Capítulo 8

36 3 0
                                    

Bueno aquí os dejo otro capítulo. Tardaré en subir más porque estoy con exámenes pero intentaré subir lo más pronto posible. Bueno espero que os guste :)

Al final decidí que llamaría a mis padres después de la siesta. Y nada mas echarme sobre la cama me quedé dormida como un tronco. 

Cuando abro los ojos con un poco de somnolencia veo que mi compañera está bocabajo roncando. Me iba a reír cuando note algo húmedo en la cara que resulta que es mi baba. Que vergüenza, espero que no me viera así mi amiga porque ya las veía yo a todas riéndose de mí.

Me limpio la cara y salgo corriendo al baño. La casa esta en silencio por lo que deduzco que están todas durmiendo. Cuando me voy a lavar la cara me doy cuenta que el agua sale caliente. Por fin. Decido que me voy a dar una ducha. Necesito relajarme y quitarme este olor a alcohol y a tabaco de anoche. Me despojé de la ropa y estaba a puntito de meterme en la ducha. Tenia un pie ya dentro de la ducha cuando oigo que la puerta se abre. 

Mierda el pestillo.

- Oye que he llegado yo ant.. - me giro y me quedo muda y voy a coger a toda velocidad la toalla pero no hay. Mierda

- Tranquila que no hay nada que no haya visto antes - dice con un tono pícaro en la voz y mirándome a mí

- ¡Sal de aquí Hugo! - grito desesperada por que salga de una vez. Cojo lo primero que pillo para taparme que casualmente es la cortina de la ducha en la que aparece las figuras típica de los baños públicos y encima de mi cuerpo desnudo está el cuerpo de la muñeca con el vestido.

Él, al verme con esas pintas se empieza a partir el culo.

- Me gusta mucho tu vestido, te queda... - y se ríe. Parece que se va a ahogar y por un instante desearía que fuera así.

- ¡FUERA! - grito ya desesperada por que salga del puto baño.

- No quieres que te suba la cremallera del vestido - se burla de mí.

- Vete a la mierda gilipollas - joder me está poniendo de los putos nervios - Vete de una puta vez del baño.

De un momento a otro veo como detrás de Hugo están asomadas mis amigas observando y disimulando muuy malamente la carcajada que se les estaba formando por la situación en la que me encontraba.

Daniela coge del brazo a Hugo y tira de él hacia fuera y cierran la puerta. Corriendo me acerco a la puerta ye hecho el pestillo.

¿Joder, este qué hace aquí?

Me vuelvo a poner la ropa que llevaba, frustrada por no haberme podido dar la ducha que tanto deseaba, pero a la vez enfadada, no, cabreada por que el gilipollas de Hugo me ha visto en pelotas. 

Justo cuando me estoy poniendo los pantalones, me resbalo con el charco que he dejado en el suelo al sacar mi mitad de debajo de la ducha. Me caigo de culo y no siento mas que un dolor agudo. No me doy cuenta del grito que he pegado hasta que Hugo ya está dentro del baño y cogiéndome entre sus brazos me lleva por el pasillo mientras mis amigas le indican por donde tiene que ir. 

Cuando me deja encima de la cama suelto un leve quejido.

-¿Estas bien? - noto algo de preocupación en su voz pero también se está conteniendo una sonrisa que me enfada aun más.

- Vete a la mierda - digo arisca.

- Venga no te enfades. Te prometo que no le cuento a nadie lo que ha pasado - veo que dice esto último mientras me examina con la mirada y me parece ver deseo en ella. 

Al final su mirada acaba en mis labios donde se queda un rato que se me hace incómodo, están entrándome calores y se que estaré como un tomate y por la pequeña, pero bonita, sonrisa que pone se que se ha dado cuenta de la vergüenza que me está haciendo pasar en estos momentos.

- Eso espero porque si no te mataré - le digo ya menos enfadada y a él parece hacerle gracia.

- Tranquila puedes confiar en mi - esto lo dice en un tono más bajo y creo escuchar que algo ronco también. Lo veo que se va acercando a mi con su mirada verduzca puesta de nuevo en mis labios, yo poso la mía en los suyos que me llaman a acercarme más agarrarlo del pelo y tirar de el hacia mi.

- Judith te traigo hielo para el golpe y un cojín pa por si acaso - entra en ese momento Daniela sin importarle la situación en la que estamos. Ella es así y aunque me joda que me esté echando a perder el momento la quiero mucho.

- Gracias, pero ya no me duele tanto - digo algo apenada.

- Bueno, pero con la hostia que te has metido yo diría que no te vas a poder sentar en días - dice y estoy segura que pasará eso -. Bueno me voy a duchar - dice mi amiga con un tono de alegría en la voz y con una mirada pícara y se que está pensando en el momento que he vivido en el baño con Hugo -. Por cierto, gracias por arreglárnosla - dice mirando a Hugo y se va cerrando la puerta.

Yo me quedo mirando a Hugo sin entender, pero enseguida recuerdo que había a venir el sobrino de la dueña.

- ¿Eras tú? - pregunto algo confundida y él parece entenderme.

- Si. Que coincidencia ¿verdad? - dice con una sonrisa -. Bueno yo me tengo que ir ya.

- Oye, y tú ¿qué hacías por aquí? ¿Es que vives aquí?

- No, estaba por aquí de visita - parece algo misterioso y espero a que me cuente más pero no lo hace -. Me voy a ir yendo ya que me estarán esperando.

- Bueno, adiós -digo algo apenada por su marcha pero de repente me agarra del cuello y me acerca hasta sus labios fundiéndonos en un beso algo apasionado. Al principio me había quedado quieta pero enseguida le sigo el beso y nuestras lenguas se encuentran. Me siento tan bien. Pero como todo lo bueno dura poco. Se separa de mis labios y los dos estamos con las respiraciones agitadas intentando volver a la normalidad.

- Adiós pequeña - me dice pero yo me quedo como una tonta sentada en la cama mirando la puerta por la que acaba de salir el hombre que hace que me olvide de todo, hasta del dolos que tengo en el culo.








En un instante ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora