Capitulo 5

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Narra Victoria

Desperté en la mañana del martes, mi día anterior había sido totalmente común y aburrido, no había salido en todo el día y en la mañana me había quedado a cuidar a mi hermana ya que mi mama se fue a trabajar.

Ese día tenía que ir a recoger la pensión que mi papa nos daba cada quince días a las 12 y eran las 9:30. Así que me levante temprano y me metí a bañar para arreglarme, salí de bañar y me maquille como siempre lo hacía pestañas bien pintadas, delineado interno en la parte baja de mi ojo, base, marque mis cejas y me puse un poco de rubor, no me pongo labial solo un poco de brillo, me puse mis aretes, mi gargantilla negra, mi anillo de plata y me retire. Me había puesto un la pantalón de mezclilla una blusa negra de Jack Daniel's y botas estilo militar negras. Tome mi bolsa mi celular mi cajetilla de cigarros y las llaves de mi casa y del coche. Llame a mi hermana para llevarla a casa de una de sus amigas.

-¡María! ¡Ya vámonos!-le grite mientras bajaba a la cocina para tomar una manzana.

-¡Voy!- me contesto y no le llevo mucho tiempo bajar, le di una manzana y salimos.

Se subió al auto y conduje hasta la casa de su amiga.

-¿A qué hora debo pasar por ti?-le pregunte antes de que se bajara para entrar a la casa de su amiga.

-A... las... 5 ¿sí?-me miro como niña pequeña y me sonrió de lo mas angelical.

-Si fuera mama no te dejaría, pero como no soy ella está bien, pero si mama pregunta le tendrás que mentir, le dirás que pase por ti temprano y que nos fuimos a comer juntas ¿okey?- la mire y le sonríe, abrí las puertas del coche y se bajo.

La observe dirigirse a la casa de su amiga y me quede allí hasta que entro, esa niña era lo opuesto a mí, era un ángel.

Arranque el carro y me dirigí al juzgado. Me llevo un rato llegar pues me atore en el tráfico así que me dieron las 11:50 en el tráfico. Prendí la radio y baje los vidrios para fumar mientras salía de allí y entonces vi dentro de un coche que se encontraba más adelante a Jos canela, por primera vez lo veía detenidamente, tenía unos ojos preciosos y una sonrisa encantadora realmente era muy atractivo, pero eso no le quitaba lo engreído que era y eso era lo que realmente me molestaba. Avanzamos en el tráfico y pronto desapareció de mi vista el coche de Jos. Seguí mi camino, llegue al juzgado me estacione no muy lejos, baje del auto tire la colilla del cigarro y entre.

-Buenas tardes- dije a la secretaria.

-Buenas tardes Victoria- me sonrió y marcó el teléfono para avisar al licenciado que ya había llegado-Veo que aun no dejas el vicio muchacha-me señaló acusadora mente.

-Ya es parte de mi Alicia-le conteste sonriendo, ya llevaba más de un año recogiendo la pensión así que me conocían en el juzgado y también por mis delitos.

-Hay niña deberías de dejarlo- me dijo serena- Pasa, el licenciado te está esperando.

-No prometo nada- le sonreí y me dirigí a la oficina agradeciéndole con un gesto.

Entre y el licenciado estaba sentado, con un gesto me indico que me sentara.

-Hola Victoria- me dijo sonriendo para luego empezar a buscar unos papeles y la pensión.

- Buenas tardes licenciado-le respondí la sonrisa y espere a que empezáramos con el proceso.

-¿Traes la hoja firmada por tu mamá?-me pregunto.

-Si aquí esta- la saque de mi bolso y la puse arriba del escritorio, era un permiso que tenía que firmar mi madre para que se me pudiera entregar la pensión pues aun era menor de edad.

-Gracias- me dijo mientras ponía la pensión y un documento en cima del escritorio- Bien ya sabes cómo es esto firmas como recibido tomas la pensión y listo- me indico mientras guardaba la hoja firmada por mi madre.

- Si, si lo sé, llevo un año haciéndolo- le conteste mientras firmaba el documento, tome la pensión y la metí a mi bolsa.

- Ya sé que conoces todo este asunto- me miro a los ojos y me sonrió- Son 50 mil pesos en efectivo, no sé en que anda metido tu padre pero al menos les da para mantenerse bien.

-Trabaja en una empresa que gana muy bien es solo eso- le sonreí esperando que no notara mis nervios.

-Eso espero Victoria, cuídate niña- me dijo mientras ambos nos levantábamos.

Tome su mano como señal de despedida y salí del juzgado.

Encendí otro cigarrillo y lo fume antes de subir a mi coche, si algo odiaba era que mi coche oliera a cigarro, pero a veces hacia excepciones cuando estaba muy estrenada. Termine de fumar y me subí a mi coche. Maneje un rato sin rumbo hasta que me decidí ir a casa de Regina.

Tome rumbo y llegue, toco el timbre y ella me abrió, no podía salir en las mañanas pues su papá y su mamá estaban fuera del país y tenía que cuidar a su hermana.

Regina me abrió, estaba un poco sorprendida pues no me esperaba.

-Victoria ¿qué haces aquí?- me pregunto, no molesta y tampoco sorprendida, solo extrañada.

-Estoy un poco estresada y necesito salir de eso-la mire a los ojos y ya había entendido que era lo que quería.

-Está bien, pasa- me dejo entrar con una sonrisa.

-Gracias, ¿aun tienes tu?-le pregunte mientras subíamos al segundo piso.

-Si si tengo bastante-me respondió-Lo había comprado para la noche de fiesta pero no quisiste-abrió la puerta de su cuarto y ambas entramos.

Los saco de su escondite y me los dio para que los preparará.

No quería que me arrestaran pero en serio los necesitaba, los prepare, nos sentamos en el suelo, colocamos los cigarros (porros) alado de nosotras y empezamos a drogarnos como si no hubiera mañana.

-Hoy fuiste por la pensión de tu papá ¿verdad?- me dijo riendo ya bajo el efecto.

-Si, así es-le conteste riendo también-El maldito solo nos dejo 50 mil-complete

riendo más fuerte

-¡Que perro!- río más fuerte- Pero eso se merece tu madre- carcajeo.

-Ha sido una fácil- carcajeo al unísono-Pero ¿sabes que es lo peor?- le dije controlando mi risa

-¿Qué?-me contesto más seria.

- Que ella piensa que no me he dado cuenta-solté la carcajada- pero shh-reí-Ella debe de pensar que no sé nada-carcajeé más fuerte y Regina también.

Seguimos un rato así, entre risas y después nos dormimos por el efecto de la marihuana. Desperté cuatro y media con un dolor horrible de cabeza, le deje una nota a Regina y tome mis llaves del auto, salí de su casa y fui a recoger a mi hermana. Rezaba por qué no se diera cuenta que estaba un poco drogada.

Cuando la recogí a mi hermana no se dio cuenta gracias al cielo platicamos tranquilamente, supongo que ya había tenido práctica para poder comportarme normal, a pesar de mi estado.

Entramos a la casa y la cabeza aun me retumbaba así que entramos y me fui a dormir. Desperté como a las nueve de la noche y baje a cenar termine y regrese a dormir.

Į:$i


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