She Is Something - Stiles Stilinski {1° Temporada - TERMINADA}

{C} LEARN TO CONTROL.

Cerró los grilletes de las cadenas que estaban enganchadas a la pared de concreto. Era una celda con rejas, una prisión abandonada en medio de la nada.

La luna llena se alzó en el cielo, en la noche estrellada. Estaba en su hora máxima.

El cuerpo de la pre-adolescente se revolvió en un dolor agudo, en especial en su rostro, manos y pies. La ventana de la celda mostraba la luna llena y la chica se retorció de dolor mientras la miraba. Gritó con todas sus fuerzas. Su voz se volvió sobrenatural y horrorosa al gritar, se estaba transformando. Y eso repercuto en sus cuerdas vocales.

Los ojos se volvieron azules brillantes, su rostro se arrugó y le creció pelo en las patillas. Las orejas se volvieron puntiagudas. En sus manos y pies, sus uñas fueron sustituidas por garras. Su dentadura blanca fue sustituida por caninos y dientes alargados. Dientes que desgarrarían la piel de un humano en segundos.

La chica sentía como si un fuego intenso le recorriera la columna vertebral, hacía esfuerzo por intentar controlarse. Su instinto animal se multiplicó, llegando a ser doloroso un pequeño soplo de viento, retumbando en sus oídos.

Sus sentidos agudizados no la dejaban pensar con claridad, quería sangre. Es lo único que deseaba con todas sus fuerzas.

La joven hermosa, aunque ahora su belleza se vea opacada por la bestia intentando liberarse, estaba consciente mientras se retorcía de dolor. Se aferraba a lo único que le quedaba. El dolor. Intentó buscar un ancla, llevaba intentándolo desde hace mucho tiempo, pero no lo conseguía.

Las cadenas no podían aguantar más tiempo, la última pizca de humanidad se apagó en sus ojos y la bestia se liberó.

Literalmente se liberó.

Las cadenas salieron volando de la pared, rotas, dejando una pequeña lluvia de concreto y polvo. Dejando un hueco en la pared, dos a la misma altura, donde debería haber cadenas.

Vanessa agarró los grilletes que rodeaban sus muñecas y de un tirón se las arrancó.

Cuando por fin estuvo libre rugió con ferocidad hacia la luz de la luna. Corrió por el laberinto que era esas celdas. Había intentado recurrir a encerrase cuando había luna llena, era la primera vez que lo hacia. Antes solo dejaba que su cambio sucediese, y mata a todo lo que se encontraba en su camino, no importaba si era mujer hombre, niño, animal... ella los mataba.

Claro que al día siguiente no se acordaba de nada de lo que pasó, pero con tan solo ver las noticias locales del lugar donde se encontraba, o del lugar en el que estaba cerca, sabía como fue su masacre y cuantas víctimas se llevó consigo misma.

Salió corriendo a toda velocidad hacia el Norte en ese bosque frío y oscuro en donde se encontraba las celdas de la prisión abandonada.

El pueblo más cercano estaba a 115 km. Su velocidad sobrenatural le hizo llegar fácilmente.

Lo primero que vio fue a una pareja de enamorados, que aproximaban su edad, besándose con desesperación en un auto. Ambos chicos tenían sus manos recorriendo el cuerpo del otro con velocidad y desesperación. Ellos fueron los primeros en morir...

Media hora después había terminado con todo el pueblo, no era muy grande pero aún así los mató a todos. Y eso no fue suficiente para la bestia.

Corrió hacia el Este de donde se encontraba y llegó a otra parte del bosque, por el camino llegó a distinguir un cartel.

Beacon Hills