2. ¿Eres nueva, verdad?

12 2 0
                                    

Nota: Solo quería deciros que comentarais y votarais..... o no !! Jjajajaja haced lo que queráis XD.

¡Riiing! El horrible sonido de la campana del instituto perforaba mis oídos gravemente, nunca me había alegrado tanto de que así fuera. Justin no me había quitado la mirada de encima, no solo en la primera clase sino todo el día. Al final no había podido evitarlo y yo también lo terminaba buscando con la mirada inconscientemente. Solo era para asegurarme que no me estaba mirando, pero cada vez que lo intentaba nos encontrábamos con la mirada. En serio, ¿no podía ir a molestar a otra? Ya me estaba cansando de todo esto, y tan solo acababa de empezar el curso. Recogí mis cosas y le dije a Ash que me esperara afuera del instituto, porqué quería ir a dejar unas cosas en la taquilla antes de salir corriendo de ahí. Recogí tan rápido como pude y prácticamente corrí hacia mi taquilla. Estaba dejando unos libros en ella e iba a cerrarla cuando una mano la cerró por mí de un golpe. Me giré para encontrarme prácticamente delante de la axila de Justin. Sí leyeron bien, dije axila. Tenía un brazo estirado con el que se apoyaba en su casillero mientras ponía otra de sus sonrisas con las que supuestamente derretía a las chicas. Sinceramente necesitaba lavarse los dientes urgentemente. Levanté una ceja, para dejarle claro que no entendía que quería. Así que me respondió, pero de todo lo que me había imaginado que diría, no esperaba eso:

- ¿Hola, eres nueva verdad? Con otra de sus grandes sonrisas. Aquella me dejó en shock, hasta que me recuperé. Pues claro Lyd, aquí eres una fantasma para todos, ¿qué esperabas que te reconociera de la infancia o qué? Me fijé en que detrás de Justin estaba otro chico observándonos, y aguantándose la risa tapándose la cara con las manos. Aquello solo me dio más ganas de reírme de lo absurda que era la situación. ¿Por qué no? Era culpa suya si no sabía quién era, que se atajara a las consecuencias de eso. Así que intentando imitar a las otras zorr...digo chicas del instituto, comencé a tocarme el pelo y a parpadear más de tres veces por segundo mientras le respondía con una voz dos veces más alta de lo normal:

- ¿Claro, me mudé de California. Como lo has sabido? Dios, en esa última frase había tenido que utilizar todo mi autocontrol para no ponerme a reír como una loca retrasada. I no ayudaba el hecho de tener a Nil aguantándose la risa detrás de Justin. Al ver que empezaba a "coquetear" con él, su sonrisa se ensanchó casi tanto como esa misma mañana.

- Fácil, un rostro tan bonito lo recordaría si lo hubiera visto antes, ¿no crees? Mientras me guiñaba un ojo, aún apoyado en el casillero con un brazo. En circunstancias normales me hubiera sonrojado, pero solo de pensar que me conocía des de la infancia se me pasaba rápido. Dios, ¿se podía ser más tonto? Si esto seguía así lo tendría muy difícil para no reírme de la situación. Esto solo confirmaba mi teoría, los chicos a esa edad eran tontos. Al ver que no hacía ninguna reacción decidió continuar hablando él:

- ¿California está un poco lejos de España, no crees? Esta vez recalzándose aún más en el casillero, ganando unos pocos centímetros del espacio que nos separaba. Un poco más cerca y podría incluso verle los pelos de la nariz, que asco. Sí lo sé soy muy romántica, pero tenéis que admitir que la situación era absurda. No me digas señor obvio, no lo sabía que California estaba tan lejos. De verdad que no entendía cómo podía ligar con las chicas de esa forma, ¿es que no veían que en toda la conversación no había dicho ni una cosa min mínimamente inteligente?

- Puede ser, pero es bonito. Respondí simplemente. ¿Qué querías? Iba a sufrir un colapso mental como no empezara a reír dentro de poco.

- Ya lo creo. Dijo acercándose un poco más a mi rostro. Okey, esto ya se me está yendo de las manos.- ¿Aunque España no está nada mal tampoco, sabes? Mientras se acercaba un poco más a mí. Sentí como su aliento golpeaba mi cara. Demasiado cerca. Así que decidí terminar con la broma ya. Aun fingiendo estar nerviosa, lo miré a los ojos directamente. Me costó no perderme entre esos colores, parecía que danzaban todos a libres, pero al mismo tiempo creando una de las mesclas de colores más hermosas que yo había visto en la vida. Está bien, sus ojos eran hermosos, pero ya está, no significaba nada. Me perdí un momento, pero logré recuperarme a tiempo antes que estampara sus labios sobre los míos, que ya estaban entreabiertos.

- Está bien. Dije alejándome de él y terminando de cerrar con llave la taquilla.- ¿Por qué no me llamas y me ayudas a enseñarme las cosas buenas de España? Otra vez con mi mejor voz chillona y mi mejor imitación de puta barata. Y antes de que contestara, saque un boli del estuche, le escribí un numero cualquiera que se me pasó por la cabeza en la palma de la mano. Ahí no pude más, me giré dispuesta a irme mientras se me acercaba disimuladamente Nil por la derecha. Ya pensaba que había salido todo bien cuando apareció Marcos con todo el equipo de futbol de la escuela gritando:

- Hey Just, ¿qué haces tío? Toca entrenamiento ahora, ¿o es que no te acuerdas ya? Su voz resonó por todo el pasillo ya casi vacío. Digo casi, porqué nosotros aún no nos habíamos podido ir del todo.

- Perdona tío, estaba ligando con una chica. Respondió Justin gritando también. Oh esperaba por su bien que no estuviera hablando de mí.

- Joder tío eso puedes hacerlo luego, aunque espero que estuviera buena eh. Contesto Marcos, riendo socarronamente.

- Pues claro tío, por quién me tomas. Respondió él riéndose también. Aghh, que asco me daban.

- I bien, ¿quién es la afortunada que tendrá el placer de que le dediques cinco minutos de tu tiempo? Preguntó él, aun bromeando.

- Oh pues la nueva. Respondió Justin, ¿orgulloso? Será imbécil. Pero le duró poco al ver que nadie sabía de quien hablaba.

- Que dices tío, ¿estas fumado o qué? No ha llegado ninguna nueva este año al instituto. Oh mierda, esto empezaba a ser peligroso. Nil y yo empezamos a caminar más rápidamente, pero aunque ya no estábamos al alcance de su vista, seguíamos oyendo sus voces. Aunque no era muy difícil que digamos, estaban gritando en un recinto vacío de gente.

- Sí tío. Oí que le contestaba Justin. Déjalo ya por favor. Pero al parecer no era mi día de suerte porqué Justin continuó.- La chica esa con la que nos hemos cruzado por la mañana, la que tenía un buen trasero.

- Just me he cruzado con muchos traseros esta mañana, ¿de verdad esperas que me acuerde de todos? Contraatacó Marcos, con burla. Yo.Iba.A.Matarlos. -Espera, creo que ya sé de la que hablas. ¿Te refieres a la que te contestó esta mañana antes de que empezaran las clases verdad?

- Sí exacto, esa mismo. Respondió Justin, feliz de que por fin su amigo se acordara de mí. Pero lo que vino después nos dejó a todos sorprendidos. De repente la risa de Marcos inundó los silenciosos pasillos, resonando por todos lados.

- Me parece que te la han jugado hermano. Logró decir entre risa y risa. Continuó al ver que su amigo no lo entendía.- Esa chica se llama Lidia, y lleva en este instituto des de primero campeón, no es ninguna nueva de este año. Dijo riendo aún, se le notaba por la voz. Oh santísima mierda, estábamos muertos, malditamente muertos. Oí como Marcos dejaba de reírse, mala señal. Justin en verdad estaba cabreado conmigo.

- Se ha marchado hace nada. A por ella. Fue lo último que oí, antes de gritarle a Nil que corriera antes de empezar a oír pisadas que informaban que teníamos a todo el equipo de futbol detrás. Mierda, mierda, mierda, estaba muerta.

...............

Hacía ya un buen rato que corría hacia ningún sitio. Le había dicho a Nil que cogiera su coche y se largara de ahí mientras yo escapaba a pie. Al principio no le había gustado la idea de dejarme sola. En resumen, se había negado en rotundo a dejarme sola, pero yo no quería que se metiera en problemas por mi culpa, así que le convencí de lo contrario. Que queréis que os diga, puedo ser muy persuasiva cuando me lo propongo. Así que mientras el salía, se metía en su auto y se largaba de allí, yo me había parado un momento para asegurarme que no veían el coche ni la matricula, créanme, eran capaces de buscarla. Después que el coche se hubiera ido volví a correr como una loca por la ciudad, sin tener un rumbo fijo, hasta que me acordé del parque donde iba de pequeñas con su estanque y sus patos, y sus árboles y bancos. ¡Árboles! Eso era, podía esconderme ahí. Cambié de dirección rápidamente y salí corriendo en sentido opuesto. A los tres minutos me encontraba dentro del parque, aun recuperando el aliento. Suerte que me había prometido a mí misma que no volvería a correr de esa manera esta mañana. Me apoyé al tronco de un gran árbol. Esperé un momento para recobrar el aliento. Cuando ya estaba dispuesta a subir oí que alguien me murmuraba en la oreja:

- ¿De verdad pensabas que podías escapar de mí? Justo antes de que un escalofrió me recorriese todo el cuerpo. Oh mierda, ahora sí que estaba muerta.


Memorias de una fantsama©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora