Cada día me levantaba temprano y me quedaba en la cama pensando durante un tiempo, salía siempre a las mismas horas con destino a los mismos lugares, me gustaba el control.
Iba en una escuela de bellas artes, donde mis pinturas no decían mucho de ese control, ni de la personalidad que proyectaba, en el fondo bajo unas pocas capas de seguridad que usaba para protegerme era yo aquellas almas vulnerables en la pintura, así liberaba yo mis demonios mientras los encerraba en cuadros.
Soy bastante alto, mis rasgos perfilados, mis ojos verdes, mi rubio cabello iba largo, llevaba una barba de largo descuidado, para hacerme escuchar una voz fuerte, mi carácter fácilmente volátil, de convicciones y mi personalidad reservada me hacía un solitario con pocos amigos.
Estaba en mi rutina parar en una pequeña cafetería para tomar café mientras leía y pasaba un rato, me gustaba porque no iba demasiada gente, pocas veces encontrabas caras nuevas, por eso no podría haber previsto este encuentro.
Quien sabe que serie de eventos afortunados, para mí, le llevaron a entrar en esta cafetería y elegir sentarse a mi lado en la barra, pero me encontraba totalmente inmerso en el libro y no levante mi mirada, no fue hasta después de que le entregaran su orden que una delicada voz me saco de las paginas preguntando la hora, busque apresuradamente el reloj en mi muñeca y me gire para responder, y al encontrase nuestras miradas se quedaron enganchadas por segundos que se sintieron eternos, en ese momento no supe bien que estaba pasando pero en sus ojos vi algo que no podía ver en los demás,
Ocurría magia entre dos extraños...

ESTÁS LEYENDO
Mágica
Roman d'amour"Ansias de rozar tu piel, llegar a tus brazos y volvernos magia en un suspiro "