-Cuando ____ y yo nos casemos y tengamos hijos, te dejaré ser el padrino de boda -Le susurré en broma.
-No te prometo que te cases con ella, pero sí que estén juntos... Para siempre -Dijo el ave.
-¿Qué? -Pronuncié atónito.
..........
Iba caminando algo distraído junto a Chaz, tratando de borrar lo de momentos atrás con el ave. _____ iba detrás mío, de a ratos tocándome con un palito para que
caminara más rápido.
-Estamos caminando en círculos -Dijo Louis.
-Primero debemos ver que por aquí no haya nada peligroso, aparte es una forma de conocer más el lugar -Dijo Chaz.
-Pero, esto es casi aburrido -Se quejó Louis.
Miré a ____, quien trataba de mantener quieto a Silvermoon, pero en su inútil intento de agarrarlo, el pájaro saltó de la taza y comenzó a dar pequeños pero ligeros
saltitos, _____ salió corriendo tras él, el ave extendía sus alas, pero no servía de nada, ya que tenía un ala rota.
-¡____! -Gritó Chaz- ¡VUELVE!
Comenzamos a correr tras ella, el ave era demasiado rápida, aun con esas cortísimas patas.
____ no se detendría por nada en el mundo. Estaba preocupado, Silvermoon dio saltos, casi volando, dobló en una esquina.
Chaz y Louis corrieron tras ____, yo me quedé estático al ver cientos... mejor dicho, MILES de caminantes tras nosotros, siguiendonos en un apurado paso.
-¡CAMINANTEEEEEEEEES! -Grité, comenzando a correr tras los chicos.
Mi pecho se aceleró, no teníamos refugio. Comencé a correr fuertemente, lo más rápido que podía. Comenzamos a correr en la única dirección que teníamos disponible,
tras Silvermoon, quien se escondió bajo un auto. _____ se agachó rápidamente a recojerlo, Chaz y Louis siguieron corriendo sin haberse dado cuenta de ello. Tomé a
_____ bruscamente del brazo y la hice correr, ella no se resistió. Perdimos a los caminantes, mi pecho se cerró, empujé a ____ para que siguiera corriendo, me dio un
tirón en la pierna, caí bruscamente contra un auto, lo que hizo que la alarma se activara. Miré al frente, Chaz y Louis no estaban allí. ____ corrió hacia mi.
-Vamos a la casa rodante -Dijo, agitada.
-Si, espera -Dije, tomando aire.
-¿Te lastimaste? -Dijo al ver, que me costaba pararme.
-No, solo me duele.
Me miró con una sonrisa y pasó mi brazo por su hombro, luego me ayudó a caminar, bastante rápido hasta un remolque, que al parecer era una casa rodante.
La puerta estaba trancada.
-¿Lo hago? -Preguntó sacando su pistola.
Miré hacia todos lados, buscando señales de caminadores.
-Rápido -Le dije.
Haló el gatillo rompiendo la cerradura. la puerta se abrió prácticamente sola. Entramos rápidamente y cerramos la puerta. Adentro estaba bastante ordenado. Me senté
bruscamente contra la puerta, haciendo que se cerrara. De la mitad hacia arriba estaba cubierto de ventanas de vidrio, dejando todo a la vista. Ese lugar solo nos
dejaría a salvo si nos quedaramos quietos y callados
-¿Estás bien? -Se sentó en frente mío.
-Sí, sólo fue un tirón -Dije, tragando el dolor que sentía.
-Chaz y Louis corrieron para el norte -Dijo ____- estoy preocupada.
-Tranquila, ellos sabrán que hacer.
-Eso espero -Dijo suspirando.
La miré, estaba transpirada, le sonreí, ella me correspondió.
-Tenías razón, no deberíamos haber salido -Dijo llevando sus manos a su cara- fue todo un lío.
-____ -La llamé.
-Dime.
-Tu ya sabías que iba a ser un lío
-Pero es que...
-Nada, tú aún sabiendo que sería así, lo intentaste, porque tienes esperanzas
-Lo sé, soy una idiota -Dijo, a punto de llorar.
-Pues, prefiero que le llames a eso, soñadora -Le dije.
-¿Por qué? -Preguntó, mirandome.
-Porque los soñadores, son los salvadores de este mundo -Le respondí.
Una sonrisa se dibujó en su rostro, no me importaba la situación, que ella sonriera, hacía que yo sonriera.
Nada es eterno, ni siquiera los momentos felices. La alarma atrajo a un numerosísimo grupo de caminantes, anciosos por almorzar.
Ella me miro y se abrazó a mi, yo la rodeé fuertemente con mis brazos.
-Escuchame bien, no quiero que te alteres, no muevas un solo músculo pequeña -Le susurré.
La oía sollozar, acariciaba levemente su espalda. Si no ven movimiento u oyen sonido, el olor los atraería hasta aquí. Son como perros rabiosos que no han cenado en
meses.
¿Era acaso nuestro final? La apreté fuertemente, al sentir el fuerte movimiento de el vehículo.
-Perdoname -Dijo levantando su vista hacia mi.
-No hiciste nada pequeña -Dije, mientras las primeras lágrimas se desprendían de mis ojos.
-Te amo Justin -Dijo besando mi mejilla.
-Te amo ____ -Le respondí, colocando mis labios sobre los suyos- como jamás he amado a nadie ____.
-Lo heché a perder a todo, arruiné todo -Se dijo, cruelmente.
Conrinuará...
