Prólogo

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Alexandra estaba tumbada en su cama, recordando ese momento un año atrás, fue uno de los días más duros de su vida.
Sentir como una persona tan importante como era Marcus para ella no quisiera volver a verla fue un gran golpe, y lo peor de todo fue la incomprensión, a día de hoy 365 días después de ese horrible momento todavía no sabía el porqué de esa pelea, ni el posterior cambio de Marcus.

Y es que Marcus aquel chico guapo y amable, aquel que siempre tenía las palabras adecuadas para quien lo necesitará, aquel que ayudaba a todos sin pedir nada a cambio incluso antes de que le solicitaran ayuda se había convertido en todo un matón. A sus 17 años se había convertido en el típico chico rudo y solitario por el que todas las chicas suspiraban pero nadie podía tener más de una noche.

Alexandra daba vueltas en la cama pensando en el tema, no era algo que la quitaba el sueño o por lo que lloraba todas las noches...ya no. Si él la quiere lejos, él se lo pierde. Aparte Alexandra en ese año había madurado mucho, ya no creía en los finales felices, ni en los cuentos de hadas, mucho menos en los príncipes azules, aunque eso fue a causa del divorcio de sus padres.

Aunque ella estaba muy contenta con su nueva yo, alguien realista, que no buscaba un felices para siempre, sino un felices por hoy. A lo largo de ese tiempo había aprendido a valorar todo lo que tenía, unas amigas que puede que no fueran las más populares, pero sabía que estarían para ella siempre que la necesitarán, y unos padres recientemente divorciados si, pero que día a día se esforzaban por mantener una relación cordial por su bien.

Era muy afortunada pero aún así aunque le costará reconocerlo le faltaba algo, y ese algo tenía nombre y apellido:

- Marcus East

Y aquí esta el prólogo se que es muy cortito, pero es como la entrada a lo que viene a continuación prometo que a partir de ahora los capítulos serán más largos.

GRACIAS A TODOS

Cuando eras mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora