Ya lo sabía.
Era obvio, bastante obvio. Siempre regresaba los martes para ver si la flor seguía allí. Solo a dar un simple paseo por el lugar y después marcharme.
Nunca estaba. Podía sentir que eras tú la que se la llevaba. Mi corazón me decía eso, y en ese momento le creía más a él que a mi cerebro.
Me alegró mucho que te dieras cuenta de mí, de mi existencia.
Sin embargo, eso no me dio el valor suficiente para hablarte. Aunque todo estuviera yendo por un buen camino, aunque sabía que ya no era alguien invisible para ti, la timidez parecía ganarme.
Por eso, al siguiente lunes, el turno le llegó a la rosa azul.
Porque aquella espera eterna me martirizaba.
Tal vez a ambos.
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Pétalos efímeros
ContoFlores de múltiples colores, pétalos elevados al aire. Vidas perdidas, amores fugaces. ¿Es posible que el viento se lleve aquel amor que nunca fue? Una hermosa portada hecha por @vicesaremadeofpain ♥ Está absolutamente prohibido copiar esta historia...