Capítulo 19

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Entre canales y canales, buscaba mi programa favorito: Gregory House.
No es que me gustara o entendiera la medicina- quizás lo heredé de mamá-, pero sentía una extraña atracción por el algodón. Sí, el algodón. Es que no entiendo cómo algo puede ser tan suave, blanco, sin sonido, y me daba dentera como a otras personas, pero como no era-soy- normal, tenía la manía de comer algodón. Pero ya, ya no. Superé ese suave sabor.

Cuando llegué al canal, Gregory House ya había acabado. Mientras daban espacio a los comerciales, poco a poco- así como cuando miras algo y en realidad estás en otro mundo- comencé a sumergirme en mis pensamientos; Me preguntaba si en realidad tenía una vida. Es decir, la vida es una trayectoria, y yo no estaba segura de que hasta el día de hoy había recorrido una trayectoria de la cual podría hablar sin parar. Tengo la conclusión de que mi vida es una peste, sí, pero ¿por qué?
Estaba con Dios, me llevaba bien con todo el mundo...bueno, casi. Pero me llevaba bien con mi familia, al menos no con Jorge, pero no era la gran cosa.
Tengo un gran desorden en mi cabeza, y así se encuentra mi vida. Necesito estabilizarla.

Miraba mi clóset, y en realidad lucia espantoso, bastante desorden.
Comencé a quitarme la ropa para medirme aquellas que me servían y las que no. Las dividí en dos: izquierda y derecha. Ambas estaban al mismo nivel, eso era deprimente.

Interrumpiendo mis pensamientos, mamá entró de golpe a mi reino.

-¡Mamá!

-Pero.. Qué..¡Ciara! ¿Todavía estás aquí?

-Así parece- estaba confundida. ¿A qué se refería?

-Acordamos en qué irías al colegio. ¿Qué pensaste? ¿Que porque te hicimos el gran sermón ibas a faltar hoy?

-En realidad, si.-dije inocente.

-¡¿Cómo?! ¿Qué? Entonces, ¿Estamos pagándote el colegio para que tu estés aquí, eh? ¿Pagando en vano? Ciara, ¿Sabes qué? ¡Estoy harta ya!- soltó de golpe el canasto de ropa que traía en las manos.

-Mamá...y-yo, en realidad- no sabía qué decir, ¿Qué iba a decir?

-Estás mal, Ciara. Estás mal- cogio nuevamente el canasto, y salió por donde mismo entró.

Sí que necesito estabilizar mi vida.

***

-A ver si no se ya hace tarde esta vez. Y mucho cuidado si te desvías a otro lado que no sea el colegio, que vamos a tener muchos problemas, más de lo que tienes.

-Ya entendí, ¿De acuerdo?

-Ciara, no le hables así a tu madre.-dijo mi padre echándole un vistazo al periódico.

-No lo dije en mala for..agh, ya que.
Adiós.
Tomé mi mochila, y salí de mala gana.
Al menos por ahí venían las vacaciones. Estas eran las últimas semanas.

Cuando llegué al colegio, me encontré con Kevin, ¿Lo recuerdan? El que me apoyó cuando el profesor nos quiso quitar -5.
Kevin era un gran chico. Era bajo, de ojos grises, cabello totalmente negro, con una sonrisa amplia acompañado de unos braquets. Él no era mi mejor amigo, pero era con quien me llevaba mejor en toda esta cárcel. Es un buen compañero.
Estábamos planeando estrategias para cuándo llegarán los exámenes, ¡Tiene las mejores tácticas!

Cuando salimos al receso, me encontré con Brenda, la muy engreída Brenda, pero esta se limitó a fulminarme con la mirada. Si la mirada matara..

Cuando sonó el timbre de salida, el director Aquiles me llamó para advertirme sobre las últimas semanas de clase, para que no hiciera nada estúpido mientras pasaban, y llegaban los exámenes.

Cuando- por fin- llegué a casa, mamá se había ido a trabajar, Jorge- creo- que había salido a casa de Karla, y papá, estaba en el garaje ordenando, como siempre.

-Hola, pá.

-Esp-pera...¡Listo! Hola, Ciara.

Detecté inmediatamente que algo andaba mal. Estaba enojado conmigo.

-Creo que escuché mal..

-¿Qué pasa?

-Es que.. Siempre me dices "qué tal, princesa" o "hola hermosa" y así..
Es decir, no es que me guste que me digas cosas fresitas, pero es raro no escucharlo.
Papá se dió la vuelta, limpiando sus manos con una toalla verde.

-Ciara, tengo 17 años y más viviendo contigo, viéndote crecer cada milímetro, te conozco de pies a cabeza, aun así pierda la memoria. Estás en una etapa de la vida en la que no puedes hacer cosas de niños, ni hacer cosas de adultos, estás entre dos etapas. Es difícil, pero todos pasamos por ahí, y la dejamos atrás en algún momento. En esta etapa te vas moldeando, vas definiéndote como persona, dándote cuenta qué es lo que quieres en la vida, vas madurando.

-Papá...-interrumpí.

-Déjame terminar. Ciara, desde que fuiste creciendo, haz dotado un carácter fuerte, y no es malo, pero tienes que entender que eso va cambiando, y no por ti misma, sino que la vida se encarga de hacerlo. Pero debes dar un pequeño empujón. Creo que ya es tiempo de que te prepares para madurar.

-Y-yo.. Papá- fui corriendo a sus brazos. Él era el único que parecía entenderme con todo esto.

-Solo tienes que conectarte contigo misma, charlar con tu "Yo" interior.

-¿Ah?- me separé.

-Sí, inténtalo. Es hablar contigo misma.

-Ah, creo que ya sé quién es "ella".

¿Por qué las cosas tienen que pasar cuando estás del todo bien charlando con tu padre? ¿Por qué tiene que sonar el teléfono?

-Yo contesto, papá- fui casi trotando.

Llegué jadeante hasta el teléfono. Respiré 1,2,3 y contesté:

-Sí, ¿Hola?

-...

-¿Hola? ¡Hola!

-...

-Si no va a contestar, no llame. No tengo paciencia, y a usted se le acaba su balance, y si es una de esas patéticas bromas telefónicas ¡sé dónde vive!

-...

-Adiós, sea quien sea- espero que no seas tú mamá.-Imbécil -susurré la última palabra.

-Hola...

***

Holaaaaaaaaaaa! c:
Cómo están?
Espero que bien. :3
Quiero agradecer a KarenVj_CD9 , por ser la primera en hacer comentarios sobre mi historia.
No sabes cómo me hizo sentir eso. :)
Algo así como: Akdjfkdkakfks, entiendes?
Bueno, ya ._.
Chaito!!!!!! :3

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