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TOBIAS

El aire nocturno se desliza en mis pulmones, y siento como que es
una de mis últimas respiraciones. Mañana voy a salir de este lugar y
buscar otro.
Uriah, Zeke, y Christina comienzan a dirigirse hacia la sede de Erudición,
y yo tomo la mano de Tris para mantenerla atrás.
-Espera -digo-. Vamos a algún lugar.
-¿Ir a algún lugar? Pero...
-Sólo por un ratito. -La remolco hacia la esquina del edificio. Por la
noche, casi puedo ver lo que parecía el agua cuando llenaba el vacío y
oscuro canal con dibujos de ondas iluminadas por la luna-. Estás
conmigo, ¿recuerdas? Ellos no te van a arrestar.
Un tic en la comisura de su boca, casi una sonrisa.
Al doblar la esquina, ella se inclina contra la pared y yo estoy enfrente de
ella, el río a mi espalda. Está usando algo oscuro alrededor de sus ojos
para hacer que el color destaque, brillante y llamativo.
-No sé qué hacer. -Ella presiona sus manos en su cara, doblando los
dedos en su cabello-. Sobre Caleb, quiero decir.
-¿No lo sabes?
Ella mueve una mano a un lado para mirarme.
-Tris. -Pongo mis manos en la pared a ambos lados de su cara y me
inclino con ellas-. No quieres que él muera. Sé que no lo haces.
-La cosa es... -Ella cierra los ojos-. Estoy tan... enojada. Trato de no
pensar en él, porque cuando lo hago solo quiero...
-Lo sé. Dios, lo sé. -Toda mi vida he soñado con matar a Marcus. Una
vez incluso decidí cómo iba a hacerlo: con un cuchillo, así podría sentir el
calor dejarlo, así podría estar lo suficientemente cerca para ver la luz dejar sus ojos. Hacer esa decisión me asustó tanto como nunca lo hizo su
violencia.
-Mis padres querrían que lo salve, sin embargo. -Sus ojos se abren y
elevan hacia el cielo-. Ellos dirían que es egoísta dejar morir a alguien
sólo porque te traicionaron. Perdona, perdona, perdona.
-Esto no es acerca de lo que ellos quieren, Tris.
-¡Sí, lo es! -Ella se empuja lejos de la pared-. Siempre es acerca de lo
que ellos quieren. Porque él pertenece a ellos más de lo que me pertenece a
mí. Y quiero que se sientan orgullosos de mí. Es todo lo que quiero.
Sus ojos claros son constantes en los míos, decididos. Nunca he tenido
padres que me den un buen ejemplo, padres por cuyas expectativas vale la
pena estar a la altura, pero ella sí. Puedo ver dentro de ella, el valor y la
belleza que ellos presionaron en ella como una huella de la mano.
Toco su mejilla, deslizando mis dedos en su cabello.
-Voy a sacarlo de allí.
-¿Qué?
-Voy a sacarlo de su celda. Mañana, antes de que nos vayamos. -
Asiento-. Lo haré.
-¿En serio? ¿Estás seguro?
-Por supuesto que estoy seguro.
-Yo... -Ella me frunce el ceño-. Gracias. Eres... increíble.
-No digas eso. No te has enterado de mis motivos ocultos todavía. -
Sonrío-. Ya ves, en realidad no te traje aquí para hablar contigo acerca de
Caleb.
-¿Ah, sí?
Pongo mis manos en sus caderas y la empujo suavemente hacia atrás
contra la pared. Ella me mira, sus ojos claros y ansiosos. Me apoyo lo
suficientemente cerca como para probar su respiración, pero me aparto
cuando ella se inclina, burlándose.
Ella engancha sus dedos en las presillas de mí cinturón y me tira contra
ella, así que tengo que detenerme con mis antebrazos. Intenta besarme
pero inclino la cabeza para esquivarla, besándola justo debajo de la oreja,
y luego a lo largo de la mandíbula hasta la garganta. Su piel es suave y
sabe a sal, como una carrera nocturna.
-Hazme un favor -me susurra al oído-, y nunca tengas motivos puros
de nuevo.
Pone sus manos sobre mí, tocando todos los lugares que he marcado, baja
por mi espalda y sobre mis costados. Sus dedos se deslizan bajo la cintura
de mis pantalones y me mantiene contra ella. Respiro contra el costado de
su cuello, incapaz de moverme.
Finalmente nos besamos, y es un alivio. Ella suspira, y siento una
perversa sonrisa arrastrarse en mi cara. La levanto en brazos, dejando que la pared soporte la mayor parte de su
peso y sus piernas rodeando mi cintura. Ella se ríe en otro beso, y me
siento fuerte, pero también lo hace ella, sus dedos duros alrededor de mis
brazos. El aire de la noche se desliza en mis pulmones, y siento como que
es una de mis primeras respiraciones.

Allegiant [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora