6. La señora de la casa.

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Lee Min Jung miraba atentamente a Keun Suk, mientras los ojos de este se entrecerraban.

—¿Tú estás feliz con la noticia, Lee Min Jung?, es algo que no me creo tan fácil.

Ella posó una de sus suaves manos sobre la mejilla Keun Suk.

—Sé de antemano todo el tiempo que has deseado un hijo y una familia. Esta definitivamente es tu noche, y si tú eres dichoso, yo también lo soy.

 Esta definitivamente es tu noche, y si tú eres dichoso, yo también lo soy

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—Gracias, Min, eres muy comprensiva.

—Bueno, nosotros nos comprendemos, ¿no es así?

Ella se percató de que los ojos de él ya no estaban entrecerrados sino, al contrario, abiertos como los de un búho.

— Ah decir verdad, Min Jung, yo creí que estarías...

—¿Celosa?—rió la joven— Suki, tu relación con la madre de tu hijo no tiene nada que ver conmigo... es decir, con nosotros.

—Eso es verdad.

Min Jung tuvo ganas de tomar un cuchillo y clavárselo en su helado corazón, en cambio, ensanchó su sonrisa. Acarició con sus dedos el brazo de él.

—Estoy aquí por ti, cariño— sonrió, mirándolo a la cara.

Se despidió y, mientras se marchaba, echó una mirada por sobre el hombro para asegurarse de que el sentido de sus palabras fuese inconfundible.

Mientras en su habitación, Sun Hee intentaba terminar la comida que le habían llevado, pero no lo conseguía. Hizo a un lado la bandeja y fue rumbo al librero de su habitación, para tomar uno de los tomos de enciclopedia que solía leer en la facultad.

Sin embargo, su intención de nutrir el conocimiento, se vio pausada debido a una persona que insistente llamaba a la puerta. Al oír los golpes sobre la madera, el corazón de Sun Hee martilleó contra sus costillas, haciendo que la joven sintiera las piernas flojas, como si en cualquier momento fuese a caer.

Pero una vez abrió y estuvo Big Brother frente a ella, se sintió muy aliviada.

—Pase, Joven Kurt.

— Sun Hee, si vamos a ser amigos, tienes que llamarme solo Kurt, Big Brother o incluso BB. Por cierto se me paso decirte que tienes unos ojos muy dulces, son muy bonitos. No te lo digo frente a todo para no malinterpretar las cosas, debo admitir que tienes un marido muy celoso.

Sun Hee recibía tan escasos cumplidos que no se convenció.

— Por cierto, Sun, esta noche, Jang anunció tu embarazo en el comedor, ¿por qué no estabas junto a él?

—No creo que Keun Suk me quisiera a su lado.

—¡Tonterías, él te hubiera exhibido orgulloso!—replicó él, mirando a Sun a la cara —No, espera, tú no sabes cómo somos del todo, ¡como voy a divertirme enseñándotelo! Debo darte clases de defensa contra tu hombre posesivo.

Un Matrimonio A PruebaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora