Corazón Aliado (One-Shots)

"La apuesta"

Dedicado a @LuceroLalala quien fue la primera en comentar y eligió "Franco y Azul".

***

Franco entrecerró los ojos y se cruzó de brazos acurrucándose aún más en el sillón, si es que era posible, mientras sentía que su novia reía a sus espaldas. Sabía que ella se estaba divirtiendo con todo esto. Él era el único que se sentía inquieto y desesperado con lo que estaba pasando. Recordaba perfectamente como había comenzado todo, sólo había sido una simple plática que había terminado en una apuesta que lo estaba descontrolando. "No aguantarías ni un día sin besarme" le había dicho Azul cuando de un momento a otro habían cambiado la plática que trataba sobre la nueva canción de la banda, al tema de los besos. Aún no entendía como habían terminado hablando de eso, pero sabía que él lo había arruinado todo cuando le contestó que podría estar toda una semana sin un beso. Claro, todo por su orgullo.

Pero Azul no se había enojado, todo lo contrario, se había reído para luego decirle que entonces no podría besarla por una semana. Obviamente Franco iba a negarse a esa estupidez, pero entonces pensó que si se negaba quedaría como un débil y que ella tendría razón en su teoría. Por ende, terminaron apostando. Si él aguantaba una semana sin un beso, ganaba. Sino, Azul sería la ganadora.

Franco resopló. Tan sólo habían pasado tres días, y se le estaban haciendo eternos. Y Azul riéndose de él no ayudaba en mucho, además de que cada vez que se despedían cuando ella se iba a los ensayos con la banda o cuando se levantaban en la mañana, Azul siempre lo besaba en la mejilla muy cerca de su boca apropósito. Y para peor, justo esa semana los padres de Azul se habían ido de viaje por su aniversario y los habían dejado al cuidado de la casa. Si hubieran estado en el hotel, sabía que sería mucho más fácil ya que el lugar era grande y había mucha gente, por lo que sería más fácil no cruzarse.

De igual manera, él no se iba a dejar ganar, no esta vez.

Volvió a resoplar, esta vez con un dejo de molestia y se paró volteando a ver a Azul, enojado. Ella, que estaba sentada junto a la mesada de la cocina con una manzana en su mano, lo miró intentando ocultar su sonrisa. -No te enojes conmigo, vos fuiste el que aceptó apostar por orgulloso.

- ¿Cómo es que estás tan tranquila? Esto es como si estuviéramos separados. -Dijo Franco acercándose a ella, percatándose de que de alguna manera Azul debería estar en su misma situación, pero ella no parecía tener algún tipo de problema.- ¿No extrañás mis besos? 

- Viví casi dieciocho años de mi vida sin besarte, puedo aguantar una semana. -Franco bufó como si fuera un niño pequeño. Azul tan tranquila y él se sentía una bomba a punto de estallar. No lo entendía, se suponía que ella también estaba enamorada de él, ¿entonces porqué parecía no importarle que no la besara?. O es que él era muy débil o ella no lo amaba.- Veamos una película, así te distraes. -Franco salió de su nube de pensamientos e hipótesis y se encontró con que Azul lo arrastraba nuevamente hacia el sillón.

- Pero las películas son para besarse. -Dejó de caminar haciendo que Azul también parara y volteara a verlo.

- Las películas son para verlas, Franco.

- No, hagamos otra cosa. -Llevó una mano a su barbilla, pensativo. Luego levantó el dedo índice demostrando que tenía una idea.- Ya sé, juguemos al voley.

- ¿Qué? -Azul lo miró extrañada.

- Voley, así estamos separados, y con una pelota de por medio. Y como sería una competencia, no tendría ganas de besarte. Si no, de ganarte. -Explicó. Luego añadió, cambiando completamente de tema- ¿Vos me amas?

Ella frunció el ceño, confundida con el rumbo de la conversación.

- Si ¿por qué?

- Porque no te molesta no tener que besarme por una semana -respondió.