#14

51 3 0
                                    

Aunque los primeros días fuera difícil, había podido poner un pie en la escuela y seguir con mi vida normal de una estudiante promedio que no buscaba ningún problema.

Animada por mis amigas, había hecho todo lo posible para ni siquiera observar a Hugo desde lejos. Gracias a Paula, quien era la única que aprobaba mis sentimientos hacia él, había logrado pensarlo muy poco durante una semana.

Aunque los fines de semana fueran duros ya que no gustaba salir con mis amigas por el particular miedo que tenia de toparme a Hugo, podía sobrevivir con la lectura. Habia podido leer tres libros cortos que me había regalado mi abuela, y había empezado un libro ligeramente grueso para lo que seguía de la semana que entraba.

Paula se mantenía en contacto conmigo todo el fin de semana, ya que tenia miedo de que estuviera llorando en la esquina de mi habitación mientras cantaba una canción triste y pensaba en Hugo.

Ana me había llamado solo una vez en todo el fin de semana, y me había pedido que le hablara y explicara lo que pasaba por mi cabeza y lo que había pasado el fin de semana pasado. En su cabeza aun no se cuadraba muy bien lo que había visto u oído esos días, y quería saber por medio de mi y mis palabras serias y directas lo que pasaba.

Aunque a los primeros quince minutos Ana había estado negando por completo lo que le había dicho respecto a mis sentimientos hacia Hugo, Paula la había logrado calmar y había dado tiempo para explicarme exactamente que pasaba por mi corazón y cabeza.

"Me gusta. ¿Qué más te puedo decir? Simplemente me gusta por el lado que yo conocí los días que estuve con él. No te estoy diciendo que me gustó en menos de una semana, ya que Hugo me gustaba desde el año pasado. No quiero que por cosas como un chico que me gusta ya no me hables.. Por favor, entiéndeme, Ana."

Ana, aunque le había tomado unos minutos de pensar, simplemente había dicho: "Está bien, está bien. No me agrada mucho ese chico por obvias razones, pero lo acepto y lo respeto. Pero si te hace algo, juro que le haré algo para que le quede muy claro en la cabeza que contigo no se juega.", aunque sus ultimas palabras no tenían mucho sentido ya que Hugo y yo ni siquiera eramos novios o algo parecido.

E incluso, había decidido que ya me gustaría mas.

Después de mucho pensar durante una semana, me había dado cuenta de que el simple hecho de que Hugo me gustara no tenia para nada de sentido. Y, cuando estebaba drogándome a mi misma con cosas respecto a el concepto que tenia de él en mi cabeza, me di cuenta de que en realidad lo único que me gustaba de Hugo era una simple base de lo que era en realidad.

No sabia nada de él; no sabia cual era su color favorito, que le gustaba hacer durante las tardes, si le gustaba o no leer, que quería hacer con su vida en un futuro y que quería estudiar. No lo sabia nada. Lo único que sabia de el era esas cosas típicas que toda chica loca lo sabe. Su color de ojos, el tono de su piel, que marca era su carro, su nombre, su edad y sus preferencias. Ni mas, ni menos.

Al darme cuenta de ello, un enorme nudo se forma en mi garganta y las ganas de querer mas sobre él se apoderan de mi cuerpo, corazón y mente. Las lagrimas intentan salir de mis ojos, pero son frenadas por mi orgullo y dolor.

Suspiro, y agito mi cabeza bruscamente para subirle el volumen a mi música. Mientras miro el techo de mi habitación, gruño con fuerza y me quito los audífonos para llevarme las manos a los ojos. De alguna manera, mi música consistía en canciones que sabia con certeza que le gustaban a Hugo, o canciones que había escuchado sonar de fondo en su auto.

Argg!-Gruño, y tomo mi celular para poner una vieja lista de reproducción.

Al sumergirme en mis viejas canciones que me encantaban, logre apartar de una vez por todas los pensamientos de Hugo y centrarme en lo que había hecho con mis amigas y mi familia el día de hoy.

HugoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora