflexión que conllevó a esta obra en consecuencia;

sólida creación que hoy brinda la prueba de mi existencia.

Zoran Stojanovich (2015)

Crear, Luego ExistirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora