-Capitulo 19-

310 36 5
                                    

•Dos semanas después•

-No... Si al final llegamos tarde...- digo dando golpecitos al suelo con el pie

-Lidia... Quedan dos horas para entrar a trabajar. ¡¿Como vamos a llegar tarde?!- dice parta inflando la nariz

-Si es que esta no se despierta- digo señalando a Marian la que esta dormida y es ajena a todo ser que esta a su alrededor

-Que quieres- dice Marian de mala gana.

-Que te levantes-

Se sienta en la cama maldiciendo en voz baja y sale de su habitación.

-Ves, no era tan difícil.- digo y pongo cara de victoria

-Vete a la mierda, tonta. Que eres tonta- dice Marian mientras se prepara un colacao en la cocina.

-Lo que tu digas- digo riendome

Finalmente, Marian se vistió y peino y maquillo y lo que quiera que haga por la mañana. Y, adivinas cuanto tardó. Una hora. ¡Una hora! Menos mal que le insistí para que se levantase.

-¿Estays ya?- pregunto en voz alta, para que todas me escuchen.

-Tienes tu mucha prisa hoy...- dice Marta mirándome raro.

-Yo si, es que hoy voy a coger el turno de Marian- dice Maria y se pone roja.

-Ja. Ni de coña- dice Marian bajando las escaleras.

-Vamonos ya, anda- dice Marina

-Yo conduzco- digo cogiendo las llaves de la mesa

-Vale, menos trabajo para mi- dice Marta riéndose.

Nos vamos para el parking y nos montamos en el coche. Como todos los días ponemos el disco de Pablo Alboran y/o el de Mujeres y Hombres y Viceversa. Nos encantan esas canciones.

-Hoy me toca a mi, guarras- dice Marian sentándose a mi lado, en el asiento de copiloto.

-Vale, fiera- dice Marina riéndose

No se por que, pero a todas nos gusta el asiento de copiloto, personalmente, me gusta mas conducir.

Arranco el coche y miro prñog el retrovisor a Marta, Maria y Marina, que desde por la mañana ya están haciendo tonterías.

Quince minutos después sigo escuchando a Marian berrear, si berrear, por que Marian lo que hace es berrear, no cantar. Y bueno, las de atrás no se quedan cortas, menos Marta. Marta sabe cantar y además muy bien. Y yo mejor me callo y no canto, si no va a parecer que estamos invocando al demonio.

-¡Oooooohhh! ¡¡Nanananaaaaaa!!- marian esta en el intento de cantar Chandalier, pero aparte de que no se la sabe, no canta bien.

-Cantale así a Carlos, aver cuanto tarda en salir corriendo- digo riendome

-Tu te callas, que cantas igual, o, peor que yo- dice haciéndome la peseta.

-Tonta...

-¡Lidia!- escucho chillar a Marian y a los segundos un fuerte impacto que proviene de mi derecha.

Escucho gritos y fuertes golpes, joder, creo que estamos dando vueltas de campana. Después de eso no recuerdo nada mas.

------------------------------------------------------------------------
•Seis horas después

Hasta el final de mis dias (Alvaro Auryn)™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora