Así pasaron semanas, meses, sin que Lupin volviera a sentir algún adelanto de parte de Sirius y viceversa. Sirius estaba distante y Remus no se quedaba atrás. Si bien habían prometido aprobar las futuras parejas de ambos Sirius siguió con su camino de mujeriego,pero ya sobrepasando sus límites. Llevaba chicas a la habitación en días de semana, pensando que todos estaban dormidos, aunque era claro que no era así, pero a él no le importaba nada más que su revolcón, o eso pensaba Remus mientras escuchaba los disgustantes gemidos de la cama de al lado, tratando de poder dormir en paz.
Las mañanas comenzaban con "Drive my car" interpretado por Sirius a todo volumen y un jugo de calabaza con el cual (probablemente) Lupin resistiría hasta los bocadillos nocturnos que se mandaba a plena madrugada por la puta ansiedad que su situación le generaba.
Era un miércoles a las tres a.m. y ya era hora de uno de los anteriormente nombrados bocadillos. Se levantó y se dirigió hacia el baño de su cuarto. Estaba horrible en todo aspecto, las ojeras le caían de un color que hacía parecer que le habían dado el mayor puñetazo de su vida. Acababa de salir de otra fase de Luna llena, por ende, las cicatrices en su rostro estaban más notorias que en otros momentos, tenía algún que otro grano por el chocolate que consumía durante las noches y su nariz estaba totalmente colorada. Sus dientes se estaban poniendo levemente amarillos, a pesar de que se los lavaba todos los días. Y se podría decir que prácticamente,vivía enfermo o resfriado o algo así.
Si antes pasaba mucho tiempo en la biblioteca ahora pasaba todo el tiempo posible allí, para lo único que salía era para asistir a clases e iba a su cuarto solo a dormir y asearse, el resto del día lo pasaba rodeado de libros de texto bastante aburridos hasta para él.
Una de las pocas cosas interesantes que sucedieron en ese momento fue que James por fin le declaró su amor a Lily, quién le correspondió. Un evento muy hermoso para los Merodeadores, y muy feliz para todos (menos Severus Snape, por supuesto).
Lupin nunca había atravesado tal depresión en su vida, ni siquiera todos los rechazos de su padre juntos podrían compararse al dolor que sentía en ese momento.
-¿Remus?-Preguntó una amable voz conocida, era su nueva "cuñada política", Lily Evans.
-¡L-Lily!- Comentó Lupin saliendo de su transe, mientras se secaba una que otra lágrima.
-Los chicos te estan buscando -Dijo ella pasando a sentarse a su lado, algo preocupada por verlo así.- ¿Qué sucede?
-Lo siento... Yo no... No quiero hablar de eso -Respondió con algo de frialdad. Antes muerto que demostrar lo que sentía, claro.
-Lupin...
-Dime Remus -Le dijo con una sonrisa, tratando de que ella deje de preocuparse.
-Remus... -Volvió a repetir con una pequeña sonrisa en los labios.-Los chicos te extrañan... Un cuarteto no esta completo sin un cuarto integrante... ¿Sabes? Y ellos... Ustedes son cuatro, no tres.Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta... Les haces falta... -Posó su mano sobre el brazo de Lupin, mirándolo con unos ojos que expresaban complicidad y que prometían que no lo iban a juzgar.
-Verás... Hay algo que esta pasándome... No muy bonito, me trae enfermo en todo aspecto.
-¡Y súper enfermo! -Lo interrumpió Lily.- ¿Hace cuánto no comes algo, Lupin?
-¿Cuentan las barras de chocolate a la madrugada y el jugo de calabaza?
-No.
-Entonces semanas.
-¡REMUS JOHN LUPIN!
-¡Sh! ¡Estamos en la biblioteca! -Trató de calmarla un poco, tomándola de los hombros y tratando que se siente.
-¿Como que hace semanas te mantienes así? Por eso estas con esas pintas, por supuesto ¿A qué ser mágico en su sano juicio se le ocurre algo así?
-Remus Lupin, presente -Levantó su mano, algo avergonzado.
-No bromees con esto, Remus.
-¿Prometes no decir ni una sola palabra de todo lo que te voy acontar a continuación, verdad?
-Palabra de Bruja.Y así fue como Lupin depositó su confianza en alguien fuera del entorno de sus tres amigos por primera vez en su vida. Y se sentía bien sacar todo y tener una vista exterior del asunto. Lily fue totalmente comprensiva con él, nunca soltó ni una risa y lo escuchó atentamente hasta que terminó. Nunca había encontrado tanta confianza en alguien, así Remus se dió cuenta que Lily sería la mejor madre que cualquier niño podría pedir, y que tenía todas las cualidades de una Gryffindor hecha y derecha.
-Oh Lupin... -Dijo ella casi llorando cuando Remus terminó de contarle toda su tragedia. -Me imagino lo horrible que debe ser tu situación...
-No tiene importancia, ¿sabes? Uno... Uno aprende a vivir con eso tarde o temprano.-No, Remus, no puedes vivir pendiente de lo que Sirius haga o deje de hacer y lo sabes. Vas a morir de tristeza si sigues así... ¿Te has visto en el espejo?
-Sé que estoy arruinado tanto por fuera como por dentro. Lo noto cada madrugada.
-Tienes que hacer algo... En serio, hasta a mi me duele verte así.
-Eres muy dulce Lily, James tiene suerte de tenerte como novia. Pero, lo único que tengo que hacer ahora es ir a pociones... ¿Te gustaría hablar luego? -Se levantó de su silla con una sonrisa en sus finos labios.
-Hablaremos luego, tenemos que solucionar lo tuyo -Esta suspiró y se dirigió son Remus hacia el salón correspondiente a su clase.-Bien alumnos... -Exclamó en profesor de pociones luego de pasar lista. -Hoy aprenderemos sobre pociones muy poderosas... ¿Alguno de ustedes conoce la Felix Felicis?
Una chica de Ravenclaw levantó la mano.
-La Felix Felicis es una poción también llamada Suerte Líquitda,trae suerte a cualquiera que la beba.
-¡Diez puntos para Ravenclaw! -Exclamó el profesor contento,mostrando a todos el frasco.- La Felix Felicis es una poción extremadamente complicada, que causa que el que la beba tenga suerte en todo lo que realice por un tiempo determinado.Se escucharon exclamaciones de emoción de parte de todos. Menos de Lupin, claro, estaba muy ocupado mirando a Sirius como para darse cuenta qué demonios pasaba a su alrededor.
-Bien, bien, bien... Ahora, la próxima poción que les voy a nombrares una posión aún más poderosa que la anterior... -Sacó un frasquito con un líquido rosa y señaló un caldero con el mismo líquido burbujeando.- Bueno, más que una poción es un filtro, un flitro muy poderoso llamado Amortentia...
Se volvió a oír las exclamaciones de emoción de todos.
-No saben que es, ¿verdad?
Y, de una manera muy cómica todo el mundo negó con la cabeza a la vez. El profesor rió.
-La Amortentia es un filtro que, quién lo beba, se enamorará perdidamente de quién la realizó. Una de sus características más curiosas es que, quién la huela, sentirá los tres olores que más ame en todo el mundo, ¿algún voluntario?
Todo el mundo levantó la mano, excepto dos merodeadores. Uno a cada esquina del salón.
-Señor Black, asómese... No tema.
Sirius se acercó al profesor y al caldero, demostrando nervios al caminar.
-Vamos, díganos qué huele...
-Huelo... Césped fresco... Cerveza... -Una torpe y hermosa sonrisa se formó en sus labios.- Y... ¿Libros? No, no... Chocolate... ¡Una mezcla de ambos! ¿Es eso posible?
-Señor Black, el amor no conoce límites... Es muy posible que ese sea el aroma constante de su amada... O su perfume o el olor de su pelo... O quizás solo sea el aroma de una comida que no recuerda que huela así... Queda en usted descubrirlo... -Sirius se retiró, más confundido que de costumbre, susurrando algo como "¡Odio el chocolate, por Merlín!".- ¿Alguien más, alumnos? ¿Señor Lupin?Lupin pasó al frente, tratando de ignorar los comentarios de susamigos del pésimo estado que traía.
-Huelo a... Libros nuevos... -"No me sorprende, cerebrito"escuchó decir a un estudiante de Slytherin.- Huelo a... Comida casera...
-¡Muy bien Señor Lupin! ¿Qué más huele? Falta algo...
-Huelo... Huelo... -Su rostro se puso más pálido que lo que yo lo tenía, sintió como sudor frío bajaba desde su frente por todo su rostro.Su tercer olor era... La colonia de Sirius Black. Su tan malditamente única colonia barata que compró en el callejón Diagon antes de entrar a Hogwarts, y la misma que usa hace tantos años
¡No podía decir eso en frente de todos! Quedaría totalmente expuesto ante sus compañeros y Sirius...
-Colonia -Respondió cortantemente, volviendo a su lugar al fondo del salón.
La clase continuó así, pasaron uno por uno a identificar los olores de su Amortentia, emocionados por algo tan nuevo, incluso Sirius estaba expectante ante la explicación de como hacerlo, por más que les dijeran que era muy complicado Lupin estaba seguro que más de uno iba a tratar de hacerla.
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Mi luna y mi estrella.
Romance-¡BIEN! ¡HAZ LO QUE TE PLAZCA, LUPIN! ¡YO SOLO QUIERO VERTE BIEN Y ASÍ ME TRATAS! -¡BUSCARME NOVIA NO ME HARÁ FELIZ! -¿ENTONCES QUÉ TE HACE FELIZ, REMUS? -¡TÚ ME HACES FELIZ, IMBÉCIL!