7. El juego de la reina.

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Al escuchar aquello, Jang la contempló, boquiabierto. "¿Será cierto?", se preguntó.

— ¿De verdad no has oído ningún rumor?

La boca de Sun Hee dibujó una media sonrisa.

—Oh, sí, he oído murmuraciones, pero me interesa poco lo que tú hagas con tu querida... Lee Min Jung.

La sonrisa burlona y la actitud desinteresada de ella lo enfadó aún más. Los ojos de Suk se entrecerraron.

—¡Una de las cosas que te exijo como esposa además de la obediencia, es el respeto hacía mi persona!

—Nosotros aún no estamos casados, así que si obediencia es lo que quieres, a mi no me la pidas. E incluso si yo fuera tu esposa, tampoco tienes derecho a exigirme como si fuese tu servidumbre.

Keun Suk se esforzó por controlar un estallido. No permitiría que ella dijese la última palabra.

—Y después de esta escenita es muy poco probable que lo estemos alguna vez, Jung Sun Hee.

Él la dejó en su habitación y salió, cerrando de un portazo. Un instante después, apareció Big Brother

— ¡Sun Hee, has estado muy bien! Sus gritos se han escuchado por toda la casa —rió.

— Kurt, no comprendes, me siento desgraciada. Keun Suk es demasiado frío conmigo, soy solo su vientre de alquiler.

— No lo malentiendas Sun Hee, quizás te haya parecido frió, pero el hecho de que haya dado un portazo y se haya prestado para la discusión en lugar de solo ignorarte como hace con Min Jung, revela mucho.

— Mientes, además dijo que nunca se casaría conmigo.

—Por supuesto que se casará contigo. Lo que más quiere el en esta vida es que su hijo sea legítimo. Claro que cuando te lo pida, tú deberás negarte.

—¿Por qué?

—Los hombres anhelamos lo que no podemos tener. ¿Qué quieres: que Suk se case contigo por el niño o por qué de verdad quiere estar contigo?

—Big Brother, tú conoces la respuesta.

—En ese caso, tienes que convertirte en un desafío para él. Debes rechazarlo, y revolverá cielo, mar y tierra para conquistarte.

—¿Crees que debería irme de la casa?

—Oh, no. Reserva esa carta de triunfo para más adelante y hablando de desafíos, tengo que enseñarte a jugar al ajedrez. El ajedrez puede ser un juego muy erótico.

— Ja,ja,ja, eso no tiene sentido.

—Tiene perfecto sentido. Ya lo entenderás.

— De acuerdo, tu eres el experto.

— ¡Bien! voy por el tablero. 

*****

Asia Prince había estado todo el día fuera, llegó, se bañó y bajó a cenar. Su enfado contra Sun Hee se había esfumado. ¿Cómo podía estar de malas con la mujer que había cumplido su más caro deseo? Decidió que esa noche, ella debía estar en el comedor para parar las habladurías sobre él y Min Jung. Fue a la habitación de ella. Su mirada se posó en primer lugar sobre su hijo y luego en el rostro de ella.

— Hola Sunni, ¿estás bien?

—Sí, Jang Keun Suk.

— Me sorprende mucho esta situación, yo tenía entendido, que, cuando una mujer está embarazada, tiene náuseas y mareos.

Un Matrimonio A PruebaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora