Una despedida

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Hola.

Bueno, no sé cómo empezar... Esto es difícil para mí, ¿sabes? Debería decir, primero que todo, que te quiero.

Sí, Chris, te quiero. De seguro pensabas que no lo hacía, lo sé. Y puedo aceptarlo, porque sé cuán complicado es entenderme. Incluso yo a veces ni me entiendo.

Pero en esta carta solo quiero que sepas unas cuantas cosas.

Soy muy frágil, Chris. Sé que debes de pensar que no es así, que soy fuerte. Sin embargo, debes entender que la frialdad no es lo mismo que la fortaleza. Aparento muchas cosas, mas no soy eso en realidad.

Me duele saber que todo este tiempo estuviste engañado, creyendo algo que yo no soy ni seré jamás. Me tienes en un pedestal alto, me ves como una reina y en realidad soy todo lo contrario. Chris, a veces el amor te ciega, ¿no es así?

Estoy dañada. Mi mente es un revoltijo completo, no encuentro la salida a mis problemas y a veces otros se añaden a la lista. Y tú no necesitas vivir con eso. Eres una persona demasiado buena para mí y no puedo permitir que sigas en mi vida.

¿Sabes por qué te dejé aquel lirio azul el otro día? Porque lo reconocerías. Sabía que lo tomarías como una señal y así fue.

Ahora bien, ¿sabes por qué quería verte de nuevo? Porque me estaba ahogando. Me estaba ahogando en aquellas palabras que necesitaba sacar de mí. No tenía a nadie para hablarle, estaba sola. Pero luego te recordé y supe que no me fallarías.

Y nunca me has fallado, Chris.

Eres especial, muy especial y no sé si te valoro lo suficiente. Lo sé, debería hacerlo, pero el miedo me invade y no puedo evitar alejarte de mí, de mi vida. Y eso es lo que estoy haciendo justo ahora.

No soy lo suficientemente buena para ti, así que debo dejarte ir. Mi amor, no creas que te olvidaré. Tampoco creas que no fuiste importante para mí, porque en realidad has sido más valioso de lo que piensas. Pero alejarnos es lo mejor. Encontrarás a alguien que te aprecie lo suficiente, que no esté medio chiflada y que te ame como lo mereces.

Desearía ser esa persona.

Por esa razón y por otras más, las cuales seguramente nunca sabrás, te digo adiós.

Gracias por todo. Gracias por las flores. Gracias por los buenos momentos.

Gracias por brindarme un amor que nunca merecí.


PD: Llevo guardado un pétalo de cada flor que me diste. Siempre te recordaré, Chris.


Hasta nunca,

Olive.


Pétalos efímerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora