C A P I T U L O 2 Electricidad

38 3 0
                                    

El timbre sonó unos minutos después indicándonos que teníamos que entrar a clases nuevamente.
Con Jay nos paramos lentamente ya que el sueño por levantarnos temprano es evidente, y nos fuimos conversando hasta llegar a la sala.
~.~.~.~
La mañana se pasó rápida y por fin llego la hora de almuerzo. Como es el primer día de clases, la rectora decidió hacerlo mas corto, para no comenzar todo tan rápido y tan pesado, así que las clases con horario normal, empiezan desde la próxima semana, ya que hoy es viernes.
Con Harry nos juntamos a la salida y nos fuimos caminando a juntos a casa.
La mayor parte del tiempo me hablo de Maddy, la chica nueva.
Su largo cabello rubio y sus ojos color café, al parecer no fueron tan importante para Harry al momento de verla, mas bien admitió que lo que mas le atraía de ella, es su gran trasero y su enorme busto.
Tengo algo de lastima por ella, ya que de seguro su cuerpo es lo que atrae a los chicos, mas que su personalidad y su forma de ser. Realmente lamentable.
-adiós ricitos- me despido antes de entrar a mi casa
-¿ricitos?- pregunta Harry confuso -sí, ricitos. Será tu nuevo apodo- afirmo y el frunce el ceño mientras yo sonrió -bien pecas- dice y esta vez soy yo la que frunce el ceño -yo no tengo pecas- respondo confusa y el estalla en risas.
-adiós pequeña- sonrió y grito -no vallas a explotar de tanto pensar en Maddy- y entro a mi casa de una vez por todas -¡hola!- exclamo al notar demasiado silencio por todo el lugar -¿Liam?- pregunto pero no obtengo respuesta alguna -¡Liam! ¡Tengo hambre! ¡Alimentame!- grito. Definitivamente estoy sola en casa. Subo las escaleras después de tomar un paquete de galletas y cierro la puerta luego de entrar a mi cuarto.
Tiro mi mochila en mi cama y sacó un libro de mi estantería, me pongo mis audífonos para poder escuchar música y comienzo a leer.
La música es todo para mi, a estado acompañándome prácticamente desde qué tengo memoria, es una de las pocas cosas que me hacen olvidar los problemas y me transportan a mi propio mundo. Sin molestias, sin errores, sólo perfección. Al igual que los libros, es como si te transportaras a otra época, otro lugar, con otras historias y distintas personas. Es otro mundo, uno en el cual puede llegar a pasar de lo mas hermoso de la vida hasta lo más trágico he inimaginable.
He estado pensado seriamente hace un tiempo, en hacerme un tatuaje con algo relacionado a la música en mi muñeca, sería un completo honor y estoy segura de que no me arrepentiría, pero como soy la persona mas indecisa del universo, no se que figura o cosa hacerme.
Las horas pasaron y luego de leer casi la mitad de mi libro favorito, el hambre se hace tan insoportable que me obliga a bajar. A pesar de que ya me comí un paquete de galletas.
Perezosamente abro la puerta y bajo las escaleras aún con mis ojos concentrados en cada palabra de cada página. Gran error, ya que de un segundo a otro mis pies se enredaron y por instinto cerré fuertemente mis ojos esperando el dolor del gran golpe por la caída, pero esta extrañamente jamás ocurrió. Unos fuertes brazos me sujetaron impidiéndome caer, pero en cambio del dolor, provoco un extraño tipo de electricidad desconocida para mi recorrer todo mi cuerpo. De pies a cabeza. Lo primero que paso por mi mente fue Liam, pero una vez que abro mis ojos mientras alzó al mismo tiempo lentamente mi rostro y me encuentro con unos hermosos e hipnotizantes ojos de un color azul, realmente hermosos mi mente se pone en blanco y me pierdo en ellos. En segundos que parecen años puedo notar como las pupilas de aquel chico se dilatan y rápidamente bajo la mirada cuando mis mejillas comienzan a arder y de seguro el rubor está en ellas -yo... Yo lo siento, soy una tonta- tartamudeo mientras me alejó y me agacho para recoger mi libro ya que estábamos demasiado cerca.
-no lo eres- responde aquel chico. Al escuchar su voz noto un bello asentó británico y de inmediato me doy cuenta de que es el chico de intercambio.
Subo la mirada con la misma lentitud de hace unos segundos y lo miro fijamente tratando de comprender como sus ojos pueden ser de ese color tan intenso y como pueden llegar a hipnotizarme de aquella manera tan particular. Jamás había visto unos ojos de tan cerca y es realmente hermoso, me hacen sentir extrañamente atraída, diferente, me hacen explorar cosas que jamás había explorado y eso es lo que me hacen sentir solamente sus ojos, porque él por completo provoca que todo mi organismo y cada célula despierte, una por una, cosa que nunca antes un chico había logrado provocar.
Lo menos que quiero en este preciso momento es enamorarme de una persona, pero esta difícil lograrlo cuando lo tengo a el en frente.
Pestañeó repetidamente y le regaló una sonrisa tímida de mi parte -yo estaré arriba- digo y subo nuevamente las escaleras rápidamente.
De repente todo el hambre que tenía desaparece, ¿porque tiene que ser tan apuesto? Me pregunto cuando me tiro a la cama mordiendo mi labio inferior ansiosa. No lo puedo creer, aún mi mente no procesa bien la presencia de ese lindo y dulce chico, no me interesa la verdad, que provoque esas extrañas cosas en mi sistema no significa que me interese. Puede que solo yo misma me este imaginando esas cosas. Haberlo tenido tan cerca me afecto por completo.
Definitivamente es eso y que lo encontrara lindo e irresistible, no logrará que rompa mi promesa, por lo menos no por ahora. Pensándolo bien, ni siquiera le pregunte de donde era o cual era su nombre, soy una completa tonta, de seguro ya le debo caer mal, debe creer que no me interesa saber de el.
¡Maldición! Quizás él me vio de la misma forma en que lo vi yo. A quien engaño, alguien tan apuesto como él no es posible que se fije de una cosa como yo.
Bien, ¿que estoy pensando? No lo se.
_ _ _ _ _
-_____ (tn) baja ya! ¡Hay pizza!- escucho un grito de Liam proveniente de la sala, bajo rápidamente las escaleras y en un minuto ya estaba en la sala -¡¿pizza?! ¿Dónde?- exclamo olvidándome por completo del chico -oh lo siento, ¿hay pizza? Porqué yo quiero- digo sonriente y más calmada. Como todo una dama.
Miro a Liam el cual esta serio, pero el apuesto chico suelta una pequeña risita y mi pecho se aprieta enviando un dolor a través de mi cuerpo. Lo ignoro, aunque por unos segundos realmente duele.
-toma- Liam me entrega un trozo de la rica pizza y yo la devoro en un par de minutos. Amo la pizza con toda mi vida, por mi solo comería eso y nada más, y gracias a mi extraña capacidad para comer y comer y jamás engordar, podría cumplir mi palabra, pero eso no sería bueno para mi salud. Así qué prefiero no hacerlo.
-¿alguien quiere más?- pregunta Liam una vez que terminamos de comer y nuestros platos están vacíos. En silencio, yo niego y el chico asiente para luego confirmar con un sí.
Su cabello Rubio con raíces castañas le grita a mi mano por una sola caricia, se ve tan hermosamente suave que casi muero o pagaría por tocarlo solo una vez.
-¿y cual es tu nombre?- le pregunto una vez que Liam se va a la cocina -Niall, Niall Horan... ¿Y el tuyo?- me pregunta con una sonrisa en sus delgados y rosados labios...
-_____(tn) Payne- le respondo algo tímida con unos estúpidos pensamientos recorriendo mi cabeza -lindo nombre- dice y yo le regaló una sonrisa -gracias- respondo y el incómodo silencio se hace presente -cuéntame sobre ti- le digo tratando de romper el hielo -¿Que quieres saber?- pregunta seguro de sí mismo -no lo se, cualquier cosa, em... ¿Tienes hermanos? ¿Amigos? ¿De dónde vienes?- decido preguntar -vengo de Irlanda y si, tengo un hermano mayor llamado Greg y también tengo amigos-responde divertido. Lindo duende. Pensé -¿y tu? ¿Tienes amigos?- me pregunta algo divertido -si, dos mejores amigos, Harry y Jay. Te encantara conocerlos, te caerán bien... son buenos chicos. Pensé que eras de Inglaterra o no lo se- digo sonriendo con la cabeza gacha y negando para mi misma.
Algo apenada por que este chico no es de aquel país tan especial para mi -eso espero. No estabas tan pérdida. Viví unos años en Inglaterra, pero soy irlandés- explica para luego sonreír. Lo miro de reojo, tengo miedo de mirarlo y quedarme viéndolo como una completa tonta -toma Niall- mi hermano le entrega otro trozo de pizza y yo subo a mi pieza luego de dejar el plato en la cocina.
Liam es el encargado de lavar y cocinar, yo solo como y limpió algunas cosas, ese es mi deber... O eso creo.
Por suerte mañana empieza el fin de semana y no tengo nada que hacer. Arregló mi mochila para el día lunes y me doy una pequeña ducha sin lavarme el cabello.
La noche se hizo presente y bajo para tomar un vaso de agua antes de ir a dormir.
Mientras lo hacia siento unas manos en mi pequeña cintura enviando esa estúpida electricidad pasar mi por todo mi cuerpo haciéndome estremecer y alejarme de inmediato
-Niall, me asustaste- exclamo tocando mi pecho acelerado -lo siento, no era mi intención, sólo vine a comer algo- se disculpa y abre el refrigerador para luego tomar una caja de leche.
-¿como estas?- le pregunto y el me mira confuso -lo digo por el cambio de horario y esas cosas- me explico y el me lanza una de sus sonrisas hechiceras -oh, estoy bien gracias- dejo un vaso a un lado y me doy la vuelta para irme a mi cuarto -duerme bien- me despido antes de irme -igual tu- responde sonriente y yo lo dejo.
Justo cuándo estaba por acostarme mi iPhone comienza a sonar y mi especial amiga de ojos verdes sale en la pantalla de este con una cara rara -¿que tal Jay? ¿Tienes alguna novedad?- le pregunto alegre mientras me acomodo en mi cama -no, pero tu si, ¿como es le chico de intercambio?- pregunta y yo sonrío inconscientemente -bien, lo vi hoy, se llama Niall y es de Irlanda- digo y Jay da un pequeño grito de felicidad -¿en serio? ¿como es? Cuéntame más- pregunta emocionada -em... Tiene un hermano mayor llamado Greg, si... O eso creo- digo dudando de su nombre, aunque creo que estoy en lo correcto
-¿cuantos años tiene?-
-¿quien?- pregunto. No se sí se refiere a Niall o a su hermano -¡Niall!- grita casi rompiendo mi tímpano. Alejo mi celular unos segundos y luego respondo -¡bien! No es necesario que me grites, tiene 17- respondo riendo como una boba -¿y como es?- pregunta y yo puedo imaginar una gran sonrisa en su rostro -te cuento mañana, estoy con Harry ahora- miento por miedo a que Niall me pueda escuchar hablar de él, aunque no iba a decir nada malo y no creo que ponga su oreja en mi puerta para espiarme, pero aún así no quiero hablar de él sabiendo que está en el mismo lugar que yo -de acuerdo... sólo dime un sola cosa. ¿Sus ojos son marrones?- pregunta y yo doy una carcajada divertida -nop- digo explotando la letra "p" -bien, es todo tuyo- dice con un tono triste y divertido a la vez -¡no digas eso!- la regaño sonriente.
A Jay por ser rubia de ojos verdes y piel clara, le atraen más los morenos de ojos oscuros, como Liam. Polos opuestos se atraen. Tanto psicológicamente como físicamente, eso es lo que Jay cree. No es que yo no lo crea, pero a mi solo no me atraen demasiado los chicos de piel clara y eso que yo tengo piel morena, por eso Jay dice estar segura de que estoy loca.
-¿crees que nos podamos juntar mañana en la mañana para ir de compras?- pregunta y yo afirmo sin vacilar.
Amo ir de comprar, mi sueño cuando pequeña era poder vivir en el centro comercial y que todas las tiendas fueran mías. Todo gratis. Sería genial, sólo que esa no es la realidad y eso jamás podrá ser, lo descubrí un tiempo después lamentablemente.
Nos quedamos conversando de ningún tema en específico, simplemente cosas de chicas casi dos horas seguidas, realmente no se cómo podemos estar tanto tiempo conversando. Bueno, por algo somos mejores amiga ¿no?

El nuevo chico de intercambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora