CAPITULO V

8 1 0
                                    

Vivir dolia.
Vivir era aun peor que morir. La vida era un trascurso largo donde tendrias que prepararte ante la idea de morir, de perder a todos lo que quisiste una ves en la vida.
El camino a la muerte era una tortura. Tantas cosas inservibles que vivimos, perdida de tiempo y sueños que nunca pudimos realizar. Llenamos los huecos de nuestro corazon con puras cosas materiales, cosas sin sentido ni nada de valor.

Pasamos la mayor parte de nuestra vida sumergidos en un mar de mentiras, en la red del sueño y en un trabajo que aborrecemos, pasamos estudiando una carrera que al final no ejercemos. Hacemos lo que no nos gusta para hacer felices a otras personas, pero realmente no las estas haciendo felices. La verdadera felicidad es egoista, asi que solo es felicidad cuando se trata de uno mismo.

Cuando pensaba en Noe, la felicidad me invadia de algun modo u otro. Sus ojos oscuros como la noche, su cabello despeinado y sus labios rojos, las pestañas que se mesian en sus parpados y el lunar que adornaba su angelical rostro, la cicatriz que reposaba en su cuello, todo el era perfecto ante mis ojos. Su perfeccion me hacia dudar de el, hasta tal punto de compararlo con un inmortal: Un ser mitico, un vampiro.

El seria un vampiro, que se alimenta de corazones rotos y lagrimas. Daba falsas esperanzas para arrancarlas de gajo, como estrujar su corazon mientras se relamia los labios.

Esta mañana aparecio justo asi en mi sueño. Ansiaba verlo, pero en esta ocacion no me dejaria llevar por ningun estupido sentimiento, esta ves lo haria como el me dijo. Justo como el quiere.

Estar en el hospital era horrible, reprimida todo el dia. Sin mas que hacer aparte de pensar, undirme en los indeseados pensamientos. Caer poco a poco en la melancolica idea del suicidio, pero pensar es como respirar, involuntario. Aun cuando aguantas la respiracion, no lo puedes hacer para siempre, por mas que lo desees.

Las enfermeras comenzaron con la rutina. Una escribia mientras la otra comenzaba con el chequeo.

-Signos vitales: Normales. -Anotaba sobre la libreta, la enfermera 1. La otra inflaba una pequeña bolsa negra sobre mi antebrazo, justo en el dobles de la mano.

- Presion: Regular.

- Pulso cardiaco: Normal. -Ahora ambas miraban sobre la maquina.
Los calidos dedos de la enfermera posaban sobre mi yugular.

-Reflejos. -La enfermera empezo a mover una linterna sobre mis ojos mientras fuertemente me sostenia mi cabeza.

-Tenemos un problema. Ven aqui Amy -Dijo alarmada, por fin algo llamo mi atencion, ya sabia yo que algo debia estar mal, el me lo advirtio: Si juras por la marca, estaras marcada.  La otra enfermera se acerco, reviso nuevamente.

-Anisocoria traumatica, a consecuencia de la caida... Muchacha piensa dos veces antes de suicidarte por que lo que hace la vida es solo empeorar.
-Esto durara, quizas sea permanente.

-Lo que hace la vida es solo empeorar. -Repeti institivamente. La enfermera me dio un espejo y me vi, mi ojo izquierdo era oscuro con un aro de azul alrededor, mientras el otro era totalmente normal. Algo tetrico.

Por fin me dejaron ir. Me quedaban muchas cosas por hacer, por ejemplo recuperar una vida que nunca fue mia. Sus deseos son mis ordenes y si quiere que mi vida sea una lista, una lista sera. La lista de muerte donde mi nombre se adorna al final. Oh... Como me deprime pensar en el final.




A SANGRE FRIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora