CAPITULO VI

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Justo a la mitad de la noche, cuando apenas caia en las penumbras del sueño. Un susurro se escabullo, asi como el aire frio por el filo de la puerta, la misma sensacion senti cuando el soplo sobre mi oido.
Eran las 2 de la mañana y si el queria decirlo ahora, lo haria. No habia nadie que lo detuviera. Nunca habia nadie que se interpusiera en su camino... como si de la muerte se tratase.

Su fria presencia me erizaba la piel, no sabia si me encontraba en la mitad de un sueño o de la realidad. Todo era opaco, la neblina cubrio todo y cada  rincon del cuarto, el hacia notar su presencia. Aun cuando no lo veia sabia que estaba aqui, nadie susurra como el. Su presencia... Era tan enloquesedora.

La unica luz estaba en el espejo, pareciendo una puerta, y quizas eso era una puerta a su dimension. La puerta que une los mundos espectrales.
Su silueta lo cubrio, una tunica negra era lo que parecia, pero no era mas que una chaqueta negra, parecia cualquier chico pero la escencia estaba sobre el, su rostro palido como el papel que reposaba en sus manos. Sus ojos era oscuros y su tacto era frio como el hielo. El miedo me apodero, toco mi frente.

Acto reflejo al tacto, imagenes cruzaron mi mente. El sujeto, el primero en la lista. Su nombre sono como metal crujiendo en mi mente,  Byron.

El sonido de la musica me desperto. Tan alto volumen atravesaba las paredes como si fueran de papel. El vecino tendria que entrar en la lista, esperaba que fuera el siguiente. Los rayos de luz que se escabuian entre las delgadas cortinas me hacian dificil de creer que el estubiese aqui, el lugar estaba infestado de niebla.

Hoy era el dia, hoy tendria que retomar parte de mi vida. Una horrible parte que se llama Escuela.

La escuela era obra de los demonios, o esa era mi teoria. Levantarse a las 6 de la mañana no era de humano, si no fuera por la escuela todos tuvieramos tiempo para ser feliz. Mientras tomaba un baño, el cuarto se lleno del vapor del agua. El ambiente hizo resaltar mi pupila dilatada ya que no me habia percatado hasta ahora de su excentricidad. Era un cambio drastico.

La escuela no estaba muy lejos, apenas a unas pocas cuadras asi que camine a ella. El camino estaba lleno de estudiantes, compañeros y otros tantos que conocia solo de vista. Lo divise de lejos, hablaba con dos chicas, no era nada fuera de lo comun pero lo raro era que me miraba. Seguro el rumor de mi intento de suicidio se habia escurrido por los pasillos de la escuela. Seguro la culpa palpitaba en sus venas.

Evite la mirada curiosa de el y otros cuantos al pasar por la entrada. Preste atencion en mis cosas por ejemplo que mi amiga Avril que se acercaba rapidamente. Ella podria ser mi gemela, identicas a exepcion de unos cuantos detalles, ahora mas diferentes a causa del problema en mi midriasis permanente.

-¡Azul tengo noticias! -Me miro extaciando felicidad hasta que deparo en mis ojos. -Supongo tu tambien las tienes.

Asenti mientras buscaba una forma de explicarlo sin sonar tan suicida. Tenia que endulzar la verdad, por mas que lo deteste.

-Tu primero. 

- ¡Byron Ross es mi novio! -Aguanto, hasta que exploto en una nuve de felicidad.

Su sonrisa era enorme sin embargo lo que me dio la magnitud de su felicidad fue el brillo en su mirada. Queria alegrarme por ella pero fue difil ya que si hablamos del mismo Byron, no estara muy contenta dentro de unos cuantos dias.












A SANGRE FRIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora