Capitulo 3

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-Dame una razón por la cual no quieres- me miró mientras se acercaba a mi- Tienen dinero para pagar tu fianza y tu mamá ya se acostumbro y la mía está fuera del país.

-Porque en serio quiero entrar a la preparatoria nueva sin ningún tipo de antecedente judicial- dije viéndola a los ojos.

-Ya tienes bastantes no deberías de preocuparte- me contestó levantando una ceja y riendo.

-Eres muy tonta- me reí con ella -Pero en serio, no quiero uno muy cercano, no me han arrestado en un buen rato.

-Bien seamos el karma esta noche- dijo mientras se levantaba de la cama para ponerse los zapatos.

-Gracias- le sonríe como niña pequeña y a cambio recibí un zape.

Terminó de arreglarse y bajamos para subirnos al coche y dirigirnos a un antro en donde nos encontraríamos con más amigos y repartirían las identificaciones falsas para entrar.

Durante todo el camino fuimos cantando y bailando, riendo y payaseando.

Al llegar al antro estaban nuestros amigos, nos pusimos tacones ya que no éramos muy altas y entramos con las identificaciones, no hubo ningún inconveniente y ya que a ninguna de las dos nos gusta emborracharnos solo bailamos y tomamos un poco. Coqueteamos y fuimos el karma mismo. Nos dieron la una de la mañana y decidimos regresar a casa. La pase a dejar y Llegue a la mía...

Entré silenciosamente pero mi madre estaba sentada esperándome, estaba en el sillón individual.

-!¿Que son estas horas de llegar?!-dijo molesta mientras cruzaba los brazos

-Es temprano para mis gustos- dije sarcásticamente y sonriendo mas hipócritamente que a mi ex directora.

-¡Es la una de la mañana victoria!- me contestó gritándome, rodé los ojos y cruzó los brazos- ¡Solo tienes dieciséis años y un gran historial de arrestos!- dijo levantándose de el sillón.

-¡Mamá! Me hartan estas discusiones y vengo bastante cansada- dije dirigiéndome a mi habitación- Y no me han arrestado en seis meses, de nada mamá-dije haciendo una reverencia y sonriendo hipócritamente.

-¡Te desvives hija! Estas tatuada, fumas y tomas como si no hubiera ¡mañana!- me dijo mi madre molesta pero preocupada.

-No me pasara nada Ma no moriré y si pasa, de algo tendría que morir que mejor que morir haciendo lo que me gusta- dije aun molesta, estaba parada en el tercer escalón

-¡Victoria Licea! Por un momento escucha ¡¡carajo!!- dijo viéndome a los ojos -Un día de estos tus problemas nos van a involucrar.

-No Ma tranquilízate y mejor ya ve a dormir y déjame a mi descansar- subí las escaleras y escuche que seguía discutiendo pero no tenía ni un poco de ganas de discutir mi cabeza empezaba a retumbar por el alcohol combinado con el cigarro.

Me cambie y desmaquille me quite mis joyas y me metí a la cama, mi noche había sido increíble pero cansada así que caí al instante dormida después de conectar mi cel.

Al siguiente día un domingo tenía que ir a hacer una prueba al Tec así que me levante temprano me metí a bañar me arregle, me puse ropa deportiva, me maquille muy sencilla y me puse mi gargantilla, mis aretes y mi anillo, cubrí mis tatuajes o al menos los que podía, recogí mi cabello en una coleta y baje tome una manzana y escribí una nota que deje encima de la cocina para mi mama ya que aun no estaba despierta. Tome mis llaves y me fui. El camino se me hizo corto y llegue, Regina ya se encontraba allí.

-¿Qué tal te sientes?- me pregunto

-Muerta estoy muerta- dije sonriendo- pero no me levantaría si no fuera por la danza- me senté a estirar a su lado

-Créeme que estamos en las misma amiga- me contesto riendo y estirando con ligas

-Si, así es- también reí y seguí estirando.

Entro la maestra y empezó la prueba, es danza contemporánea así que es muy elegante y pesada.

Como siempre, Regina y yo logramos tener las dos becas más altas somos muy buenas bailarinas a pesar de nuestro comportamiento y claro nuestro registro judicial. Aunque, para ser sincera, El registro judicial que tenemos es la gloria a comparación de lo que realmente hacemos.

Después de la prueba fuimos a comer a plaza galerías pedimos ensalada y extrañamente la plaza estaba repleta de chicas de quince para abajo y algunas mas grandes pero se encontraban en minoría.

Bajamos para ver que encontrábamos y si había algo divertido que hacer, y allí estaban los chicos que aborrecía, Cd9 y todas esas estúpidas detrás de ellos, me quede viéndolos y entre ellos a Jos Canela.

No estaba tan feo para ser sincera pero odiaba ver cómo eran creídos y egocéntricos, y allí parada ante la multitud estaba mi hermana de 10 años.

-Ven- la voz de Regina interrumpió mis pensamientos de registro del lugar, me volteo a ver y me jalo del brazo.

-¿Qué paso?- dije y confundida seguí su paso y entonces lo note nos dirigíamos a ellos, la voltee a ver a los ojos y entonces entendí su plan, puse fuerza y logre que ambas nos detuviéramos -Oh ¡no! ¡Nonononono! Regina...- la mire, sabía que mi mirada la matarían pues mis ojos marrones eran de un color más fuerte que sus ojos café avellana.

-Esta vez no funcionara Victoria- me miro y fijo mas sus ojos avellana en los míos- Venga hay que divertirnos, solo es un beso chica.

-Hazlo tu yo solo te acompaño- me miro y sonrío, al menos sabia que no la dejaría sola.

-Genial- me sonrió y se acercó al pelirrojo sus ojos azules eran hermoso y entonces lo tomo de el cuello de la playera y lo jalo hacia ella, lo beso y el pelirrojo la siguió todas las chicas filmaban y gritaban mientras yo me carcajeaba.

Se separó de él y solo se fue, los demás chicos de la banda se reían y lo felicitaban y solo nos vieron mientras nos íbamos.

-¿Al menos besa bien?- le dije riendo

-Si, demasiado diría yo- se reía a más no poder mientras corríamos de las fanáticas.

Bajamos, pague el estacionamiento mientras ella iba por mi coche, llego y salte adentro de él y seguimos riendo y bromeando sobre lo ocurrido.

-¡Vez! te dije que sería divertido- dijo riendo y sarcásticamente.

-Es mejor verlo que hacerlo, créeme- le di un puñetazo en el hombro y seguí riendo.

Así fuimos todo el camino hasta que llegamos a su casa en donde estuvimos fumando un rato y como a las siete regrese a mi casa.

Abrí la puerta y mi hermana estaba con los brazos cruzados como si fuera mamá, que obviamente debía estar en su habitación.

-¡Mamá ya llegue!- grite mientras veía a mi hermana extrañada.

-¡¿Porqué Regina beso a Alonso?!- dijo molesta, pero me carcajee fue lo único que pude hacer

-Fue solo una apuesta niña- conteste acercándome a ella para abrazarla pero sin poder parar de reír

-Está bien- me miro con celos pero riendo

-Ya me iré a dormir enana, descansa- bese su cabeza y me subí- Tu deberías hacer lo mismo-le dije señalándola acusadoramente

-Eso hare- mi contesto sonriendo

Me subí a mi habitación y no mucho después escuche a mi hermana subir, caí dormida en un instante estaba cansada y mucho.

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Bienvenido a mi InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora