Estaba con Louis terminando de buscar en el periódico algún trabajo bueno para mí. Vivíamos en Lacock, un pueblo de Londres. Nos acabábamos de mudar hace un tiempo y aquí no había mucha actividad porque la gente era reservada y yo tenía que conseguir un trabajo para ayudar a Louis con los gastos del departamento. Él había conseguido un trabajo de niñero, ya que él amaba a los niños. Yo era todo lo contrario a él.
A mí me gustaba la gimnasia y mi sueño era poder ser maestra profesional algún día, pero a este paso no estaba muy segura de conseguirlo. Buscamos en todos los periódicos pero no había ningún trabajo que me gustara. Así que nos dimos un descanso.
Él y yo llevábamos dos años de relación, nos conocimos desde muy pequeños así que nuestros padres nos apoyaron cuando les dijimos que queríamos vivir juntos aun sin estar comprometidos.
—Caroline, es mejor que tomes un descanso, linda —dijo—. Estás muy estresada desde que buscamos trabajo.
—No puedo, Lou. Necesito un trabajo, quiero ayudar —contesté—. Verás que pronto conseguiré algo.
—Bien, Caro. Tengo que cuidar a los niños de la señora Benson. Te amo, nos vemos más tarde y por favor, anímate un poco. Yo sé que encontrarás algo que se ajuste a ti —se despidió.
No tenía nada que hacer, así que me abrigué para salir a caminar por la calle. Apenas eran las seis de la tarde, pero se veía oscuro y a veces ese pueblo parecía de terror. Caminé lejos de casa y recorrí las calles. Aproveché para preguntar en algunos negocios por si necesitaban un edecán. Pero no había nada desafortunadamente.
Seguí caminando y buscando pero sentí algo raro, es como si alguien estuviera observándome. Volteé a todos lados pero la calle estaba más sola que el desierto, así que seguí caminando. Estuve a punto de entrar a una cafetería cuando escuché pasos. Volteé pero no vi a nadie. Mejor decidí ir a casa a esperar a Louis ya que él regresaba un poco tarde.
Me di media vuelta y escuché de nuevo pasos más cerca de mí, obviamente yo caminé más rápido y volteando para saber que provocaba esos ruidos. Ahora si ya estaba totalmente oscuro y solo estaba a unos pasos de casa por lo que me sentí muy aliviada, pero alguien tocó mi hombro, me puse muy nerviosa.
¡No había nadie!
Estaba paranoica, seguro era eso...
Pero cuando abrí la puerta del departamento, vi al otro lado de la calle, había una sombra de hombre atrás de un árbol. Me metí rápido a casa, no iba a salir a esta hora. No era valiente en absoluto. Respiré a gusto ya que estaba bien en casa. Me limpié, me hice la cena e incluso vi un poco de tele cuando Louis entró al departamento.
— ¿Cómo te fue hoy, Louis? —pregunté con una sonrisa al verlo pasar por el umbral.
Él me dio una de sus tiernas sonrisas y sonreí también como boba, se sentó junto a mí y apagué la tele.
—Bien, Caroline. Esos niños son unos ángeles.
—Me alegra que hagas algo que te emocione —sonreí.
Pasó un brazo por mis hombros acercándome a él.
—Algún día quisiera tener hijos —dijo.
Me tensé al escuchar la palabra hijos. Louis me lo había propuesto pero solo teníamos veintitrés años. Definitivamente no estaba lista. Era una locura, claro que quería formar una familia con él, pero sería más adelante. Demasiado adelante.
ESTÁS LEYENDO
CIRCUS
Fanfic"¿Quieres saber porque le temen a los payasos?" Portada hecha por: @redun-dxnce ATENCION: [Esta historia contiene lenguaje obsceno, contenido explicito y demás.]