Capítulo 7

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—¿Alguna de ustedes entrará a besar a algun chico?- pregunta Christopher mirandonos a Sarah, Hanna y a mi.

—¡es el turno de Jake Ryan!— Grita una de las chicas a quien pertenecía al puesto de besos, misma chica que venía con un gran grupo de chicas que se ponían a hacer una larga fila en el puesto.

Increíble y llamativa manera de abrir el puesto en día sabado, poniendo a uno de los chicos mas interesantes del curso, pero ¿Jake no había renunciado a participar? Beth había mencionado eso la noche anterior, al igual que él, pero de todas maneras que rayos me importa.

Siento escalosfrios cuando mi estomago se revuelve al ver a mis dos amigas desaparecer de nuestro lado para ponerse a la fila, ambas levantan sus manos haciendome señas de que me acerque, pero me niego. Quería pensar que Jake no estaba realmente dentro del puesto pero tambien pensaba en el por qué él se negria a besar a un montón de chicas hermosas, no tenía una respuesta.

Me escabullo sigilosamente por entre la gente hacia el puesto de besos, pero por la parte superior, dejando a mis amigos atrás hablando de lo que sea que hablan los chicos. Respiro profundo cuando estoy a un paso de entrar hasta que aparece Sam, otra de las chicas que participaba en el puesto.

—Hola— digo sin mas con una sonrisa en mis labios.

Ella sonríe también —Hola, Cassie— me saluda.

—Lamento interrumpir, solo quería saber si es que se encuentra Jake porque debo pasarle algo y...

No sé que carajos hacía aquí, ni por qué me importa sabes si él estaba ahí dentro.

—No— me interrumpe — Ayer hubo unos problemas y él decidio no participar, pero seguramente ande por la feria.

Asiento sintiendome casi satisfecha con su respuesta—esta bien— asiento — Muchas gracias, Sam.

Nuevamente me regala una sonrisa amable la cual devuelvo antes de volver al lugar en donde estaban mis amigos, me cruzo de brazos viendo como una por una de las chicas comenzaba a entrar al tan ansiado puesto.

—Él no esta ahí dentro— Digo en voz alta llamando la atencion de mis dos amigos.

—puedes gritarlo, pero sabes que ninguna de ellas se quitará de la fina— dice Noah con una sonrisa burlona mientras me mira.

Rodeo los ojos de mala gana y miro a mis dos amigas que se veían bastante emocionadas al igual que las demás chicas que estaban ahí. Llevo una de mis manos a mi pecho y muerdo mi labio inferior pensando en cómo le diría a mis amigas sobre lo que había pasado la noche anterior, no quería mentirles, pero las conocía, en cuanto escucharan de mi boca lo que habia pasado y lo que él me había dicho ellas no me creerían, no después de lo mal que hablaba de Jake y probablemente pensarían que me traigo algo entre manos.

—Te invito un helado— murmura Noah acercandose a mi costado.

Saliendo de mis pensamientos asiento regalandole una sonrisa mostrando mis dientes. Quería que mis amigos supieran y me aconsejaran sobre todo lo que había pasado, quería entender, quería aclarar mis pensamientos con respecto a Jake y quería tener respuestas.

Tomo el cono de Helado que Noah me ofrece despues de pedir cada uno un sabor distinto, me río de algo que Noah le dice a la vendedora con intenciones de coquetear, cosa que no sale bien cuando ella menciona a su novio.
Mi amigo va maldiciendo un par de cosas mientras nos acercamos nuevamente a donde estaba Christopher quien soltaba una risa ronca y divertida cada vez que salía una chica con mala cara del puesto, y sabíamos la razón.

—¿quieres?—Le ofrece Noah a Chris siendo amistoso.

Él niega haciendo una mueca de disgusto— odio la mora, hermano— me mira señalando mi helado— dame un poco de ese por favor, Cassie— sonríe.

Asiento dandole una tomada a mi helado antes de acercar este a pocos centimetros de su cara, él se inclina para darle una gran mordida la cual detiene cuando por instinto acerco mas mi helado estampandolo contra su cara.

—No puede ser— quedo pasmada ante mi accion lo que enseguida me causa un ataque de risa junto a Noah quien escupe de su helado para reirse exageradamente llamando la atencion de algunas personas. 

—Mierda— dice Chris comenzando a pasarse los dedos por la cara quitandose el resto del helado que le había quedado.

Le doy golpes de no aguantar la risa a Noah quien se estaba ahogando con su propia risa. Amaba a estos chicos, ambos amigos de hace varios años y siempre los mas cercanos en los peores momentos. Siento la mirada amenzadora de Christopher cuando Hanna y Sarah llegan junto a nosotros sintiendose excluidas al instante del por qué nos reiamos.

Noah seguía insistiendo en entrar a la casa del terror, casa de la que habian salido llorando ya varias personas, casa que aun así todos accedimos a entrar con él.
Podía sentir la calor dentro del lugar oscuro en el que nos habiamos metido, de no ser por las luces rojas de cada esquina del cuarto no veriamos absolutamente nada, pero lograbamos ver los pasillos en donde debiamos caminar. Tomo la mano de Christopher y la de Hanna quedando entre ellos seguidos por Sarah y Noah al final.
El juego trataba de caminar todos tomados de la mano aguantando incluso el peor de los sustos sin soltarse hasta llegar al final del juego, pero lo peor no eran los sustos de personajes aterradores de peliculas, lo peor era que si llegabas a soltarte lo mas probable es que los mismos personajes te ensuciaran con pintura o polvos de colores para que la gente se riera de ti.

—No me gusta, me quiero salir— siento mi garganta arder a causa de los gritos que había pegado solo al principio del juego. —se que nos reales, pero quien sabe si esto se vuelve una pelicula de terror con algun asesino en serie escondido aq...— Sale Jeffrey Dahmer.

Con lo poco de aire que quedaba en mis pulmones pego un grito horrible a la vez que me suelto de mis amigos y corro lo mas rapido que puedo para salir del juego tan horrendo que había elegido Noah. Empujo las puertas de salida con fuerza lo que me hace caer de rodillas en el arena fuera del juego. A menos estoy afuera. Pienso poniendome de pie y sacudiendo mi ropa.
Christopher y Hanna salen corriendo tomados de la mano seguidos por Noah que cae de cara al piso causando gracia a todos los presentes, gracia que se propaga más cuando por ultimo sale Sarah totalmente embarrada con polvos de colores de pies a cabeza.

—Te odio, Noah— dice ella señalandolo cuando este se pome de pie.

—No te molestes, nena— habla Noah aun quitandose arena de la cara y posando uno de sus brazos sobre los hombros de Sarah.

Esta lo empuja sin alejarlo del todo—llevame a casa, no puedo andar así como payasa por todos lados. —refunfuña.

Noah rodea los ojos, le da un besito en la mejilla esperando una palabra de cariño y se despide haciendo una señal de comando cuando se va junto a Sarah.

—¿sera que es legal que los del juego hagan eso?— pregunto para mi misma refiriendome a lo de Sarah.

—¿Será que ahora vamos a la rueda de la fortuna?— Pregunta Hanna mirandonos a Chris y a mi.

—Si— acepto con una sonrisa — ¿nos dekarán subir a los tres juntos?

—si es que quieres tener una muerte rapida cuando caigamos, si, seguramente nos dejan— murmura Christopher.

Arrugo mi nariz dandole una mala mirada haciendo que este ría levemente negando con la cabeza.
Ahí estaba la rueda, tan bonita y llamativa con tantas luces y con una pareja en cada asiento como era usual, por algo algunos le llamaban la rueda del amor.
Que bueno que tengo un compañero, miro al oso que aún traía en brazos y rio internamente al sentirme tonta por mi pensamiento tan inocente.

—mi oso no paga, ¿verdad?— bromeo con el chico que pasaba por la fina vendiendo los boletos de entrada.

—Puedo subir contigo si me lo pides— se ofrece.

—Vaya que oferta tan intersante, pero...— levanto el brazo de mi peluche— ya tengo un acompañante.

Él suelta una leve sonrisa asintiendo mientras sigue su camino. Me doy media vuelta quedando frente a Hanna y Chris que hablaban de lo alta que era la rueda y lo hermosa que se veía bajo el anochecer. Miro al igual que ellos la rueda que por un momento me parece demasiado alta para mi gusto, trago en seco negando y llamo a Hanna tirando levemente de su sueter para decirle que esta vez no me subiría, y mucho menos sola con la compañía de un oso que en caso de caída no me salvaría ni un dedo.

Caseta De Besos © (Siendo Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora