CIRCUS

Capítulo 4

El show había comenzado y hubo más aplausos para Henry que para todos nosotros. Los niños se reían con lo que Henry hacía, en realidad solo salió vestido con un traje de gala y se puso una nariz roja de payaso y maquillaje blanco. No importaba que los hiciera reír, él tenía algo raro.

Todos saludaban a Henry pero él trataba de evitarlos de la manera más amable posible, obviamente yo no creía en esa faceta tierna de él. La función nocturna había acabado y ahora yo estaba caminando sola por la calle, hasta que alguien me siguió, esa sensación nunca se iba.

Tenía cuidado con cada paso que daba y llegando a casa vi una sombra y como la miedosa que soy, me adentré rápido. Cerré la puerta fuerte y me arreglé para dormir, en la cama, Louis ya estaba dormido ya que se cansaba rápido de cuidar a los niños.

A mí me costó trabajo conciliar el sueño, pero luego me desperté por una persona que había fuera de la casa y se fue cuando lo observé por la ventana. Tal vez estaba paranoica y decidí no hacer nada. Esto estaba de miedo y no quería ir a la policía, porque tenían razón. No arreglarían nada, así que yo tenía que cuidarme sola.

Me desperté porque Louis se había ido y se despidió de mí. Yo iba a salir a comprar algunas cosas para comer en casa y fui y caminé al pequeño mercado del pueblo. Encontré las cosas que necesitaba y al pagar me fui caminando a casa, ya que la función matutina iba a iniciar. Me arreglé y fui hasta al circo donde se encontraba solo Henry, estaba a punto de empezar a llover cuando en ese momento recibí un mensaje de June diciendo que se iban a cancelar las funciones porque no pararía de llover. Por eso solo estaba Henry aquí. El también debió de recibir tarde el mensaje.

No le iba a hablar y di media vuelta, pero antes de caminar me agarraron del brazo.

—Caroline —sonrió Henry—, veo que se cancelaran las funciones, ¿te acompaño a casa? —preguntó.

—Lo siento, pero... tengo cosas que hacer —mentí.

—No es cierto —se puso en modo serio—. Se cuando alguien me miente. ¿Acaso empezaremos siendo amigos con mal pie? —preguntó.

¿Estaba de broma? Ni compañeros ni amigos.

—No quiero tu amistad —respondí un poco brusca—. No quiero la amistad de nadie ni mucho menos la tuya.

Empecé a caminar hasta casa pero él venía a mi lado. Era raro, porque cuando iba acompañada nunca me seguían.

—Vamos, por favor. Soy una buena persona —rio—. No es como si te fuera a hacer daño.

"Eso es lo que quieres." Pensé.

—De verdad vete. Aléjate. Tal vez no te conozca lo suficiente pero sé que no eres lo que aparentas —le enfrenté sin miedo—, se cuando alguien esconde algo. Así que no quiero a personas dañinas en mi vida.

Ya estaba a unos pasos de casa pero no iba a entrar a mostrarle en donde vivía.

—Ya me cansé. Trato de ser amable contigo y me rechazas —gritó y eso hizo que me dé un susto—. Eres una estúpida. Si quisiera hacerte daño, créeme que ya lo hubiera hecho —respondió.

—No me sigas jamás. Sé que nos tendremos que ver todos los días. Pero no te soportare más ¡déjame en paz, maniático! —grité yo también.

Parecía que le molestó porque me agarró del brazo, pero de inmediato le di una bofetada y corrí todo lo que me quedaba para llegar a casa.

Toda la tarde estuve pensando en las palabras de Henry. No salí de casa para nada y estaba lloviendo demasiado, tanto que estaba segura de que las calles se inundarían. Ya había recibido muy buena paga y con eso bastaba para vivir. La puerta se abrió dejando ver a un mojado Louis. Me levanté del sillón y fui hasta él.

—Hola, Lou. ¿Estás bien? Te enfermarás —dije—. Tienes que cambiarte porque...-

—Amor, ya sé que hacer, no te preocupes por mí. Estoy bien —me besó.

Yo asentí y esperé a que se cambiara, tardó un poco pero lo vi arreglado y pensé que se sentaría a mi lado pero tomó mi cuerpo haciendo que yo quedara en su regazo.

— ¿Cómo te fue, Caro? —preguntó abrazándome por la cintura.

—Hoy no hubo trabajo, un día aburrido—reí. Iba a omitir lo de Henry porque estaba segura que Louis lo buscaría y le haría algo malo, él es capaz de todo por mí.

—Eso está bien. Tienes que darte un descanso, trabajas a diario —hizo una mueca.

—Si pero...me gusta hacerlo. Ahora ¿Qué tal te fue a ti? —pregunté.

—Lo normal. Los niños son un amor y cada vez me quieren más. Haré chocolate caliente, ¿quieres? —preguntó sentándome con amabilidad en el mueble ya que él se levantó a la cocina.

—Claro —sonreí.

Mientras él hacia lo de la cocina, yo encendí la televisión y no habían canales buenos y decidí dejarlo en el noticiero, pero jamás pensé ver lo que estaría viendo.

Una muerte. Una persona fue brutalmente asesinada por una otra -eso dijeron en las noticias- y mucha pérdida de sangre y cara deformada por el cuchillo.

Esto jamás había pasado en Lacock. Esto se estaba poniendo mal, vine aquí porque precisamente este era el lugar ideal, algo tranquilo.

Louis dejó de preparar el chocolate y vino a abrazarme, porque sabe que a mí no me gustan esas cosas, donde yo vivía antes, era muy peligroso. Residía en Londres, en el centro para ser más específicos, pero me fui por el alto índice de criminalidad. Porque ahí mataron a un familiar muy importante para mí.

Las lágrimas se me salían y Louis solo me abrazaba mientras yo me desahogaba.





Después de eso llamé a mamá para saber cómo iban las cosas allá y me dijo que la delincuencia se había acabado desde los primeros días que yo me había ido. Creo que me traje la mala suerte de allá.

Louis se estaba bañando y yo estaba pensando en todo ese asunto cuando tocaron la puerta y por abajo pasaron una nota. La desdoblé y vi lo que decía.


<<Las cosas están a punto de comenzar. Cuando menos te lo esperes tú serás la siguiente en gritar.

-E>>

El corazón se me acelero rápidamente y me empalidecí, estaba escrito con rojo, las palabras estaban deformes y había manchas de tinta roja. Olía demasiado raro el papel y yo no podía dejar de verlo.

E. ¿Quién era E? Esa era la cuestión, y ¿Cómo sabía quién era yo?

¿Era una E de El asesino?

Entré en más en pánico cuando observé con claridad la nota.

Las palabras estaban escritas con sangre.

CAPÍTULO CORREGIDO: 7 DE ENERO DE 2021