C A P I T U L O 10 Dulces

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... O quizá no me esta esperando ya que lo tengo justo ante mis ojos.
~.~.~.~.
Acurruque mi cabeza en el espacio entre su cuello y su clavícula, mientras el posiciona sus manos en mi cintura abrazándome y su cabeza apoyada en el cojín detrás de el.
Nuestros ojos se centraron en la televisión cuando por fin la película comenzó.
Todo iba bien hasta que la escena en la cual tenía sexo duro contra el muro aparece a nuestra vista.
No hubo tanta tensión entre nosotros como lo imagine en un principio, pero claramente era algo incómodo ver aquella escena.
De repente, sin querer, unas cuantas preguntas se formaron en mi cabeza ¿cuando tendríamos sexo? Se que es un pregunta que me hace sonar realmente necesitada, así que me mejor dicho ¿tendríamos sexo?
Yo lo estoy comenzando a querer cada vez mas, pero aún no estoy preparada para entregarle eso, sí es lo que quiere.
A pesar de que en este ultimo mes, me he estado siento muy a gusto con mi cuerpo, soy vergonzosa y pensar en desnudarme frente a el, de inmediato mis mejillas de ruborizan y mis manos sudan por el nerviosismo.
Ademas sin poder controlarme, pensar en aquel momento me da un poco de temor sinceramente, se que sería totalmente fascinante tener mi primera vez con Niall, con alguien que en verdad quiero y sé que él también me quiere, pero algo, en este mismo instante me lo prohíbe -¿Niall?- pregunto mirando desde mi punto de vista, su respingada y hermosa nariz -¿si?- pregunta concentrado mirando la película -¿tu quieres tener sexo conmigo?- pregunto casi susurrando las palabras. El rápidamente baja su cabeza para poder mirarme. Su rostro tiene una expresión sorprendida y algo pervertida.
-¿me lo preguntas para hacerlo ahora mismo?- pregunta y yo ruedo mis ojos con algo de diversión. ¿Todos los hombres son iguales? -no seas tonto, hablo de un futuro, ósea... No lo se, ignora mi pregunta-
-no quiero tener sexo contigo, quiero hacer el amor contigo. Son cosas muy diferentes ¿sabes?- opina con una leve sonrisa casi imperceptible para mis ojos -lo se- respondo esta vez más firme y más fuerte que las palabras anteriores
-y sí, quiero hacer el amor contigo tantas veces como pueda, pero se que aún no estas lista para eso. No tienes que preocuparte, yo estaré listo cuando tu también lo estés, no haré nada que no quieras hacer- explica y yo subo un poco mi cuerpo para poder besar sus dulces labios sabor caramelo -gracias- susurro en ellos mientras en mis labios se forma una pequeña sonrisa.
¿Que hice para merecerlo? Hay algunas veces, como estas, en las que encuentro que es tan lindo conmigo, que me hace pensar que solo esta fingiendo para lograr obtener algo de mi que yo no puedo dárselo.
-te quiero- susurro mirando de sus labios a sus ojos y de sus ojos a sus labios.
-también te quiero pequeña- susurra y luego besa mi frente con una ternura infinita, provocando mariposas en mi estomago.
Después de un rato me vuelvo a acomodar, esta vez en su pecho, dándome cuanta de que es un excelente lugar para poder dormir... Ya que se escucha notablemente su calmado palpitar sincronizarse con el mío.
Al abrir mis ojos ya es de día y los rayos de sol cruzan por la ventana.
Cuidadosamente me volteo y me encuentro con el ladrón de ojos azules que se robó mi pequeño corazón para poder arreglarlo y hacerlo suyo con su extraña magia. Paso detenidamente mi mirada por su bello rostro angelical, tratando de impregnar en mi memoria su imagen y dejarla en algún lugar de mi mente en donde sólo yo lo pueda tener y observar cuando más lo desee.
De sus finos y rosados labios entre abiertos, sale un pequeño suspiro provocando que mi corazón se apriete y se retuerza de amor por aquel chico. Sus párpados cubren lo que podría mirar fácilmente toda mi vida, sin aburrirme y sin cansarme. Lo que me lleva infinitamente a mi felicidad. Sin dudarlo rozó mis labios con los suyos mientras nuestra respiración se mezcla. Lo beso delicadamente para no despertarlo, pero cuando él me responde a aquel dulce beso, me doy cuenta de que ya lo he hecho.
Lentamente el sube su mano hasta mi mejilla para acercarme a él aún más. Acaricio su suave cabello con mis dedos y tiró un poco de él mientras nuestras lenguas juegan a algo que sólo ellas podrían entender. Nuestra respiración se vuelve algo agitada en unos segundos y nos separamos por la falta de aire en nuestros pulmones.
-linda forma de despertarme- sonríe mientras acaricia con su mano mi lacio cabello -lo se- sonrió en acuerdo y oprimo una última vez nuestros labios y descanso mi cabeza en su pecho como lo hice para poder dormirme.
Pienso un momento y se me ocurre una gran idea para desayunar -podríamos ir a tomar un Starbucks, se me antoja un frappucino- río ante mis palabras y él sonríe -estoy de acuerdo contigo, pero primero hay que levantarse... Solo unos minutos mas ¿si?- pregunta y yo asiento con la cabeza mientras cierro mis ojos lentamente.
Unos minutos después, como habíamos quedado, nos levantamos y nos vestimos sin ningún apuro para luego ir a Starbucks a desayunar.
El día está algo nublado, pero cálido a la vez, así que con mis Jens ajustados, mi sweter de lana y mis converse, estoy perfecta, ni con calor, ni con frío. Es muy probable que mañana llueva obviamente si el clima sigue así -¿estas lista para tu sorpresa?- pregunta Niall una vez que terminamos de comer lo que había en nuestra mesa. Pienso un momento y luego recuerdo de que esta hablando. Asiento emocionada y algo eufórica mientras caminamos al auto de Liam luego de pagar.
Por suerte dejo su transporte aquí o si no probablemente no hubiéramos salido a ninguna parte si no fuera en taxi. Luego de un trayecto ni tan largo ni tan corto llegamos a algo parecido a un castillo como el de las películas de princesas. Grande, celeste y con brillo por todas partes.
-¿que es esto Niall?- pregunto admirando la hermosura ante mis ojos -ya veras- toma mi mano y me guía de inmediato hasta la enorme puerta de la entrada.
Al abrir aquellas puertas y dar un paso dentro, mis ojos se abren tanto como si fueran dos platos de cocina.
A mi al rededor había millones y millones de todo tipo de dulces. De redondos a cuadrados, de rectangulares hasta triangulares y muchos mas. Con formas de osito, delfines, mariposas y todas las figuras imaginables.
Es todo tan extremadamente colorido, como sí un arcoiris hubiera llegado hasta aquí, y explotara para así dejar el lugar con tantos colores como sea posible -wow- son las únicas palabras que logran salir de mi boca, algo paralizada por la impresión -lo se, ¿no es genial?- pregunta y yo asiento con mi cabeza.
Con mis labios un poco separados por la sonrisa que hay en mi rostro, lo miro incrédula y con mis ojos bien abiertos -no puedo creer que he estado viviendo tantos años aquí y nunca me había dado cuenta de que existía este lugar- sonrío mirando fijamente a Niall y el ríe ante mi expresión
-¡¿que esperas?! ve a echar dulces en una bolsa- exclama y yo después de besar velozmente sus labios, corro a buscar una bolsa para comenzar a llenarla de diferentes tipos de dulces. Los pequeños niños que estaban en el palacio me miraban sonriente mientras comían de los sabrosos dulces de su bolsa.
Después de llenarla hasta el máximo, camino hasta Niall como una niña pequeña y le regaló la sonrisa más grande que puede expresar mi rostro. Miro a su lado y me sorprendo al ver un pequeño niño sentado a su lado.
Este niño de cabello negro me mira atento con sus brillantes ojos color marrón, yo le sonrío amablemente y el pequeño niño se levanta y camina a otro lado -creo que ya no te caben más dulces en esa bolsa- dice Niall sonriente y yo niego con la cabeza mientras me saboreo el dulce que acababa de meter en mi boca -¿quien era el pequeño?- digo una vez que este ya se a ido junto a sus padres.
-Max. En realidad no lo se, el pequeño sólo vino y me hablo de repente- dice mientras yo le entregó un par de dulces -¿a si? ¿Y qué fue lo que dijo?-
-no lo se, no pude entenderle muy bien- dice algo confundido.
Me acerco y beso su mejilla con ternura -acompáñame a pagar esto- digo sonriente.
Niall asiente, toma mi mano y camina junto conmigo hasta la caja.
_ _ _ _ _
Al llegar a casa luego de un rico almuerzo nos recostamos en el sillón y no encontramos otra cosa mas divertida que hacer que sacarnos fotos.
Estuvimos bastante tiempo haciendo gestos, sacando la lengua, turnios, sorprendidos, riendo, impactados, besándonos y de todas las formas que se nos ocurrieron.
La tarde pasó y la noche se hizo presente. Subimos las escaleras como dos amigos enamorados, riendo y coqueteando sin preocupación alguna.
Mientras que en mi mente, en ciertos momentos empezaban a surgir algunas preguntas de porque aún no somos novios.
La verdad es que hay que ir de a poco, lento y sin apuros, se que somos amigos, pero personalmente quiero ser algo más. Nunca había tenido un "amigo" que me tratara de esta forma. Es ridículo, porque no somos amigos y los dos lo tenemos mas que claro, pero aun no le hemos puesto etiqueta a esta relación.... Se que sólo hemos estado saliendo dos días, pero con todos los momentos que pasamos antes, es como si hubiéramos estado juntos desde el principio. -¿dormimos en tu cama?- pregunta Niall pasando sus manos por su cabello mientras camina junto a mi. Yo asiento con la cabeza para luego responder -sip- lo abrazo y el besa mis labios con ternura mientras me guía caminando de espaldas hacia mi cuarto. Suelto una pequeña risita mientras nuestros labios aún juegan y el me imita para luego separarnos.
Cada uno se pone el pijama y luego nos acostamos juntos en la fría cama de mi cuarto -mañana llega Liam ¿verdad?- le pregunto recostando mi cabeza en su pecho. Notando su tranquila respiración al par de la mía, casi sincronizadas por completo. Niall asiente con la cabeza -creo que debemos despertarnos antes, no quieres que llegue y nos vea aquí juntos, acostados- sugiero sonriendo -¿que tiene de malo eso?- pregunta algo confundido -no lo se, pensé que no querías morir tan joven- digo algo divertida. Niall me mira algo asustado -¿lo dicen en serio? ¿O solo bromeas?- pregunta preocupado -por una parte lo digo de broma, pero otra parte lo digo muy enserio- respondo segura de mis palabras.
Liam de seguro si nos ve a ambos en la misma cama, principalmente, le saldrá humo por las orejas.
Es uno de esos hermanos que pueden llegar a ser muy celosos. Casi siempre pasa lo mismo, a excepción de Harry, ya que es algo normal por decirlo así -entonces tienes razón, me levantare mas temprano, pero no creo que sea un problema en realidad, el llegara en la tarde con Danielle. Aún así no quiero que piense que nos hemos acostado-
-Genial, entonces todo bien- respondo con una sonrisa cansada.
-no creo que pase algo tan malo... Alguien tiene un poco de sueño- canturrea mientras pasa sus manos por mi cabello haciendo un tipo de masaje en mi cabeza.
-si haces eso, mas me da aun mas sueño- respondo cerrando mis ojos delicadamente -fuiste tu quien acariciaba mi cabello cuando fuimos a la playa, ¿verdad?- pregunto y el asiente para luego contestar con un si -no me resistí, adoro tu cabello- dice masajeando mi cabeza siéndome imposible darme cuanta cuando caigo profundamente dormida.

El nuevo chico de intercambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora