Un Matrimonio A Prueba

11. Venganza.

En su habitación de hotel, a Lee Min Jung le costaba creer que se hubiese cumplido lo que se había propuesto. Todos los medios no hablaban de otra cosa, el grave estado de salud de Jang Keun Suk. "¡Mi venganza esta completa!", se repetía a sí misma una y otra vez en su mente. Lamentablemente pasaban los días y él no mejoraba, se despertaba a ratos, y no era capaz de retener los líquidos que le daban, todo lo vomitaba.

*****

En el hospital, Suk gimió quedamente. Sun Hee, que estaba acostada junto a él, lo oyó y su conciencia chispeó, volvió a encenderse y lo miró atenta, el abrió los ojos de pronto y la observo atentamente sin decir palabra alguna.

En ese momento Keun Suk comprendió de súbito que él realmente amaba a Sun Hee y era afortunado de tenerla a su lado. Era una emoción maravillosa y extraña. Entonces, cayó preso del pánico. Nunca había dicho a Sun que la amaba. ¿Qué pasaría si él nunca lo decía?

La mirada de sus dulces ojos fue recorriendo sus delicadas facciones. Ella se miraba tan agotada que él no quiso  hablarle de su amor y prefirió cerrar los ojos, haciendo que Sun Hee se recostara de nuevo y durmiera un poco.

*****

Por la mañana, Sun oyó un suave golpe en la puerta del cuarto, Big Brother entró y contuvo el aliento al ver que la chica posaba una mano sobre el corazón de su amigo para comprobar que aún latía. Sun sintió que las lágrimas desbordaban sus ojos cuando percibió el latido. Le pareció increíblemente fuerte.

― Su pulso es muy estable ― dijo, sonriendo entre lágrimas. 

Jang abrió los ojos un rato después.

― Cariño ― murmuró Sun Hee, inclinándose con ternura sobre su esposo ― Que bueno que has despertado, yo tengo que salir un momento, trataré de no tardar.

― No te preocupes. Yo me quedo con él― dijo BB.

Sun sonrió asintiendo y salió de la habitación para hablar con el doctor.

*****

― Buenos días, doctor.

― Buenos días Señora Jang, me alegra comunicarle que su marido oficialmente está fuera de peligro.

― Gracias doctor, no sabe cómo me alegro de oírle decir eso.

―Se nota que tiene muchas ganas de vivir, no se ha rendido y eso le ha ayudado mucho.

― Sí, él se ha aferrado, pero dígame ¿cuándo me lo podré llevar a casa?

― Ja, ja, ja ― rió sin malicia el hombre ― un poco de paciencia, si sigue recuperándose así, en unos días podrá llevárselo.

Sun acepto la respuesta y volvió a la habitación sonriendo, se acercó a la cama y mirando a Sukki a los ojos le dijo:

― Ya estás fuera de peligro, Jang Keun Suk.

La expresión que vio en el rostro de él no era de alivio ni de gratitud. La expresión que vio en él era de amor.

Ese día toda los padres de Suk pasaron a visitarlo, estaban muy contentos de su recuperación. Y una vez todos se hubieron marchado, Sun Hee se tendió al lado de Suk.

El levantó las manos y le acarició el rostro. Besó dulcemente sus labios.

― Te amo, Jung Sun Hee ―murmuró con voz baja, casi en un susurro.

El corazón de la chica quedó henchido. ¡Ése era un día colmado de milagros!

Tres días más tarde, Keun Suk salía del hospital. BB y el Mánager Jung se había hecho cargo de comunicar a la prensa que agradecían su preocupación por el cantante y actor, pero que por favor necesitaba tranquilidad para terminar de recuperase.