Aracnofobia

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Después de que Emma me sacara de nuevo de un apuro, recordé que la última vez que la vi estaba lesionada...Pero aún así, su manera de pelear fue increíble.

-¿Qué tal la pierna?-le pregunté.

-Bueno...ahí sigue-me dijo mostrándome la pierna vendada-La tengo un poco resentida, pero al menos puedo caminar.

-¿Por qué no esperaste en la sala Enfermería, como te dije?-la regañé a Emma.

-No me quedó otra que marcharme...Poco después de que te marcharas, vino él...

-¿Él?

-El hombre encapuchado...

Mierda...El encapuchado...Ya me había olvidado de él. No lo había visto desde la casa de Katherine en el otro mundo. Pensé que había desaparecido, pero estaba equivocada...Mierda...

-¿Qué querrá ese tío de nosotras?-preguntó Emma.

-Ni idea. Por un momento, creía que tenía un problema conmigo-dije-Pero por lo que veo, también te persigue a ti

Hubo silencio. Miraba a Emma. Lo cierto es que cuando apareció, me quedé muy aliviada. Echaba mucho de menos estar con alguien, y poder hablar.

-¿Y qué hay de esa individua? ¿La tal Katherine?-me preguntó-¿La has encontrado al final?

Recordé haberla hablado de ella cuando me ayudó a salir de su casa, en la que estuve encerrada.

-La he matado-dije con un nudo en la garganta.

Emma me miró sorprendida.

-¿Y eso?-me preguntó.

-Al parecer, en este pueblo existe un culto religioso que me hace responsable de todo lo que pasa a día de hoy...Y quieren sacrificarme a su Dios. Katherine estaba de su parte, al igual que otros dos hombres...Intentaron matarme y... yo me defendí.

Hubo unos segundos de incómodo silencio, durante los cuales, Emma no dejaba de mirarme. Esperaba que dijera algo, aunque fuera una nimiedad. Cualquier cosa. Al fin de cuentas, ella también había matado a alguien antes. Sabía que se sentía.

-¿Y por qué te echarían a ti la culpa? Es obvio que no la tienes-me dijo, para mi sorpresa.

-¿Cómo?

-Claro...En fin, esto no lo has podido hacer tú, sino algo superior. Un ente maligno o lo que sea...No estoy segura, pero dudo mucho que tú seas la causante de que este puto pueblo sea una ruina.

Asentí poco convencida, pues era una mierda de argumento. Pero al menos consiguió animarme.

Pero no cambiaría la realidad...Yo tenía la culpa del suicidio de Emily.

Pude haberla detenido, pero...

-Tenemos que movernos-dije de sopetón, frenando mis propios pensamientos...

-¿Y a donde vamos?-preguntó Emma.

-Tenemos que volver hacia abajo. Hay una puerta que tenemos que cruzar si queremos salir de este instituto.

-¿Una puerta?

-Exacto.

-¿Y para cruzarla vas vestida como una estrella del porno?-se burló señalando mis atuendos.

-¡No me ha quedado otra que ponerme esto!-exclamé, ruborizada.

-Calma, calma...Joder, no te pongas así...

-Es el uniforme de las viudas negras-expliqué más tranquila-Si no lo llevaba puesto, el vigilante de la puerta no me dejaba entrar.

-Conforme. Vamos pues.

Silent Hill Sueños rotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora