Un lugar XIII

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Nos quedamos en una cafetería y comimos un Pie de lima, mi favorito, mientras comíamos la note algo distraída y le pregunte - ¿en que piensa? -

Creo que la saque de sus pensamientos recordándole que estaba a mi lado, sonrió contestando - nada!, ¿a donde iremos ahora? -

- creo que tengo una idea... - dije y pedí la cuenta

Subimos al auto, conduciendo en dirección al lugar, estábamos saliendo de la ciudad y ella me miro extrañada.

Me pregunto - ¿A donde vamos? -

Le conteste diciendo - Estamos llegando -

Me desvíe de la vía principal y llegamos a una loma adyacente a la ciudad, nos bajamos del auto, ya estaba cayendo la noche y la tome de la mano.

Le explique lo que hacíamos ahí y porque ese lugar era especial - Antes venia acá muy seguido cuando quería escapar o estar solo, desde acá la ciudad luce inofensiva y todo ese concreto menos duro - me gire para verla como sonreía y le continúe diciendo - Me gusta ver las luces de una ciudad activa, desde un lugar tranquilo, las estrellas brillan mas y... - me interrumpió con un beso

Mis ojos se cerraron lentamente para sentir aquellos suaves y decididos labios, se separo muy despacio de mi para compartir una sonrisa picara al haber cometido su propósito, le comente - puedes callarme así cuando quieras -

Acabamos recostados en el pasto viendo las estrellas, nos quedamos en silencio mientras nuestras manos se rosaban y jugaban entre si.

Hice un comentario rompiendo el silencio - se porque estas así - dije sin apartar la vista del cielo

- ¿ah si? - se giro para verme

Dirigí mi vista hacia ella - mañana es el estreno, cierto? -

- ha si, tengo algo... toma.. - saco de su bolsa el boleto y me lo entrego, me acerque aun mas a ella y le deje un beso en la frente.

Al terminar la noche la deje en su apartamento y había regresado al mio, me cambie y me acosté para dormir y volver a soñar con ella.

Me desperté con el sol que se colaba por mi ventana, para por fin terminar yendo por un café a la cafetería habitual, me senté en una mesa y volví a abrir aquel libro que cerré por Alisson, por fin podría terminarlo, pero también he de admitir que esperaba ser interrumpido nuevamente por su voz.

Así paso toda mi mañana con café y entre las letras de Jean Paul Sartre.

MágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora