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Después de ese día, Hugo no fue a la escuela lo que restaba de semana. Y sinceramente, yo no entendía como podía estar allí parada hora a hora, día a día. Mis músculos de alguna manera dolían y mis huesos parecían de un material mas débil.

No entendía que me pasaba al sentir tanto dolor y tristeza cuando alguien mencionaba a Hugo y su vida. No entendía nada.

Mis tarde después de regresar de las agotadoras clases, eran simple tristes y algo difíciles de engullir. Era como si necesitara de algo, de algo que ni siquiera yo entendía o sabia que era, pero que estaba muy relacionada con Hugo.

¿Acaso era el?

Mis amigas me veían con una extraña mirada, como si no entendieran y no quisieran entender que me pasaba. Ellas lo sabían, sabían que era una persona ligeramente sensible que no podía simplemente hacer lo que ellas me habían pedido sin haberme dicho nada. Lo sabían perfectamente. Pero no hacían nada.

Para mi, era difícil hablar y decir lo que sentía o no sentía, lo que quería y lo que no quería. Siempre había sido difícil para mi defenderme y decir mi opinión casi a los cuatro vientos sin ningún extraño sentimiento.

Por eso y mas, me había hecho cercana a mis dos mejores amigas, y a su circulo de amigos con coeficientes grandes y brillantes como el mio y el de ellas. Pero supongo que había imaginado cosas de mas, por que no eran tan lindos como esperaba.

Amaba a mis amigos, y apreciaba bastante a las personas que eran del mismo circulo que el de ellos y el mio, pero aveces, solo aveces, la crueldad y dureza que utilizaban era demasiado para mi, y lo era aun mas cuando la utilizaban contra mi.

Las crudas palabras, las expresiones y las maneras que habían tenido mis mejores amigas para decirme que me alejara de Hugo habían sido demasiado para mi, como lo había sido anteriormente. Esa manera de expresarse, esa manera de humillarme y hacerme sentirme pequeña a comparación de ellas, había sido demasiado para mi.

Las quería, vaya, las amaba. Eran demasiado especiales y las adoraba con cada fibra de mi ser, pero parecía como si ellas no se dieran cuenta aun, después de años de nuestra amistad, que cosas, que expresiones o palabras me hacían sentirme mal conmigo misma. Parecía que aun no me conocían por completo, y que no se esforzaban para hacerlo.

No les había contado nada, y ni una de las dos se había preocupado de eso. Y realmente apreciaba eso, ya que no estaba preparada de decirles que había pasado. Por que ni yo estaba segura de lo que había pasado.

Mi móvil suena y tiembla contra mi estomago, y lo tomo lentamente para entender y llevármelo a la oreja.

-¿Si?-Pregunto

-Buenas tardes-La voz de Paula hace que todo lo que anteriormente había pensado de esfumara-¿Tienes algo que hacer hoy?-Me pregunta, y yo miro el techo en busca de una respuesta

Un largo silencio se hace presente en ambos lados de la linera y mi cabeza. Aunque quiera pensar, no puedo hacerlo muy bien. No ahora, no cuando estaba algo herida por algo que ni yo entendía bien.

-Ana me acaba de llamar para invitarme a salir, y dijo que te llamara para invitarte igual-Me comenta

-Mmmm..-Me pongo boca abajo en la cama-¿Quienes irán?-Le pregunto, y escucha su risa burlesca que de alguna manera me hace sonreír y sentirme mejor

-La escoria de Cory-Realmente me encantaba que se expresara así de el-Ivan, Danny y yo..-Me contesta y piensa un poco-Y tu, supongo-Agrega

Me relajo un poco en la cama, y me digo a mi misma miles de cosas para subirme el animo sin ayuda de los demás. Podía hacerme eso, podía hacer lo que las demás personas no habían hecho en una semana o mas.

HugoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora