CAPITULO IV

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Se que tarde o temprano nos llega el tiempo, se que todo es limitado.
Que para nosotros no existe un infinito, se que todo es literal, que todo es lo que aparenta, y que no hay que buscar preguntas donde solo hay respuestas. Cada segundo que pasa estamos mas cerca al no existir, al dejar este mundo y que es una perdida de tiempo lo que hacemos.

Cada problema tiene una solucion y cada solucion tiene su problema. Cada pensamiento esta destinado a desaparecer y cada palabra a desvanecerse con el viento.
No hay nada real, todo y cada cosa, no es mas que una ilusion. Palabras vacias que nos consolan son hechas por idiotas. Cada aliento es una escusa para morir. ¡Tic Tok! El reloj avanza y no hacemos nada para detenerlo, pero lo sabemos: El tiempo solo es una ilusion.

La realidad no existe, el mundo esta patas arriba y justo ahora podrias estar muriendo. Tu tiempo se detiene, se invierte el reloj de arena y ahora recorres tu vida hacia atras, los recuerdos inundan tus sentidos, abrumantes, exitantes. El brillo de sus ojos, el olor de su perfume, tu ultimo amor, la pelea decisiva, el corte en tu muñeca, el columpio con tantas cuerdas, tu primer amor, el cariño a tu mascota, el abrazo a tu abuelo, la comida de tu abuela, el regaño de tu padre, los besos de tu madre, el amor incondicional que tienen  ellos por ti.

Tu primer intento de suicidio... y el ultimo.

-¡Desperto! -El grito resono en mi cabeza, mi oido aun emitia ese detestable zumbido.

La habitacion estaba iluminada, las luces eran cegadoras. La migraña me golpeo el cerebro. Apenas me percataba de lo que sentia, todo era dolor. Cada parte de mi dolia. Desde dentro hasta afuera. Personas apuradas caminaban hacia mi, sonrisas en sus rostros demacrados por... ¿LLorar?  Definitivamente, la mujer solto lagrimas junto sonrisa y se avalanzo a mi en forma de abrazo.
¿Quienes son todos ellos? Debo de estar viva. Que noticia mas demacrante.

-¿Asi que falle? -Mi voz apenas fue un susurro, era seca, fina y me dolia al hablar, mi garganta estaba seca y sabia a una mezcla de matal con medicamento.  La mujer solo me abrazo, sostuvo mi cabeza entre ambas manos.

-No lo vuelvas a intentar - ¿Intentar? ¿A caso piensan que fue un intento? Fue un plan. Un plan que fallo rotundamente. Sin embargo solo asenti. Detras de aquella mujer estaba el, sabia que nadie lo podia ver, solo le sonrei. Esta ves no le fallaria. No me perdonaria fallarle de nuevo no a el.

Las enfermeras desalojaron a todos del cuarto, solo quedando las tres. Una llenaba un papel, mientras otra revisaba cada una de los cables que me tenian conectada. Su voz era delicada, como si fuera de una princesa, la deteste.

-Aun tienes tareas aqui en este mundo, eres muy joven con una vida larga que recorrer.

- No tienes idea de cuanta razon tienes. -Trate de reir pero una tos se atraveso en el camino, mi garganta reseca reclamo agua. Tenia tareas aqui. Una lista que cumplir. Una lista de venganza y asesinatos.

El tiempo trascurria lento pero certero, acompañe en el recorrido a la aguja del recloj. Por mucho que odiara estar aqui aun no me podia ir, visitas inesperadas cruzaron esa puerta, con mas culpa que arrepentimiento, mas lastima que compasion. No sabrian lo que les esperaban, por que ellos encabezaban la lista.

A SANGRE FRIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora