Capitulo 5

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El sol ya está casi en lo alto del cielo, tendría que ir volviendo a casa.

Lo primero que hago es subir a la habitación de Prim y pedirle que me disimule los moratones con maquillaje.

Bajo a la cocina y me siento, Finnick me pone un plato de pasta delante y se sienta junto a Jace y Prim.

- Will, tengo una sorpresa para ti.

-¿Para mí?

-Sí, he conseguido que te acepten en el campamento de verano.

Me entran unas ganas terribles de saltar y correr de alegría pero me quedo en el sitio.

-¿Pero como lo has conseguido? las plazas se habían agotado.

-No importa cómo, lo que importa es que puedes ir.

En menos de una semana estaré en el avión que me llevará a Estados Unidos, donde es el campamento.

Subo corriendo y empiezo a preparar la maleta, meto mi ropa, un par de libros y el saco de dormir.

Voy a una tienda y compro chucherías para llevar y comer por la noche.

Vuelvo a casa, me pongo ropa de deporte y salgo a correr un rato.

- Cualquiera diría que me sigues.-me dice Alec que se pone a correr a mi lado.

-O tú a mí.

-¿Porqué estás de tan buen humor?

-¿Qué me estás diciendo que el resto de los días estoy amargado?

-Siempre estás como ausente, pensando en cosas que a cualquiera de los demás no se nos vendría a la cabeza ni con 50 años de meditación.

-¿Debería tomármelo como un cumplido o como una ofensa?

-Eso lo debes considerar tú.

- Estoy contento por que me han aceptado en el campamento que quería.

- Me alegro, chico.-me dice revolviendome el pelo.- debo irme, hasta luego.

-Hasta luego.

Había algo en ese chico que le llamaba la atención, no sabía bien lo que era pero había algo. No le importaba que le vieran conmigo, cosa que mucha gente evitaba.

Vuelvo a casa y me meto en la ducha, bajo el agua caliente, el vapor empaña la mampara de la ducha, cojo una toalla me seco y me voy a vestir.

Me pongo unos vaqueros y una sudadera verde y bajo al salón cuando escucho las voces de Jace y Finnick discutiendo.

-Va a ir a ese campamento sin saber nada, Jace. Sin conocer sus dones.

-No quiero asustarle Finn. No se lo podemos contar, mejor que lo descubra poco a poco.

Salgo de allí corriendo y me encierro en mi habitación. ¿Qué querían decir con mis dones?¿Qué es lo que no me pueden contar? Solo tengo preguntas y ni una sola respuesta.

Los reveses del destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora