Capítulo 2

74 3 0
                                    

Un olor a limpio y lluvia fresca me indunda los sentidos. Empiezoa sentir que ya estoy un poco mejor. Pero no entiendo por qué.

Me doy la vuelta para agradecerle a la persona que me ha salvado de una caida por las escaleras y me ha ahorrado un viaje a urgencias.

Pero cuando fijo la vista en esa persona no puedo evitar quedarme mirandolo enbobada. Dios mio. Esta buenisimo. Lleva unos vaqueros que le marcan unas piernas tonificadas, seguramente por practicar algún deporte, puede que atletismo o futbol. La camisa, de un blanco impoluto, le queda como un guante y se puede apreciar un torso bien definido. Es alto, muy alto, por lo menos uno noventa. No puedo evitar que tenga que levantar la mirada para inspeccionar su cara ya que yo mido uno sesenta y siete, no me considero bajita pero comparado con aquella torre si que me sentia bajita.

Lo primero que me llama la atención son sus ojos de un marron verdoso, me quedo atónita por el tono, nunca había visto algo así. Y la combinación de estos con su cabello de un negro azabache que le cae por la frente, me encantaia porder tocarlo, enrredar mis dedos en él. Además, juraria que, como mínimo tiene 21 años.

Por favor, se me va a caer la baba como siga mirandole así. Y además se va a pensar que estoy loca.

- G-gracias - casi no me sale la voz.

- No ha sido nada - su voz es profunda y una sonrisa pícara aparece en su perfecta cara.

- Por cierto yo soy Hugo. Y tu eres...

Me mira y noto que me da un repaso con la mirada. Sus brazos todabía me rodean la cintura. Noto que me arden las mejillas. Seguro que estoy rojisima. Que vergüenza. No se que decir, me he quedado bloqueada.

- Judith, ¿estas bien? - pregunta preocupada Daniela.

Se da cuenta de que estoy bien y es en ese momento cuando se fija en que me rodea la cintura.

Es en este momento, cuando el aparta de mi la mirada para fijarla en Daniela, cuando se que voy a pasar a ser la amiga de. No me gusta nada esa sensación de ser invisible. Noto como empiezo a calentarme, pero no de la vergüenza, sino cabreada con él. Pero ¿por qué me cabrea tanto?.

Me zafo de sus brazos, que todabía seguian en mi cintura. Noto que me mira con el ceño fruncido. ¿Pero a este que le pasa?. Bueno voy a pasar a hacer mi papel.

- Daniela este es Hugo. Hugo esta es Daniela - no puedo evitar el tono amargo de mi voz.

- Encantado - Hugo es el primero en hablar y veo como se acerca a mi amiga y le planta dos besos.

Se ponen a hablar de cosas como donde viven y tal y yo noto que me enfado cada vez más.

- Me voy fuera - la forma brusca en la que lo digo provoca que se den la vuelta para mirarme pero yo ya me he ido.

Necesito calmarme un poco.

***

Ya ha pasado un buen rato asi que me dispongo a ir para dentro de la discoteca cuando alguien me agrarra del codo.

Me giro y veo que se trata del gilipollas de Javier.

- Judith..

En un instante ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora